Con una escala de colores fríos, el director, Marvin Kren, ambienta los lugares más lúgubres de la Viena de finales de siglo XIX. En donde, Freud y Fleur con Alfred Kiss (George Friedrich), un agente policial con traumas de guerra, crean equipo para resolver algunos de los homicidios de Viena, que es atacada por los húngaros.
Los guionistas quisieron transmitir a un Freud real, con deudas, miedos, frustraciones, confusiones, drogas y sexo. También, reflejan cómo nuestro subconsciente es el cofre para guardar nuestros monstruos internos.
Hay más que hablar, pero es mejor que la vean y hagan una “supresión” de los problemas de estar en cuarentena. Advierto que hay detractores de la serie, pues creen que usaron la figura para explotarla comercial y cinematográficamente. Lo siento, pero Freud ha sido vendido por años a la cultura pop, tanto o igual como Frida Kahlo, Karl Marx y otros íconos.
Así que para los amantes de la ficción policiaca y de época, llegó Freud, una pieza llena de excelentes planos y secuencias, colores y texturas; actuaciones y diálogos que calan hasta el subconsciente. Sin duda, es una las series que se vuelve “repetible”, como Mindhunter o Dark. Así que los invito a entrar al consultorio del Dr. Freud.