♪ El corrido de una masacre ♪

El 13 de noviembre de 1982 fueron asesinados más de 40 habitantes del cerro Cuyas Cumbres, en el municipio de San Isidro Labrador, Chalatenango. Los testimonios de los sobrevivientes revelan que la 4° Brigada de Infantería llegó al lugar, en un operativo militar, y ejecutó a los campesinos. Entre las víctimas había mujeres y niños. 

En noviembre de 2019, sobrevivientes de la masacre y familiares de las víctimas, junto a la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños desaparecidos, platicaron con GatoEncerrado sobre lo ocurrido, mientras estaban reunidos para celebrar una misa popular en memoria de las víctimas. 

Felipe Tobar compuso y cantó un corrido en memoria de las víctimas.

Para escuchar los audios haga play en el botón que aparece en algunas imágenes. Si quiere leer las transcripciones de los audios, haga clic sobre el botón de Transcripciones.

♪ Que del Cerro Cuyas Cumbres

adonde fue la masacre.

Por un gallo y una cabra

los descubren los soldados…♪ 

Sobrevivientes y familiares de las víctimas cruzan la quebrada, para recordar a sus seres queridos en una misa popular.

El padre Miguelito Vásquez, de Arcatao, ofició la misa popular en memoria de las víctimas de Cuyas Cumbres.

♪ No se oía otra cosa,

solo la gran balacera.

De los montes y quebradas

quedan los cuerpos tirados.

Aquí murió Alonso Antonio,

que era el padre de Jenaro…♪

Aquí en este punto, donde estamos, donde está aquel rótulo, solo quedó mi padre. Y la mamá de Evelio que quedó por aquí, por este salamo. Pero los demás se los comieron los animales, porque ese es el lugar. Y algunos niños que, suponemos, se los llevaron. Porque no se encuentran ni muertos ni vivos, no sabemos.

Jenaro Guardado deposita una ofrenda floral en lugar donde sucedió la masacre, en 1982.

Bueno, esta es la fotografía de mi papá. Con mucho esfuerzo la logramos conseguir después de once años, porque el que la tenía en una matrícula de tierra no la quería entregar, pero al final la conseguimos. La tenemos ahí, era mi papá. Les cuento quedó exactamente donde está Felipe. Era una persona que, realmente, no es porque fuera mi papá, pero era un hombre muy humilde. Felipe me preguntaba algunos detalles como sale en la canción, porque era un señor que nunca le decía a nadie. Muchos en mi cantón le buscaron pisto y nunca se lo pagaban, y él no les decía nada. Era un hombre que realmente para nosotros fue un ejemplo.

Jenaro y su familia recordaron a su padre, Alonso Antonio Guardado, como un hombre humilde y bondadoso. Fue asesinado en el lugar donde sostienen la fotografía. 

Realmente, en este lugar nosotros si quisiéramos que alguien no se le pase la mano y diga que aquí habían armas que dispararon, porque eso no era cierto. Aquí los que estamos solo tenían algún corbito, era el arma… entonces, ese era mi papá, un hombre muy consciente, muy humilde. Cuando fue desalojada la Comunidad del Jícaro y llegó a La Laguna, todavía tenía unos rezaguitos de maíz y lo repartió hasta que quedamos sin nada nosotros también, porque la gente se moría de hambre. Ese era mi papá, que ahí lo tenemos en esa foto.

La masacre Cuyas Cumbres fue uno de los tantos crímenes de lesa humanidad que ocurrieron durante el conflicto armado y que todavía siguen en la impunidad. 

♪ La gente salió corriendo.

Los niños iban llorando…♪ 

La gente no sabía cuándo se le caía su niño, le gente lo que era es que se iban. Por todo yo encontré 18 niños, me fui por una quebrada que está allá abajo, ¿se recuerdan? ¿Cómo se llama esa quebrada, vos? Una quebradita que está allá abajo. Vaya, es quebrada, me fui hacia abajo pensando que el enemigo iba allá. Entonces me fui por una media baguaga a rodarme, porque esta era una gran zacatera. Pues, el trabajo de nosotros era rezar y rezar. Ahí nos quedaba lugar para rezar. El Padrenuestro me lo aprendí bien con los niños, el Ave María, rezar y rezar. No había comida, solo agua que yo bajaba. A los tres días volteé a ver para abajo y vi una mata de huerta. Solamente salía una hoja. Yo les dije, quédense acá, porque los niños eran bien apegados, no les gustaba quedarse. Sino que, donde yo andaba, querían andar ellos por el miedo, pues va. Que yo los fuera a dejar. Me bajé y yo encontré, Dios lo puso un tallo de guineos como de unas seis ruedas. Gruesos, como uno que está allá abajo. Y ese tallo de guineo yo les dije: nos vamos a comer el guineo, después nos vamos a comer la cáscara. Dicho y hecho. Nueve días duramos así, ¿verdad, vos?

Según el testimonio de los sobrevivientes, en la quebrada Cuyas Cumbres fueron asesinadas más de 40 personas y muchos niños fueron apartados de sus familias. 

Nico era un niño cuando ocurrió la masacre. Recuerda que el Ejército “arrinconó” a las víctimas para matarlas. Después se unió al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), como forma de defensa para él y su familia. 

Eduardo García y demás miembros de la Asociación Pro-Búsqueda de Niñas y Niños desaparecidos, mencionó que mucha gente ha muerto esperando justicia, mientras la Ley de Reconciliación se sigue postergando en la Asamblea Legislativa, sin tomar en cuenta el testimonio de las víctimas. Los sobrevivientes han sido escuchados, pero no tomados en cuenta.

♪ Alonso Antonio Guardado,

él era un hombre valiente.

Supo educar a sus hijos,

trabajador de primera.

Felicito a la familia,

porque ellos siguen su ejemplo.

Bueno, gracias

por darme la oportunidad

de cantar ♪