Por Carolina Amaya| Diciembre 17, 2019
Las cooperativas de pescadores y lancheros tienen más de un mes sin trabajar por la invasión del jacinto y repollo de agua. Los ganaderos son afectados por la conga, el tábano y otros insectos. Las poblaciones que viven a la orilla del embalse también registran plagas de zancudos. El MARN ha limpiado 6 hectáreas, de 13 mil 200 que mide el embalse. En un mes, en San Francisco Lempa se han registrado tres muertes masivas de peces asociadas a la invasión de ninfas. GatoEncerrado estuvo en el lugar para documentar la situación.
La ninfa no es una problemática nueva para los habitantes de San Francisco Lempa, en Chalatenango. Algunos hasta se han adaptado a trabajar con esas plantas acuáticas. Pero, desde hace más de un mes, los lancheros, pescadores, ganaderos y su pequeña población de menos de mil personas, están sufriendo las consecuencias de una invasión de dos clases de ninfas en el embalse del Cerrón Grande. Las especies son: El jacinto de agua (Eichhornia crassipes) y el repollo de agua (Pistia stratiotes).
San Francisco Lempa es uno de los 14 municipios que rodean el embalse del Cerrón Grande, donde los alcaldes están buscando una solución integral al problema, según contaron a GatoEncerrado. Una solución, dijeron, que incluya la participación de los ministerios de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Agricultura y Ganadería (MAG), la Universidad de El Salvador (UES), la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), el Fondo Ambiental de El Salvador (FONAES) y la Dirección de Protección Civil.
Para lograrlo, se han reunido dos veces, según explicaron. En la última sesión, del 2 de diciembre, invitaron a todas las instituciones que deberían estar involucradas en la búsqueda de una solución permanente, pero solo llegó la UES.
“Nosotros, dando el beneficio de la duda, pensamos que como la invitación llegó de viernes para el lunes es muy probable que no la vieran, pero ya hicimos bulla, ya fuimos a la Asamblea, ya nos hubieran convocado ellos a nosotros”, dijo a esta revista, preocupado, el alcalde de San Francisco Lempa, Benjamín Ardón.
La preocupación no es en vano. Los alcaldes calculan que un 75% del espejo de agua, de unos 132 kilómetros cuadrados, está invadido por las plantas acuáticas. En 2004, este embalse recibió el nombramiento de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como sitio Ramsar, es decir un humedal de importancia por las aves migratorias y toda la biodiversidad del lugar.
“Este gobierno es irresponsable en otras áreas y en ésta también demuestra su incapacidad, al no atender a este cuerpo de agua que tiene esa declaratoria internacional”, lamentó la alcaldesa de Suchitoto, Pedrina Rivera.
Este humedal lo comparten los departamentos de Chalatenango, San Salvador, Cuscatlán y Cabañas. Los alcaldes calculan que la población que vive a las orillas asciende a las 100 mil personas. Por eso, los ediles están a la espera de las medidas que pueda generar la Asamblea Legislativa y los ministerios. De lo contrario, aseguraron, iniciarán las demandas en los tribunales ambientales correspondientes.
“De no tener respuesta esta semana, la próxima estaríamos realizando hasta acciones internacionales, a ver si así nos escuchan y se viene a atender esta emergencia”, agregó Rivera.
El alcalde de San Francisco Lempa señala que CEL tiene que asumir su responsabilidad en el problema y ayudar. “Nos dejan enfermedades y aparecen con dos piñatas a final del año. Un payaso, unos pintacaritas y dos piñatas. ¿Cree que nos merecemos eso después de lo que estamos viviendo?”, cuestionó Ardón.
Esta revista solicitó, sin éxito, las declaraciones del punto focal RAMSAR a la comunicadora del MARN, Wendy Ramos. Sin embargo, no se obtuvo ninguna respuesta.
La noche de este lunes 16 de diciembre, la cuenta oficial del MARN publicó en Twitter un hilo explicando que han limpiado 6 hectáreas, de las 13,200 que mide el espejo de agua. Es decir, el ministerio con apoyo de la CEL han limpiado 0.06 kilómetros cuadrados.
GatoEncerrado consultó a la alcaldesa de Suchitoto si podía confirmar que esa limpieza, anunciada en Twitter, ha tenido algún impacto. La funcionaria respondió que las cosas siguen igual en la zona del puerto San Juan: la pesca y el turismo todavía no se han reactivado, como asegura el ministerio en su red social. Rivera también confirmó que, este martes 17 de diciembre, los alcaldes de la zona asistirán a la comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa, para ver si los diputados pueden ofrecer alguna solución.
Hemos trabajado en el caso de Cerrón Grande desde el 21 de noviembre con @CEL_ElSalvador, @fiaes_sv, la cooperativa de pescadores y lancheros, para la extracción de ninfa frente al centro turístico puerto San Juan y así rehabilitar los medios de vida de la zona.
— Ministerio de Medio Ambiente (@MedioAmbienteSV) December 17, 2019
Abro hilo. pic.twitter.com/ed6nC383xq
El Cerrón Grande es un lago artificial, que nació con la creación de la hidroeléctrica en 1973. Recibe los vertidos que vienen con 36 ríos, entre los que están: el Lempa, Acelhuate, Metayate, Quezalapa, Grande de Tilapia, Tamulasco, Sucio y Suquiapa.
Para Maritza Erazo, bióloga originaria de San Francisco Lempa, la invasión de ninfas se debe a la excesiva cantidad de nutrientes que ingresan al humedal desde los ríos que desembocan ahí.
“Traen una carga orgánica fuerte de las diversas aguas negras que recogen de las ciudades por donde cruzan. Además de otros vertidos industriales y agrícolas. Eso hace que el sistema acuático se enriquezca y produzca las condiciones óptimas para la reproducción de estas plantas”, describió la bióloga.
