Cientos de personas llegaron este 30 de marzo a las sucursales del Centro de Atención Por Demanda (Cenade). En las sedes ubicadas entre la colonia Flor Blanca y Santa Tecla la historia fue similar: reclamos a un Gobierno que improvisó en la logística para entregar ayuda económica a familias afectadas por las medidas restrictivas para evitar la propagación del Covid-19 en El Salvador.

Las personas, en su mayoría adultos mayores y comerciantes informales, se aglutinaron para verificar si podían alcanzar al subsidio de $300 que el presidente, Nayib Bukele, prometió.

A las 8:45 a. m. la esperanza se volvió ira y caos. Luego, un tuit de Bukele ordenó el cierre de los Cenade, para evitar las aglomeraciones, provocó una frustración colectiva que no llegó a niveles violentos por la presencia militar y policial en la zona.