Foto/Emerson Flores
Bertha Deleón es una mujer fuertemente criticada por sus preferencias políticas del pasado. Ha apoyado a personajes como el expresidente de la República Mauricio Funes y al actual mandatario Nayib Bukele, a quien incluso defendió en un proceso judicial. Se define como una mujer de izquierda, aunque es candidata a diputada por San Salvador en Nuestro Tiempo, un partido de derecha que nació de una ruptura de Arena. Deleón dice que desconfía de Fabio Castillo, uno de los miembros del equipo ad hoc que estudia las propuestas de reformas a la Constitución de la República, porque “se vende como persona de izquierda, pero aparece asesorando a grandes empresarios y los intereses desde el poder”, lo cual le parece hipócrita y controversial. Por razones similares, Deleón también ha sido cuestionada. Ella misma reconoce que es una persona que tiene incoherencias, pero asegura que sus virtudes logran equilibrar su esencia, como la valentía para desligarse de un proyecto que esconda corrupción.
Entre algunas de sus facetas, Deleón es reconocida por defender derechos de mujeres que han sido encarceladas por emergencias obstétricas y representarlas judicialmente, para lograr su libertad en un país que penaliza de manera absoluta el aborto. Uno de los principales candidatos para las elecciones legislativas del próximo 28 de febrero es Johnny Wright, quien propuso reformar la ley para despenalizar la interrupción del embarazo en dos causales, pero no lo logró. Deleón explica que su propuesta, que es su principal bandera de campaña, será diferente y cuenta con el respaldo de grupos feministas que han visto su labor desde el movimiento social. De hecho, su candidata a diputada suplente, Keyla Cáceres, proviene de organizaciones civiles que luchan por cambiar esa realidad. En esta entrevista con GatoEncerrado, detalla cómo pretende lograr esta hazaña en un escenario político que mayoritariamente está en contra de salvar a las mujeres a través de la interrupción del embarazo.
Para empezar, me gustaría tener claridad acerca del partido Nuestro Tiempo. Según entrevistas a distintos candidatos y candidatas, así como en los estatutos, parece que no hay claridad ideológica en el partido. ¿Cómo los votantes pueden tener confianza en Nuestro Tiempo ante la ausencia de claridad ideológica? ¿Cuál es el proyecto político del partido?
En primer lugar, decirle que, según los estatutos, el partido se ha definido como un partido de centro humanista. Si bien es cierto, esta definición es como, ¿qué significa?
Sí, ¿qué es eso?
Yo creo que también debemos tomar en cuenta quiénes son los fundadores. La mayoría son jóvenes de centro derecha. Ya son generaciones nuevas, incluso algunos hijos de gente de Arena, por ejemplo, pero que tienen una mentalidad progresista, al menos varias de las personas que yo conozco. Creo que es una gran oportunidad, porque están asumiendo temas controversiales como el aborto, los derechos de la comunidad LGBT, con pluralismo. Una realidad que siempre ha estado presente en todos los partidos, porque en todos los partidos hay diferencias en cuanto al tema del aborto, por ejemplo. Pero lo que se toma es que, como es un tema controversial, simplemente de ese tema no se habla.
En los partidos políticos está marcada la ideología política: (sabemos cuando decimos) este partido es de derecha y este de izquierda; pero en el caso de Nuestro Tiempo, no parece muy claro. ¿El pluralismo al que hace referencia no afecta a la hora de tomar un acuerdo?
Yo creo que si se maneja con seriedad, y si cada una de las personas que tiene posturas distintas entabla un diálogo dentro del respeto, yo creo que no hay ningún problema, porque de hecho los partidos reflejan a la sociedad. En la sociedad hay diferentes ideologías y diferentes abordajes.
Aunque usted ya mencionaba que le fue difícil incorporarse al partido siendo una persona de izquierda.
Sí, me fue difícil. Yo soy una persona de izquierda, y he venido y tengo una trayectoria en la defensa de los derechos de las mujeres desde la izquierda progresista. Porque en la izquierda también hay personas que se oponen al aborto, por ejemplo. Entonces, sí fue un problema. De hecho, tengo 42 años y nunca me había afiliado a un partido político justamente por eso, porque me resulta difícil. Al final, tomé la decisión de afiliarme y sostuve, antes de afiliarme, ante una reunión en el consejo directivo del partido, porque me preocupaba mucho el tema de la disidencia, y hablé con ellos y garantizaron que no solo yo voy a tener la libertad de disentir y que el disenso va a ser tratado con respeto, no va a ser una falta grave por la cual me van a querer expulsar, por ejemplo. Yo pienso, y la experiencia corta que tengo con el partido, es al respecto que hay mucha gente con pensamiento progresista que pienso yo que es un avance en cómo se hace política en el país.
