Una multitudinaria marcha, a la que asistieron al menos 18,000 personas, partió de la plaza Divino Salvador del Mundo hacia la Plaza Gerardo Barrios, en el centro de San Salvador, para conmemorar el día del orgullo LGBTI, que se celebra cada junio. Las principales demandas de los colectivos y participantes eran la falta de políticas públicas para la diversidad sexual y en contra de la decisión de la nueva Asamblea Legislativa de enviar al archivo la propuesta de Ley de Identidad de Género que estaba en discusión en la Comisión Legislativa de la Mujer y la Igualdad de Género. La aprobación de esa ley daría derecho al nombre y a otros derechos básicos de la población trans.
Personas de todas las edades, algunos acompañados de sus familias, otros con temor de que sus seres queridos les vieran en alguna fotografía, caminaron por las calles de San Salvador para exigir que sus derechos sean reconocidos en un El Salvador de mayoría cristiana y donde identificarse como parte de la población LGBTI aún es considerado como pecado. Bianka Rodríguez, directora de COMCAVIS Trans, destacó al final de la marcha la presencia de familias completas que acompañaron a sus seres queridos LGBTI. Según Bianka, ese respaldo es algo novedoso en las marchas.
En el país no existe la posibilidad del matrimonio igualitario ni leyes que incluyan a las personas trans en el sector laboral formal. Tampoco hay políticas destinadas a la adecuada atención a víctimas de crímenes por odio.