Estas ninfas tienen dos formas de reproducción: Una sexual con el desprendimiento de semillas y otra asexual, a través de vástagos. Para la especialista, el problema con la multiplicación de las plantas radica en que “están agotando el oxígeno disuelto, que es necesario para que otros organismos, como los peces, puedan sobrevivir. Es por eso que se han dado las muertes masivas de peces aquí en el embalse”, detalló.
Jesús Navarrete, un joven ganadero de San Francisco Lempa, contó a esta revista que hace unos 22 días, la población aprovechó la llegada masiva de peces a la quebrada La Raya, en donde varias especies encallaron buscando agua limpia.
“Aquí era una inmensidad de pescado la que había. Esta agua la ocupaban para venir a beber, como es la única agua limpia que había, de ahí todo estaba lleno de ninfas”, narró.
La tierra de la quebrada está llena de un hongo provocado por los peces putrefactos que los habitantes no pudieron llevarse. En La Raya han quedado esqueletos de carpa china, bagre, guapote tigre y hasta tilapia, entre otras especies.
Para Erazo, el hecho de que hasta las tilapias mueran en la zona es preocupante, pues es una especie muy resistente a condiciones de reducción extrema de oxígeno. “Pueden reproducirse en cuerpos de agua que tengan un milígramo de oxígeno por litro de agua. Y si ya murió la tilapia, quiere decir que ya llegamos a cero oxígeno en el agua”, explicó.
La bióloga sostiene que la invasión en mayor cantidad del repollo del agua ha generado la proliferación de zancudos. Las comunidades de las riberas están sufriendo la plaga de 3 tipos distintos de zancudos. Erazo recolectó muestras de los insectos para determinar la especie a la que pertenecen. Los resultados aún no estaban listos cuando esta nota fue publicada.
La plaga ya se había convertido en una preocupación, cuando GatoEncerrado visitó la zona en los primeros días de diciembre. José Amadeo Castro, de 68 años y originario de San Francisco Lempa, por ejemplo: Se quitaba los zancudos con una camiseta, mientras hablaba con un vecino en una acera. Castro reconocía que las plagas de zancudos no son nuevas, pero que ésta es muy diferente. “Aquí casi todos los años se da eso, pero hoy ha sido más. Ya tenemos casi un mes de tener esa ninfa que no se mueve y lógico ahí está la crianza de zancudos”, explicó.
Los insectos también afectan al ganado y a la producción de leche, con la multiplicación de congas y tábanos. Las congas han lacerado al ganado en las ubres y abdomen. Rodrigo Pascasio, ganadero de San Francisco Lempa, dice que las vacas comen menos por estar espantando a las moscas, como le llaman popularmente a las congas
A pesar de no ser una comunidad pesquera, San Francisco Lempa tiene 20 personas que pescan en el embalse. “Uno puede sacar entre 20 y 30 dólares en pescado, pero en un mes de eso no ha habido nada. Los pescadores de la zona han visto su situación económica en declive”, contó el profesor, Daniel Castro, quien dedica sus fines de semana a la pesca.
Para el profesor, el gobierno debería declarar una alerta ambiental y tanto CEL como el MARN actuar de inmediato. CENDEPESCA registra 1,184 pescadores inscritos en 23 comunidades distribuidas a lo largo del embalse.
Las plantas también obstaculizan la circulación, por lo que el ferri y los lancheros tienen más de un mes sin trabajar. “Desde el 2 de noviembre no trabajamos… Medio Ambiente está en el puerto San Juan y la CEL está en la puerto de los pescadores con unas sus máquinas, con unas puñaditas sacando en un camión para ir a botarla a otro lugar. Yo veo un gasto innecesario. Tienen que tener una máquina que vaya por todo el agua y demoler la planta”, señaló Juan López, propietario del ferri que hace ruta de San Francisco Lempa hacia Suchitoto y viceversa.
Juan Peña, lanchero de la Cooperativa Suchitoto, mantiene a 7 personas en su familia gracias a una lancha. Peña, que es originario del cantón Los Menjívar en San Francisco Lempa, mantiene la fe de que un viento se lleve la ninfa para poder trabajar. Por el momento, sobrevive gracias al maíz que cultiva. “Aquí nadie, ninguna institución se ha acercado a decir mire necesitan víveres, nada”, reclamó el lanchero.
En 2009, un informe de OXFAM reveló que este sitio RAMSAR recibía mensualmente la carga de 8.5 millones toneladas de excremento y diferentes contaminantes de 157 fuentes industriales del área metropolitana de San Salvador. Las bacterias, metales pesados, pesticidas y otros parámetros químicos en el Cerrón Grande exceden los estándares respectivos de calidad de agua, según detalla el documento.
El artículo “Un humedal de importancia internacional y cuerpo de agua más contaminada de Centroamérica” de Mäggi Hieber, describe que en el Cerrón Grande hay “elevadas concentraciones de metales pesados como cadmio, mercurio, cobre y aluminio que fueron encontradas en el agua, así como en diferentes plantas acuáticas y peces”.
En 2007, un informe que el MAG no hizo público recomendaba prohibir el uso del agua de este embalse bajo el argumento de que “no es apta para consumo directo, ni contacto primario (fines recreativos) por presentar altas concentraciones de coliformes fecales”. Los doctores Manuel Ramírez y Maritza de Rivas realizaron la investigación que fue impulsada por la División de Sanidad Animal de la DGSVA del MAG.
El reglamento del MARN, entre sus funciones en relación a los acuerdos y convenios internacionales, dice: dar seguimiento a los compromisos adquiridos; además de elaborar, actualizar y vigilar los planes de manejo de los ecosistemas, como el Cerrón Grande.
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