Sobre ese mismo tema, es bastante visible que el movimiento feminista le ha dado el apoyo y la confianza. ¿Cómo va a cumplir las expectativas del movimiento si el partido es de derecha y el movimiento de izquierda?
Agradezco mucho el apoyo de las mujeres feministas. No de todas. El feminismo también tiene sus corrientes y sus divisiones, pero realmente las mujeres que me están apoyando venimos trabajando juntas desde 2013. Yo he respaldado, incluso legalmente, y defendido mujeres que están presas por complicaciones obstétricas. He venido haciendo activismo en la defensa de los derechos de las mujeres y creo que también eso explica por qué han decidido apoyarme, porque no es algo nuevo. No es una bandera que estoy levantando para atraer votos, sino que es consecuencia de mi trabajo en el feminismo y en el activismo.
En relación a lo de ser consecuente: usted apoyó al expresidente Mauricio Funes y también apoyó al presidente Nayib Bukele. En ambas ocasiones usted se ha decepcionado. ¿Cree que volverá a decepcionarse esta vez con el partido Nuestro Tiempo?
Espero que no. Y obviamente la posición de la que partimos es distinta. Yo voté por Mauricio Funes, voté por Nayib Bukele, y di mi apoyo como una ciudadana, sin afiliación partidaria, ni al Frente ni a Nuevas Ideas. Lo que hago ahora en Nuestro Tiempo es distinto, porque yo ya me afilié al partido. Pertenezco al partido. Estoy buscando una candidatura como diputada de ese partido y obviamente, si la decepción viene, debe ser tratada y abordada de otra forma. Estoy dentro del partido.
Acerca de las propuestas que vienen del movimiento feminista, en la Asamblea Legislativa se conoció la propuesta de Lorena Peña, se conoció la de Johnny Wright sobre despenalizar el aborto, pero ninguna prosperó. ¿Por qué su propuesta va a ser diferente y tiene posibilidades? La nueva Asamblea Legislativa, muy posiblemente va a tener una mayoría de Nuevas Ideas con el apoyo de Gana, que no promulgan con estas ideas.
En primer lugar, lo estoy asumiendo desde la campaña porque creo yo que es bien importante que un candidato o candidata se atreva a asumir la interrupción del embarazo dentro de sus propuestas de campaña, porque estamos en una sociedad bien conservadora, bastante doble moral, en la que levantar esta bandera tiene mucho desgaste. De por sí eso es un plus, que yo esté asumiéndolo desde la campaña y esa va a ser también mi forma de asumirlo en la Asamblea. No con timidez como Lorena Peña, que era como tiraba la piedra y escondía la mano. Incluso también Johnny, pienso que tuvo un papel muy mesurado. Es necesario poner sobre la mesa datos de violencia sexual: 37 niñas y adolescentes embarazadas diariamente en el país. Falta total de atención por parte del Estado al embarazo adolescente, que deja a niñas criando niños. Sin ningún apoyo, ninguna asistencia, complicando más porque justamente es la gente que está inmersa en violencia, inmersa en delincuencia. Hay que abordar el tema con datos. Abordar el tema con historias de mujeres. He trabajado la propuesta con Imelda Cortez, con Evelyn. Y estas mujeres que han sufrido encarcelamiento injusto producto de la penalización absoluta y que están dispuestas a ir a la Asamblea. Yo creo que eso va a hacer la diferencia. Trabajar también de la mano con organizaciones de sociedad civil, que hagan eco este activismo y que cale. Porque ese ha sido el éxito en Argentina, por ejemplo. Se ha logrado la ley de interrupción voluntaria del embarazo en Argentina porque la sociedad civil asumió un papel beligerante y ha tenido el apoyo de la Asamblea. Eso pretendo hacer.
¿Por qué cree que no prosperó la propuesta de Lorena Peña?
Porque no buscó realmente la reforma. Ella la presentó, creo yo, movida por la presión del movimiento feminista, pero el trabajo de consenso en la Asamblea yo no lo vi al menos. No sé si habrá existido. No vi que realmente se le diera impulso dentro de la Asamblea y se tratara bajo criterios de salud pública y sobre la base de casos.
¿Y en el caso de Johnny Wright por qué no prosperó?
