Nayib Bukele dijo que las mujeres están “61 % más seguras” en su gobierno, cuando fue informado de la reducción de feminicidios desde que asumió la presidencia. Su discurso, sin embargo, es engañoso porque se limita a la violencia feminicida y omite decir que hay otros tipos de violencia que las mujeres sufren, sobre todo con más frecuencia durante la cuarentena domiciliaria. La coordinadora de investigaciones de feminicidios de la Fiscalía dijo a GatoEncerrado que el Gobierno debería hacer un análisis cualitativo de la situación de las mujeres y no solo cuantitativo.
🗓️ 6 de junio de 2020
E
l presidente Nayib Bukele afirmó que su gobierno ha logrado que las mujeres estén un “61 % más seguras”. Eso fue lo que dijo en la cadena nacional de radio y televisión, el jueves 4 de junio. Llegó a esa conclusión después de que el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas, le informó que los feminicidios redujeron 61 %, de enero a los primeros días de junio de este año y desde que Bukele asumió la presidencia en junio del año pasado, según datos revisados por la mesa técnica conformada por la Policía Nacional Civil (PNC), Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto de Medicina Legal (IML). Lo que Bukele omitió en su discurso público es que durante la cuarentena domiciliaria obligatoria los datos también revelan un aumento en los casos de feminicidio. Su análisis, además, se limita a lo cuantitativo y deja de lado el contexto de los diferentes tipos de violencia contra las mujeres.
La falta de contexto o hacer una declaración con información a medias hace que la afirmación del presidente Bukele encaje en la definición de Engañosa, que es una de las seis categorías bajo las que Ojo de Gato hace verificaciones del discurso público del Ejecutivo.
La coordinadora nacional de casos de feminicidios de la Fiscalía, Graciela Sagastume, dijo a GatoEncerrado que la imprecisión está en limitarse a un análisis cuantitativo del problema, que provoca la controversia o el malestar por parte del movimiento de mujeres en el país, quienes incluso realizaron una marcha virtual en redes sociales, este 5 de junio, debido a las declaraciones del presidente. Para Sagastume, es necesario hacer un análisis cualitativo de la violencia contra las mujeres.
En relación a los casos de asesinatos, Sagastume calcula que anualmente el 89 % de las víctimas son hombres y el 11 % son mujeres. Esta cifra parece que no es alarmante cuando se comparan los asesinatos entre ambos sexos, “pero cuando usted hace el análisis cualitativo, debe valorar que a ese 89 % de hombres que han matado no los han matado por su condición de hombres, por lo que representan, los han matado en otros contextos. Diferente es que a las mujeres, en su mayoría, de ese 11 %, nos podemos arriesgar a decir que un 9 % han muerto por misoginia, por su condición de mujer, y hay un 2% que han muerto en otros contextos. Eso es lo alarmante”, explicó la fiscal.
El presidente Bukele y su ministro de Seguridad, no consideraron en su análisis que la violencia contra las mujeres no se limita a los asesinatos de mujeres o feminicidios. “Ellos miden la violencia contra la mujer solo por feminicidio, en esa intervención muy particular que se hizo (en la cadena nacional). Pero se sabe que la violencia contra la mujer no solo es la violencia feminicida. En la ley manejamos siete tipos de violencia”, aclaró Sagastume.
Los funcionarios afirmaron que, a partir de ese 61 % de reducción de feminicidios, las mujeres salvadoreñas están “más seguras en este gobierno de lo que estaban en el gobierno anterior”. Pero el artículo 9 de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (Leiv), no solo considera la violencia feminicida. También tipifica la violencia económica, la violencia física, la violencia psicológica y emocional, la violencia patrimonial, la violencia sexual y la violencia simbólica. El artículo 10 agrega que hay otras tres modalidades de violencia: comunitaria, institucional y laboral.
De acuerdo con cifras de la Fiscalía, del 1 de enero al 1 de junio del 2019, se cometieron 64 feminicidios, ingresados al sistema. En el mismo período, del 1 de enero al 1 de junio de este año, la FGR reportó 24 feminicidios. “En números estadísticos ha habido una disminución considerable, pero solo (si se ve) con análisis cuantitativo”, explicó a GatoEncerrado.
Sagastume recomendó al Gobierno no medir la violencia contra las mujeres solo a través de los feminicidios o la muerte de mujeres, porque la violencia tiene otras manifestaciones; por ejemplo, la de tipo sexual. “Podemos ver que no es tan segura la vida de las mujeres y niñas en el país porque hay violencia de otros tipos”, dijo.
Fuente: Ormusa
“Ese dato es importante (el 61% de reducción de los feminicidios), porque hay algunas onegés que han estado diciendo que la violencia contra la mujer ha subido en este gobierno”, mencionó el presidente Bukele en la cadena, después de escuchar el dato. “Cosa que es completamente falsa”, respondió el ministro de Seguridad.
Las organizaciones defensoras de las mujeres han denunciado el incremento de la violencia contra las mujeres en el contexto de la pandemia y las medidas restrictivas de movilidad, que han encerrado a las mujeres con sus agresores que, generalmente, son sus parejas. La Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa) ha reportado un aumento del 70 % de la violencia contra las mujeres desde la implementación de la cuarentena domiciliar, según el registro del Centro de Atención Legal de Ormusa.
