Líderes políticos de Latinoamérica utilizan imaginarios religiosos para sus propósitos

Académicos de El Salvador, Costa Rica y Brasil discutieron sobre la relación que existe entre la fe y el Estado, en el segundo conversatorio virtual organizado por Revista GatoEncerrado y la Red de Investigadores Ambientales (Redia). Analizaron los factores históricos que propiciaron la intromisión de la religión en las decisiones públicas de los Estados, así como el uso de los imaginarios religiosos que potencian los intereses de los actores políticos, incluso en el contexto de la pandemia por COVID-19.

Julian González Torres, doctor en filosofía iberoamericana, de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), planteó que la laicidad contempla una sana separación entre el poder político, civil y las iglesias. Sin embargo, en El Salvador los actores políticos que llegan al aparato del Estado encuentran en la religión elementos que potencian sus plataformas políticas, aspiraciones e intereses.

En una democracia, los funcionarios públicos deben tomar decisiones que afectan a toda la población, “así que existe una lucha, para que estas decisiones no se vean viciadas por intereses religiosos que no permiten en ciertos casos que no se cumplan derechos humanos”, dijo González, en el coversatorio virtual “La fe y el Estado: escenarios comparados entre Brasil, Costa Rica y El Salvador”, organizado por GatoEncerrado y la Red de Investigadores Ambientales (Redia).

El filósofo recomendó hacer una revisión de las leyes que están enraizadas con intereses religiosos. Sobre las acciones del presidente Nayib Bukele en relación con la religión, como cuando decretó el domingo 24 de mayo como “Día Nacional de Oración” para enfrentar la pandemia, señaló que “sin lugar a dudas, lo que yo creo es que Bukele hace una manipulación de los imaginarios religiosos”. 

La historiadora costarricense, Mónica Ulloa Gómez, explicó que su país nunca ha buscado una separación en firme con la iglesia católica, “así que sigue siendo un país muy confesional”. 

A las 00:00 horas del martes 26 de mayo, la primera pareja del mismo sexo se casó civilmente en Costa Rica y en Centroamérica. “A raíz de esto, sectores religiosos están impulsando un proyecto de ley para revertirlo”, mencionó Ulloa, sobre la reacción de algunos sectores religiosos ante el acontecimiento. Opinó que debe limitarse el campo de acción de la iglesia en la política, porque esto repercute en el cumplimiento de los derechos humanos.

La investigadora de la Universidad Estadual de Maringá de Brasil, Marcela Cristina Quinteros, expresó que “para la iglesia católica, Brasil es un país importante, debido a que es uno de los países con más católicos del mundo”. En la actualidad, el congreso brasileño es controlado por el sector evangélico, por el sector financiero y por el sector ganadero, manifestó.

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