Creo que por lo mismo. No solo importa presentar la propuesta y hacer una conferencia de prensa para decirlo, sino también es todo un trabajo de consenso dentro, un trabajo de diálogo incluso con la gente que se opone totalmente. Obviamente, con respeto.
¿Qué piensa sobre la resolución 1898 de la Sala (de lo Constitucional) que obliga a los diputados a que discutan (sobre el aborto) a pesar de que estén en contra y que sus estatutos digan que están en contra?
Han pasado 13 años desde que se emitió esa sentencia sin que la Asamblea regule esos casos que la Sala ha identificado como conflicto entre bienes jurídicos. La Sala ya ha dicho que el valor de la vida no es absoluto y que hay casos específicos en los cuales se da un conflicto entre la vida de la gestante y el producto y que la Asamblea debe regular ese conflicto. La Asamblea está en deuda.
¿Cómo ve el papel de la Sala que no exige resultados a los diputados y diputadas?
Lo que pasa es que también en la Sala incluso hay constitucionalistas que están tuiteando, por ejemplo, y que dicen que esa sentencia no obliga a la Asamblea a regular el conflicto.
¿Ellos mismos lo dicen?
Ellos mismos. Yo creo que también es un tema de clasismo, porque las mujeres que ven conculcados sus derechos a la vida, a la salud, a la libertad, son pobres. La sala también responde a intereses y es un tema escabroso que no van a asumir porque hay un poco de clasismo, eso hay que decirlo. Pero yo sí creo que está claro que hay un vacío legal que debe llenarse y debe ser llenado por la Asamblea, porque hasta ahorita ese vacío legal lo que hace es que tanto médicos o la mujer que tiene un aborto espontáneo sean señalados, enjuiciados penalmente y el conflicto se resuelve en el proceso penal bajo la aplicación de una excluyente de responsabilidad que es como la no exigibilidad de otra conducta, por ejemplo, pero que nadie se quiere arriesgar porque eso significa que el conflicto se va a resolver cuando usted esté presa. Las mujeres hasta dos años en detención provisional, un médico hasta su carrera amenazada, la exposición de los medios. Eso explica que esa no es la forma más efectiva para colmar el vacío legal.
Usted pretende hacer una propuesta de reforma al Código Penal.
Sí. Yo lo que pretendo es que claramente se regulen los casos en los cuales el aborto no va a ser punible.
¿En qué casos específicamente?
En primer lugar, el caso en el que la mujer tenga una enfermedad, que es incompatible con el embarazo. Tenemos casos de cáncer en fase terminal, mujeres que han muerto porque no pudieron interrumpir su embarazo. Sabemos que una mujer embarazada no puede recibir radioterapia, quimioterapia. No puede ser intervenida quirúrgicamente entonces lo que pasa es que se mueren los dos: se muere el feto y la gestante. En esos casos, de cardiopatías congénitas, casos de insuficiencia renal grado 5. Esos casos y que no va a ser una obligación que la mujer aborte, sino que simplemente va a ser una opción. Si la mujer es religiosa y cree en los milagros y quiere ver si se salvan las dos vidas lo va a poder hacer, pero nadie la va a obligar. Pero aquellas mujeres que ya son madres de dos o tres niños y que pueden dejar a la orfandad si se mueren puedan optar a esta causal. La otra sería en casos de violación y no solo en casos de niñas y adolescentes, porque esta distinción se hace como si al final las mujeres adultas, si te violan y quedas embarazada hacele frente, porque sos adulta.
Se ha visto al equipo ad hoc, que estudia las propuestas de reforma a la Constitución, reunido con la iglesia, y la iglesia le dice que no quiere que las mujeres interrumpan su embarazo. ¿Cuál es su postura en relación a este equipo que consulta con la iglesia estos temas de salud pública?
Muy lamentable, porque las consultas las deben hacer con las mujeres, principalmente. Antes que con la iglesia, antes que con otras organizaciones deben ser las consultas con las mujeres. Porque es un tema de mujeres, que nos afecta a nosotras y nuestros proyectos de vida, incluso las vidas de los mismos niños. Yo realmente veo con mucha desconfianza ese equipo jurídico. Solo desde su integración, con el vicepresidente (Félix) Ulloa y la inclusión de Fabio Castillo. Realmente no me merece credibilidad.
¿Por qué desconfía de Fabio Castillo?
Mire, la figura del doctor Fabio Castillo ha sido siempre un personaje muy oscuro. Es una persona que se mueve dependiendo de cómo se mueve el poder. Y me parece que no debería de entrar dentro de esa comisión.
