El segundo modelo es el diseñado por Urbánica. Al sudoeste del proyecto el color rojo, el estudio de impacto ambiental consigna, una amenaza “alta” a lahares de 100,000 metros cúbicos; en amarillo la amenaza lahar de 200,000 metros cúbicos; y en verde la amenaza lahar de 300,000 metros cúbicos.
“En el país estamos sobrados de información, pero poco se conoce. Esto es importante porque la gente tiene que saber a dónde vive; nosotros, también, como servidores públicos o cualquier persona que trabaje en la gestión de riesgos, tiene que hacerle ver a la gente dónde vive, y en los alrededores qué amenazas puede estar relacionada”, exhortó Hernández.
Esta revista tiene un año intentando conseguir una entrevista con representantes de Urbánica, empresa inmobiliaria de la familia Dueñas, para ahondar sobre las evaluaciones de riesgo y los conflictos socioambientales que se plantean, pero hasta el cierre de esta investigación no hubo respuesta.
La primera gestión fue con la agencia de comunicaciones Estratégica, que por algún tiempo llevó la cuenta de Urbánica. La segunda gestión, a través de Priscila de Martín, relacionista pública de Urbánica.
El último paso para que Ciudad Valle El Ángel se construya está en manos de la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS), que gestiona los permisos de construcción.
GatoEncerrado gestionó una entrevista con la directora ejecutiva de la OPAMSS, la arquitecta Yolanda Bichara, pero tampoco hubo una respuesta.
Según la red social Linkedin de Bichara, entre 2009 y 2014, trabajó como gerente de planificación territorial y diseño urbano para León Sol Aquitectos Consultores, S.A. de C.V.; la firma arquitectos que ha diseñado las dos nuevas ciudades en el Valle El Ángel.
El pasado 27 de noviembre, Bichara participó en una conferencia virtual en donde habló de la renovación urbana y su impacto en el área metropolitana de San Salvador.
En la conferencia planteó que uno de los grandes problemas de los proyectos urbanísticos actuales es que no están apostándole a construir proyectos populares, que lleguen a usuarios de salarios bajos.
Sin entrar en detalles, la funcionaria habló de la vulnerabilidad ambiental de algunos sectores de San Salvador.