“Las organizaciones hemos reconocido que hay una disminución (de los homicidios), lo que hemos dicho es que el problema persiste: que la disminución no significa erradicación y que las formas en las que mueren las mujeres siguen siendo crueles y a manos de sus parejas. El lugar de mayor riesgo, y lo ha evidenciado esta pandemia, ha sido el hogar, y que esto sigue sin alterarse”, dijo a GatoEncerrado la Coordinadora del Programa por una vida sin violencia de Ormusa, Silvia Juárez.
De acuerdo con los datos del Observatorio de Estadísticas de Género, de la Dirección de Información y Análisis (DIA) del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, de enero a diciembre de 2019 ocurrieron 277 feminicidios; esa cantidad es 40 % menos de los casos ocurridos en 2018, cuando hubo 386 muertes violentas de mujeres. El gobierno de Bukele adjudica la disminución al plan Control Territorial, que implementó a partir de junio de 2019. El contenido y la estrategia de seguridad son secretos para la sociedad civil.
Según el monitoreo de medios realizado por el Observatorio de Violencia contra las Mujeres de Ormusa, solo en el periodo comprendido entre el 17 de marzo y el 2 de junio de 2020, ocurrieron 26 muertes violentas de mujeres. La FGR ha calificado 13 de esos casos como feminicidios, mientras que los otros 13 siguen en investigación. La coordinadora fiscal explicó que la calificación queda en firme hasta que hay sentencia definitiva de los casos. Sagastume también informó que de los 13 casos que la Fiscalía ha calificado como feminicidios, “6 o 7 ya fueron judicializados”.
La coordinadora fiscal detalló que del 1 de enero al 15 de marzo de este año, antes de la implementación del confinamiento obligatorio, hubo 11 feminicidios y agregó que del 16 de marzo al 20 de marzo, que fue una cuarentena parcial, la Fiscalía no registró feminicidios.
“Si usted se fija, los primeros tres meses (enero, febrero y marzo), la cantidad de muertes violentas de mujeres realmente fue bastante reducida. En abril se levantó considerablemente. Lo mismo en mayo y estábamos en plena cuarentena. Es decir, lo que levanta las alertas es considerar que el hogar, como espacio de confinamiento y donde se va a librar la batalla de una pandemia, se vuelve el espacio de mayor violencia contra las mujeres”, señaló la coordinadora de Ormusa.
Juárez agregó que es “peligroso dar declaraciones triunfalistas (como las de Bukele) cuando, en una pandemia, donde las mujeres estuvieron confinadas, se enfrentan ya 26 feminicidios”.
Tanto Juárez como Sagastume concuerdan en que es alarmante la cifra de violencia sexual en el país, que puede acabar con el proyecto de vida de mujeres y niñas y, lejos de presentar disminución, se mantiene. Según datos de la Fiscalía, del 1 de enero al 1 de junio de este año, se han registrado 2,044 casos de violencia sexual, mientras que del 1 de enero al 1 de junio de 2019, ingresaron 2,644. Eso representa una leve disminución.
Este patrón también es palpable en relación a las expresiones de violencia, que del 1 de enero al 1 de junio de 2019 hubo 1,620 expedientes, mientras que en el mismo período de este han ocurrido 1,581.
La cantidad de mujeres desaparecidas aumentó en 2019. En 2018 hubo 560, según el Observatorio de violencia de género contra las mujeres de Ormusa, mientras que en 2019 hubo 676, lo que equivale a un aumento del 17%. Los datos de Ormusa están basados en informes de la PNC. “Hemos disminuido muertes (de mujeres) nada más, por lógica, porque han disminuido todas las muertes (incluidas las de los hombres)”, reiteró Sagastume.
Bukele agregó, a su afirmación, que hay organizaciones de mujeres que responden a intereses partidarios y que por esa razón insisten en denunciar los casos de feminicidio y violencia contra las mujeres.
Para Silvia Juárez, vincular las denuncias de la violencia contra las mujeres con el escenario político partidario, cuando en realidad es un problema estructural, “solo pretende ocultar las causas y maquillar las consecuencias de algo que siempre, las feministas y las organizaciones, hemos venido cuestionando en todo gobierno en turno”.
Según el artículo 13 de la Leiv, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu) debe elaborar política públicas, presentar propuestas a las instituciones del Estado y “definir estrategias y gestionar ante la situación de emergencia nacional o local, a efecto de prevenir y detectar los hechos de violencia contra las mujeres”. El artículo 22 dice que el Sistema Nacional de Protección Civil, Prevención y Mitigación de Desastres, deberá “garantizar que en las situaciones de riesgo y desastre, la atención a las mujeres se diseñe y ejecute tomando en cuenta su condición de vulnerabilidad de género y las necesidades propias de su sexo”.
El Isdemu, institución rectora de la Leiv, no ha sido consecuente con estos dos artículos, según organizaciones y el seguimiento a casos que ha hecho GatoEncerrado. “La emergencia tomó la desprotección sistemática que se ha mostrado contra las mujeres. No se contaba con un plan de emergencia (que debería haber sido impulsado por Isdemu) y ese es el efecto de 26 mujeres asesinadas”, dijo.
Juárez recomendó no trivializar o minimizar el problema estructural de la violencia contra las mujeres. Agregó que hay que trabajar reconociendo toda la experiencia que viven las mujeres, crear estructuras y presupuestos sensibles y directamente proporcionales que enfrentan las mujeres.
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