¿Pero qué le ha hecho pensar que es un personaje oscuro?
Él siempre se vende como persona de izquierda, pero aparece asesorando a grandes empresarios y los intereses desde el poder. Desde ahí me parece una posición bastante controversial e hipócrita.
Regresando al tema de la despenalización del aborto. Hablábamos del pluralismo y las opiniones contrarias entre los candidatos. Hace poco se conoció que un candidato, Roberto Duarte, publicó un mensaje en sus redes sociales y decía: “No pidas aborto, pide que te quiten la matriz. Eso sí es decidir sobre tu cuerpo”. ¿Cuál es su reacción sobre el mensaje del candidato de su partido?
Muy lamentable ese tipo de comentarios, que totalmente lo único que reflejan es un desconocimiento del tema. Quizás una necesidad urgente de posicionarse en términos electorales. Es una discusión que también se está teniendo en el partido. Es cierto que el partido nos da libertad de conciencia o de pensamiento para este tema del aborto, pero eso no significa que lo vamos a abordar desde la trivialidad, desde la ignorancia, sin leer, no. Significa que, si está a favor, debe presentar argumentos. Si está en contra, argumentos. Pero obviamente, con seriedad.
¿No se discute el tema dentro del partido? Para tratar de informar más.
Sí. De hecho, previo a la redacción de la plataforma legislativa del partido, hicieron varias mesas de consulta con candidatos y con miembros del partido. Este fue uno de los temas que se discutieron en la mesa de derechos humanos, junto a los derechos de la comunidad LGBT, y pues, como en todo partido hay posiciones contrarias. Pero, contrario incluso a lo que yo pensé, la gran mayoría se inclinaba porque se hable de la despenalización por causales. Lo cual da esperanzas, porque es una posición progresista que beneficia a las mujeres.
Ya que menciona al movimiento LGBTI. ¿Cómo es su relación con el movimiento y con los derechos de las personas que pertenecen a estas poblaciones? ¿Las va a apoyar si llega a alcanzar un puesto en la Asamblea?
Sí. De hecho, una de las propuestas de nosotros es darle impulso a la ley de identidad de género. Creemos que es prioritario, que es una población muy excluida por la misma sociedad conservadora y doble moral en la que vivimos. Es un tema muy controversial que tiene muchos costos asumirlos. Nosotros, desde la campaña, junto a Erick Iván, por ejemplo, que también es candidato del partido por San Salvador, estamos asumiéndolo dentro de nuestras propuestas. Creo que para decidir si una persona tiene o no derechos, la base es la dignidad humana. En ese sentido, creo que todas las personas tenemos derechos y tenemos que tener formas de garantizar esos derechos.
¿Y en relación a los derechos sexuales y la salud reproductiva de las mujeres tiene propuesta?
Sí. Tenemos la propuesta de educación sexual integral. Creo yo que esta es como una herramienta que puede ayudar a reducir la violencia sexual de las niñas y las adolescentes, y los niños también. La violencia sexual en las casas es una realidad en el país y hay un montón de estudios sobre ese tema y yo sí estoy convencida de que la reducción de ese tipo de delito y de victimización pasa por educación. Que los niños desde la parvularia, como es en los colegios privados. En los colegios clase media para arriba, en los que se paga la educación, ahí sí le dan educación sexual integral. Conocimiento de su propio cuerpo, el reconocimiento y cuáles son mis partes privadas y si me tocan tengo que alertar a un adulto responsable. De eso estamos hablando y sí tenemos una respuesta y que pasa por el enfoque de derechos. La iglesia no tiene nada qué ver en esto. Estamos en un Estado laico y ese tema tiene que discutirse bajo esos criterios de derechos y obviamente de interés superior de niños y niñas.
Sobre los derechos sexuales y reproductivos, durante la pandemia vimos que no se manejó con enfoque de género la crisis sanitaria. ¿Cómo evalúa el manejo de la pandemia y el enfoque de género en el país?
