El ministro de Salud, Francisco Alabí, firmó un contrato por $225 mil para comprar botas de hule a una empresa de su familia, que se dedica a vender repuestos para vehículos. El funcionario no lo negó y dijo que la Corte de Cuentas debe determinar si la compra fue irregular. Aunque el Gobierno se ha valido de saltarse la Lacap en medio de la emergencia para hacer compras directas, expertos en transparencia dicen que es antiético favorecer a una empresa familiar.
El 17 de abril, el ministro de Salud, Francisco Alabí, autorizó y compró botas de hule para personal médico por $225 mil. En la orden de compra, número 133/2020, aparece la firma del ministro Alabí y la de Celina Quiñonez, quien es presidenta y representante legal de una empresa que se dedica a vender repuestos para vehículos llamada Autodo S.A de C.V. Celina también es la tía política de Alabí y madre de sus primos hermanos: José Ángel, Gonzalo y Violeta Montoya Quiñonez. Todos ellos también aparecen como miembros de la junta directiva de la empresa, según el Centro Nacional de Registros (CNR).
La orden de compra, alojada en el sistema electrónico de compras públicas (Comprasal), detalla que la adquisición es de 26 mil pares de botas de hule, marca “Tornado”, a un precio unitario de $7.50 sin IVA incluido. La categoría bajo la que esa orden está registrada en el portal es “compras por emergencias”, donde también puede consultarse todas las contrataciones de bienes y servicios relacionadas con la emergencia por COVID-19.
La compra fue confirmada a GatoEncerrado por el ministro Alabí, este 10 de julio. Cuando esta revista le preguntó al funcionario si no veía un conflicto de interés o faltas a la ética por beneficiar con un contrato a una empresa de su familia, respondió que eso lo determinará la Corte de Cuentas de la República (CCR).
“La Corte de Cuentas ya está haciendo el análisis de todas las adquisiciones que tienen en el contexto del manejo de la pandemia. Serán ellos los correspondientes a dar todo el análisis a esa información sobre el procesamiento y la manera de adquisición (…) Hoy por hoy estamos enfocados en salvaguardar vidas, existen procesos que hay que ir cumpliendo en paralelo y todo eso se está haciendo de la manera complementaria”, justificó el ministro.
Alabí también alegó que el Ministerio de Salud ha hecho más de 2,300 contrataciones, solo este año, por la pandemia. “Un dato inimaginable que nunca se había alcanzado en el sistema de salud”, dijo. Una de esas es la compra de botas a la empresa de sus primos.
Durante la emergencia por COVID-19, el Gobierno tuvo dos mecanismos para saltarse la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (Lacap) y hacer compras directas. La Asamblea Legislativa aprobó una ley de estado de emergencia, con la que suspendió la Lacap y autorizó al Ministerio de Hacienda para que fuera el encargado de los lineamientos a seguir por el Gobierno central y las municipalidades.
El Gobierno también ha hecho uso de un fondo de emergencia para compras directas a través de la Ley del Fondo de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres (Fopromid); que en su artículo 6, permite al Ejecutivo omitir los procesos de compra de bienes y servicios que establece la Lacap.
La Lacap, en su artículo 26, literal “c”, impide ser oferente del Estado a quienes tengan un vínculo de parentesco hasta el segundo grado de afinidad y cuarto de consanguinidad con los funcionarios públicos, como los primos hermanos del ministro Alabí. La orden de compra, que fue revisada por GatoEncerrado, señala que las botas de hule fueron financiadas con fondos de Fopromid.
El abogado Roberto Burgos explicó a esta revista que la emergencia por la pandemia no debería ser una justificación para hacer compras directas a empresas de familiares de funcionarios, por el conflicto de interés que existe. En este caso, “se trata de un funcionario que no solo tenía la autoridad, sino información privilegiada por el cargo que desempeña”, comentó.
Wilson Sandoval, del Centro de Asesoría Legal Anticorrupción (ALAC) de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), dijo a GatoEncerrado que esa compra también puede encajar en faltas a la Ley de Ética Gubernamental. Incluso, puede tratarse de una acción antiética, pese a que la Ley de Ética no sea explícita.
“En este caso, por las contrataciones directas que ha hecho el ministro Alabí, puede que al final termine librado de la Ley de Ética y de algún ilícito a nivel penal, pero eso no significa que esa acción no es antiética. Lo que buscamos de los funcionarios es que respondan a una cultura de transparencia y rendición de cuentas”, dijo Sandoval.
Además de esta compra de botas de hule, el Ministerio de Salud también fue cuestionado por favorecer con un contrato al presidente del Fondo Ambiental de El Salvador, Jorge Aguilar, con la compra de protectores faciales. Tras una publicación periodística de Salud con Lupa, el presidente Nayib Bukele separó del cargo temporalmente a Jorge Aguilar.
Autodo S.A de C.V., es una empresa que fue fundada en 1985, que se dedica a la venta de repuestos para vehículos y que, según el CNR, cuenta con un capital de $35 mil. La junta directiva de esta empresa está conformada por la tía política del ministro Alabí y sus primos directos. Pero también por Débora y Alejandro Orellana Montoya.
GatoEncerrado fue a la casa matriz de Autodo, en Santa Tecla, el día 09 de julio, por la tarde. Preguntó sobre la venta de botas de hule o insumos médicos, pero una persona encargada respondió que ahí no venden ese tipo de productos y nunca se ha vendido. En el lugar, esta revista también intentó contactar a Celina Quiñonez o uno de los primos del ministro Alabí, pero no estaban. Dijeron que ellos llegan a esas oficinas por la mañana. Así que, el día 10 de julio GatoEncerrado regresó por la mañana, pero tampoco estaban. Los encargados prometieron que Celina Quiñonez iba a comunicarse con la periodista que la buscaba, pero hasta el cierre de esta nota nadie llamó.
En 2009, la alcaldía de Nuevo Cuscatlán le compró a la empresa Autodo productos como aceite, filtros, refrigerante, Silicón, focos para el mantenimiento preventivo y correctivo a vehículos municipales, por un valor de $357.70. En ese momento, el alcalde era Thomas Álvaro Rodríguez González.
GatoEncerrado consultó a seis médicos del Seguro Social, Hospital Zacamil y San Rafael si tenían conocimiento de la entrega de botas marca “Tornado”, pero todos demostraron que las botas que les han entregado son de la marca “Garbal”. Una publicación de Facebook del Ministerio de Salud revela que el 1 de julio, el ministro Alabí entregó esas botas a personal médico.
*Con reportes de Julia Gavarrete