
Licenciado en Administración de Empresas, Director General de TECHO en El Salvador, con más de 10 años de experiencia en organizaciones del tercer sector tanto en El Salvador como en Chile, con enfoque en mejorar las condiciones de vida de las personas en situación vulnerable.
Desearía que los aspirantes a un curul en la Asamblea Legislativa y a cargos municipales presentaran propuestas para revertir los daños en temas económicos, para que las personas más afectadas puedan ver una luz al final de túnel, que en lugar de estar discutiendo “quién es el mejor”, presenten propuestas que ataquen directamente estos problemas sociales.
Por Jafet Morales*
La agenda pública en El Salvador recientemente está rodeada de proselitismo y campañas electorales, vemos en todos lados caras nuevas y caras conocidas; todo gira en torno a las elecciones del 28 de febrero de 2021. El país está expectante a lo que sucederá, ya que este hito marcará el rumbo de El Salvador durante los próximos tres años.
Con el contexto de la crisis de salud en el mundo, se han intensificado las brechas de desigualdad y muchas personas bajaron al umbral de la pobreza y pobreza extrema. Según la CEPAL, para finales del 2020, 4 de cada 10 salvadoreños estarían en situación de pobreza; en comparación con 2019 esto significa un aumento de 6.5 %. “Se estima un incremento de la pobreza de 31% a 41% de la población; algunos hogares bajaron de estrato de ingreso medio a pobreza. A septiembre de 2020 se perdieron 50,800 empleos formales (cotizantes al ISSS) respecto al año anterior, y un estimado de 127 mil empleos informales”, indicó el informe de coyuntura económica de noviembre 2020 de FUSADES.
Pese a toda esta vorágine de información, lo que más nos hace falta de parte de los candidatos son propuestas claras, necesitamos conocer qué piensan y qué estrategias tienen diseñadas para llevar a El Salvador por el camino del crecimiento. Sigo observando que todos los candidatos no presentan propuestas para reactivar la economía, reducir la pobreza, combatir el desempleo y mucho menos para reducir el déficit habitacional.
Sabemos que esta pandemia afectó a muchas personas, pero la desigualdad fue evidente al golpear hogares donde las personas tienen menos oportunidades académicas, menos ingresos y menos herramientas para subsistir. Debido a esto, estas personas no pueden hacer teletrabajo y necesitan salir de casa para sobrevivir día a día.
Desearía que los aspirantes a un curul en la Asamblea Legislativa y a cargos municipales presentaran propuestas para revertir los daños en temas económicos, para que las personas más afectadas puedan ver una luz al final de túnel, que en lugar de estar discutiendo “quién es el mejor”, presenten propuestas que ataquen directamente estos problemas sociales.
Pero no solo se deben estructurar propuestas unilaterales, es un buen momento para que los aspirantes a diputados y alcaldes demuestren que tienen un pensamiento diferente a lo tradicional. Además, que en la generación de estas propuestas para llevar a El Salvador por el camino correcto, se incluya a más actores, a organizaciones del tercer sector, a organizaciones sociales, a representantes de la sociedad civil, a tanques de pensamiento, para que estos nuevos proyectos sean formulados desde las personas que viven esta realidad día con día.
Si se logra generar propuestas desde el territorio, no dudo que los efectos positivos serían enormes y significaría una verdadera transformación en la realidad de las personas en situaciones de vulnerabilidad.
Licenciado en Administración de Empresas, Director General de TECHO en El Salvador, con más de 10 años de experiencia en organizaciones del tercer sector tanto en El Salvador como en Chile, con enfoque en mejorar las condiciones de vida de las personas en situación vulnerable.
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