En general yo creo que hasta la fecha el gobierno no nos ha mostrado ningún plan de atención y contención del virus, para empezar, que fue todos que estuvimos casi cuatro meses encerrados pedíamos y nunca vimos nada. A parte de la manipulación de datos sobre muertes, contagios, yo creo que nadie cree en los números que presentan y también incide en la conciencia que la gente tenga de la gravedad del problema. Yo creo que obviamente ha estado totalmente descuidado y el tema de cuidados en la casa, quiénes nos hacemos cargo de la crianza de los niños, de los oficios de la casa, de todo lo que implicó estar encerrado. Solo corresponde el 80 % a las mujeres, y eso es enfoque de género. Estamos sobresaturadas emocionalmente, físicamente, intelectualmente, porque muchas mujeres trabajamos. Por ejemplo, en mi caso estoy como litigante siempre penal, porque es mi fuente de ingresos, estoy haciendo política partidaria, soy mamá de dos niños y estoy el 80 % del tiempo de los niños, al frente de su crianza. A parte, una tiene propias necesidades y eso creo que se ha visto muy marcado en la pandemia y que también es una oportunidad que tenemos las mujeres para aprovechar, para poner sobre la mesa los cuidados y la crianza y regulemos eso, porque hay que asumir esto con corresponsabilidad.
¿Y cómo se podría llegar a regular eso?
Tiene que haber toda una discusión. Primero, con solo decir es necesario que hablemos de cuidados. Es necesario que hablemos de corresponsabilidad. Ya hay una política trabajada sobre cuidados, pero hay que pensar en el marco regulatorio para que esa política se pueda ejecutar. Yo estoy dispuesta a abanderar el tema de los cuidados desde la Asamblea, que es otro de los temas de mujeres prioritario, y no solo mujeres en condición de vulnerabilidad, sino que todas las mujeres que a raíz de la pandemia hemos visto. Hijole, hemos tenido que hacer malabares con el tiempo como mamás, como maestras ahora que los niños no van a los colegios, en nuestro trabajo, en otras actividades y en la salud mental impacta un montón.
Usted ha mencionado que hay mujeres que no tienen acceso a redes sociales, pero entonces, ¿cómo trasciende su campaña de twitter a estas mujeres que no tienen redes?
Estoy haciendo un poco de territorio, con las limitaciones que implica la pandemia. Sí estoy visitando comunidades, en muchas de las comunidades me conocen algunas mujeres y me identifican en la defensa de derechos de las mujeres, lo cual es importante y tratando la manera de hablar con las activistas con las que he trabajado, con las organizaciones, y llamandolas a votar. Yo no pretendo venderme como una candidata perfecta, ni nada, pues tengo también mis incoherencias; sin embargo, creo que he demostrado que tengo capacidad para asumir temas complejos y tengo valentía para desligarme cuando considero que ya hay un proyecto con corrupción. Yo creo que esos son elementos valiosos para cualquier candidato.
Para ir finalizando, toquemos los recursos de nulidad que presentó en contra de la candidatura de Walter Araujo, que finalmente los magistrados con el criterio de mayoría simple dejaron en pie la inscripción (Esta entrevista se hizo antes de que la Sala de lo Constitucional emitiera como medida cautelar la inhabilitación de Araujo).
Es muy lamentable el papel de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral. Eso también evidencia que están movidos por intereses políticos. No podemos olvidar que algunos magistrados son elegidos por cuotas del partido que más votos obtuvo, por ejemplo. Gana tiene la presidencia del Tribunal Supremo Electoral y eso explica por qué permitieron a un candidato tan nefasto como Walter Araujo. Es un tipo que tiene un proceso penal abierto, ha incumplido medidas judiciales de protección, que es otro delito. Tiene récord en la procuraduría general de la república porque no paga cuotas de alimentos a un hijo. Es increíble que ese tipo de acciones no pueden ser tomadas en cuenta para valorar el requisito de honradez notoria.
De hecho, uno de los magistrados, Noel Orellana, dijo que (Walter Araujo) no había sido vencido en juicio. ¿No sería diferente la honradez notoria y ser vencido en juicio?
Es que la Sala de lo Constitucional ha dicho que uno de los parámetros para valorar la honradez notoria es si la persona cumple o no con resoluciones judiciales, aquí no estamos hablando de que ya fue vencido en juicio, no. Estamos hablando de que hay medidas que le obligan a él a no mencionarme, a no no hostigarme, a no ejercer maltrato en ningún medio desde junio del 2020, y él hasta la fecha sigue mencionándome. Por lo tanto, no está cumpliendo con una resolución judicial, no es necesario que sea vencido en juicio. Por otro lado, no puedo esperar mucho de Noel Orellana, si él era una persona que cuando fue asesor en la Asamblea era acosador de mujeres, y eso todo el mundo lo sabe. No le podemos pedir peras al olmo, es parte de la misma corrupción que estamos señalando. Raro sería que él resolviera una cosa distinta.