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Las Amorales representan el #YoTambién en El Salvador

Artemisia – Susana siendo acosada y amenazada por los viejos

Opinión por Alejandra Burgos*


La Colectiva Amorales es un grupo conformado por artistas feministas que combinan el arte con la praxis política feminista. Sus propuestas interpelan, emocionan, conectan y a veces incomodan porque señalan la doble moral de la sociedad en que vivimos. 

Las Amorales son una voz incómoda porque denuncian las violencias estatales, enquistadas en prácticas socio-culturales que no sólo ven para otro lado ante la violencia machista (acoso y violencia sexual, entre otras expresiones), sino que además justifican y culpan a las sobrevivientes de la misma. Y convierten a las víctimas en victimarias.

En este marco, desde el año 2016 han acompañado a quiénes han tomado la valiente decisión de denunciar a sus agresores. Y cómo a El Salvador nunca le faltan historias absurdas de aplicación e instrumentalización de la justicia, serán ellas las que enfrentarán un proceso judicial este viernes 26 de julio de 2019, pues uno de los agresores que han denunciado, el docente y director de teatro Ricardo Mendoza, afirma que ellas: “lo difaman y afectan su imagen”.

Me sitúo desde mi propia historia y haberme nombrado como feminista mientras estudiaba la licenciatura en teología de la liberación en la UCA. Por esta razón, escribo este texto, porque desde hace algunas semanas me ronda en la cabeza una historia bíblica que me parece idónea para iluminar este momento. “La historia de Susana” (Dan.13, 1-64), narra la historia de dos ancianos -que a su vez eran jueces de Babilonia- que intentaron abusar sexualmente de Susana bajo la amenaza de denunciarla de adultera si no accedía. Susana los rechaza y decide enfrentarse a ellos que representaban la justicia y tenían el respaldo del pueblo (podría ser condenada a lapidación, si era considerada culpable). A pesar de ello, Susana decide denunciarles y mantenerse firme en su testimonio a pesar de la figura de autoridad que ellos representaban.  En esta historia, la sabiduría del profeta Daniel se aplicó escuchando por separado a ambos ancianos para encontrar que mentían y de ese modo, la valentía de Susana de enfrentarles y enfrentar la justicia prevaleció, al final fue encontrada inocente.

Pero lo que me interesa destacar de esta historia son algunos paralelismos que encuentro con el caso de la Colectiva Amorales: 1. Los agresores intentan desviar su responsabilidad como victimarios y colocarse como víctimas.  2. La instrumentalización de la justicia para amenazar a quien se atreve a denunciar y la posterior amenaza del derecho a defender DDHH. 3. La necesidad de creer y priorizar el testimonio de las víctimas y escucharles dándoles el lugar que se merecen.

#YoLesCreoALasAmorales porque para mí y para muchas representan el #YoTambién y el #YoTeCreoHermana en El Salvador. Porque, aunque ahora no nos lapiden (“con piedras”) todas necesitamos una red de apoyo cuando decidimos denunciar la violencia o violencias que hemos vivido. Su labor de defensa de DDHH es imprescindible. Porque no todas podemos tener un juicio que incluya un profeta como Daniel que crea en Susana. Sin embargo, pienso que las Amorales han cumplido una labor profética han denunciado la violencia y acoso de parte de quienes representan el poder y anunciado la esperanza (compromiso ético feminista) de creer en las víctimas antes que en los agresores, por eso:

#YoLesCreoAmorales #YoLesCreoHermanas


*Alejandra Burgos, Activista feminista y defensora de DDHH. Licenciada en Teología y egresada del Doctorado en Filosofía Iberoamericana en UCA, El Salvador.


La imagen fue tomada de: https://historia-arte.com/obras/susana-y-los-viejos-de-artemisia-gentileschi, según Emilia Bolaño: la indiscutible dama del barroco italiano vuelve a denunciar los abusos de género mediante la historia de Susana y los Viejos.

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