Camino a Sihuatehuacan

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La observación siempre puede hacer de un viaje, de un paisaje, de una plática, de tomar un café… poesía de colores vibrantes a nuestros ojos. La observación también puede crear este texto en el blog de Tania Primavera, que hizo de un viaje a la tierra que le trae tantos recuerdos suyos y de otros que pisaron esos mismos caminos que ella. ¡Que disfruten esta nueva Gotas de Néctar!


 

Por Tania Primavera/ @taniapreza

Como hormigas, cientos de obreras caminan hacia la fábrica rumbo a sus casillas donde se ubican hasta caer el sol. Los árboles de fuego, las tumbas de carretera. Volteo el rostro y con una piocha un campesino trabaja la tierra. Pasando por el fértil valle de Zapotitán, veo otra fábrica y afuera revolotean cientos de mujeres como abejas en búsqueda de pupusas, en los puestos portátiles que se instalan a la orilla de esa calle. Otros bajan y suben una vieja pasarela. Comienza el día, rumbo a Sihuatehuacan.

Todo parece más verde, entre guarumos, cafetales, cocos, ceibas, buganvilias de intensos colores pintan el paisaje. Logro ver los volcanes, el Izalco, el Ilamatepec y en medio el Cerro Verde, aún son azules. De repente, una ladrillera, el cerro es cortado, su espíritu partido, un niño mete sus pies en el lodo preparando la consistencia de la tierra que se convierte en bloques de barro. En una casa de campo, en ese rumbo, aún veo las pintas de la guerra civil exigiendo justicia.

Crece en libertad el zacate jaraguá.

Una hamaca vieja en un árbol afuera de un ranchito, a un lado un campesino que ya no usa sombrero, sino gorra, es un punto en el horizonte. Una vaca en medio de un basurero. La abuela caminando erguida con un guacal lleno de maíz cocido en la cabeza. Una fiesta de pájaros que despiertan en ese árbol. Aparece escrito en una placa, el nombre del Cerro de Serpientes, Coatepeque, el lago de miles de tonos azules, recuerdos brotan. Y me traen la paz de ese inigualable lugar. El hombre soñador y matemático, con manos hechas para la guitarra, que nos dio nombres de rebeldes y pensantes, de músicos vibrantes, amaba darnos ese paseo, los más antiguos destellos. La guerra nos quitó todo eso. Pero esa es otra historia.

Regreso al presente y veo el volcán de Santa Ana, o Ilamatepec como me gusta decirle, parece que tuviera sábanas blancas de nubes y va despertando. Un amate, a gritos imagino que me invita a subirme entre sus brazos generosos, pero solo voy de paso.

Voy como el viento, en este viaje a lo incierto, a la ciudad que vio mis pasos de niña. Inmensos eucaliptos y pepetos, flores de mayo son abundantes. El cielo parece pintado por Van Gogh.

Llego al desvío hacia Sihuatehuacán, es decir, Santa Ana. El cerro Santa Lucía es lejano, es azul y está deforestado. Recuerdo las caminatas ahí, con mi perro y amigas, recorrimos esos lugares explorando, subíamos por la Ciudad de los Niños, o íbamos a cortar verdolaga a la orilla de las líneas del tren.

Camino ya por estas calles, antiguos adoquines. Bajo por la segunda Avenida Sur y se me viene el chispazo de acordarme tanta historia, ¡y sí! también caminaste por aquí en los años cuarenta Ernesto Interiano, en tu pájaro azul, hasta que te cosieron a balazos en 1943, después de la fama de ser el enemigo número uno del general Martínez, por ser un justiciero y amoroso caballero.

Un árbol cargado de mangos en una casa con un patio de envidia. Cruzo la calle y veo ruinas, puertas abiertas, entro, las vigas del techo de madera de caoba, vitrales quebrados, estoy en la Avenida Independencia, cercana la iglesia El Carmen.

Entro a mi cafetería de siempre, la más famosa de la ciudad y me dicen que el café que tomo es del volcán.  Desde ahí veo las paredes de adobe y las tejas de las casas, los musgos se aferran a ellas. Me siento en la acera antigua, tengo que esperar bajo el frondoso almendro y de inmediato recuerdo la melodía de Granadino. Abro “Taberna y Otros Lugares” de Roque, que compré en los libros usados de la esquina. Es como estar en la casa donde siempre quiero regresar.


Tania PrimTania Preza2avera Preza: Integrante del Consejo Editor de la Revista Trasmallo. Ha participado en jornadas lúdicas con jóvenes utilizando el “Juego Los Izalcos” sobre cultura ancestral indígena, la edición de exposiciones museográficas, producción de cápsulas radiales, publicaciones y talleres con jóvenes sobre derechos humanos y memoria histórica. Actualmente es responsable del Área de Comunicaciones del Museo de la Palabra y la Imagen, y conduce junto a un equipo del MUPI la  Red de Jóvenes en Defensa de los Derechos Humanos.  Desde agosto de 2014, es autora del audio espacio Entrevistas EN OFF en www.contrapunto.com.sv

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