"Este día no va a salir nadie, váyanse para sus casas"

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Por Marvin Diaz

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Emerson Flores

Madres, padres, hijos, esposas, ancianos, mujeres embarazadas, con niños o con bebés en brazos, se movilizan todos los días al penal de Izalco, en el municipio de Sonzacate, Sonsonate, con la esperanza o la incertidumbre de ver salir a sus familiares capturados durante el régimen de excepción. 

A su llegada se enfrentan con un retén policial, ubicado en colonia La Chilena, en las cercanías de la carretera que conduce a Los Naranjos, a un kilómetro del centro penal. Ahí esperan información por varias horas.

Desde el 26 de marzo, la Policía Nacional Civil (PNC) contabiliza un total de 24,071 personas detenidas. Aunque el gobierno lo presenta como un éxito, muchas familias han denunciado detenciones arbitrarias y maltrato por parte de elementos policiales y miembros de la Fuerza Armada. 

Algunas personas se transportan en taxis, vehículos propios y otras en autobuses. Una madre de familia  dijo a GatoEncerrado que llega desde Santa Ana para preguntar por su hijo de 20 años, quien fue capturado frente a su casa el 27 de marzo, el día que entró en vigencia el régimen de excepción.

Aseguró que empezó a llegar desde el 22 de abril y no ha logrado información. Contó que gasta 2 dólares diarios en transporte público y, en ocasiones, hasta 40 dólares en taxi cuando es de noche y no encuentra bus. 

La mayoría de personas prefieren mantenerse anónimas por temor. Un hombre que llegó al lugar, comentó que esperaba la liberación de sus dos hijos que fueron capturados el 1 de abril, mientras trabajaban en un taller de carpintería.  Relató que tres agentes de la PNC llegaron al taller y pidieron que salieran a la calle para una revisión de rutina. 

“Ellos salieron, porque el que nada debe, nada teme. Al salir fueron capturados sin ninguna explicación y los llevaron a la patrulla”, dijo el padre de familia, que viaja desde Ahuachapán.

Comentó que ha buscado apoyo en la PDDH y la PGR, sin tener ningún éxito. Él dice que las medidas han sido una “bofetada” para el pueblo. Desconoce si le han hecho audiencia.

Mientras esperan, algunas personas hablan entre ellas sobre la detención de su familiar y se consuelan entre sí, mientras invocan a Dios.  

Habitantes de la zona también han aprovechado la afluencia de personas para instalar negocios, ofrecer parqueo y alquilar baños sanitarios, para las personas que llegan a esperar. 

GatoEncerrado pudo documentar cómo, en cuestión de tres minutos, un vendedor fue detenido por la PNC y se lo llevó en una patrulla. “El muchacho no estaba haciendo nada malo, estaba vendiendo, él vendía aquí”, dijo una de las mujeres que presenciaron la captura.  

En la medida en la que cae la tarde, el número de personas aumenta. Un agente de la PNC llama a sus superiores para avisar que “hay más gente” y preguntar si tienen información.

Entre las 5 de la tarde y las 7 de la noche, el policía recibe una lista con los nombres de los detenidos que serán liberados. Cada día un grupo de personas son liberados al no encontrarse pruebas. Sin embargo, hay días como este 3 de mayo en el que nadie salió.

A las 6 de la tarde el agente de la PNC se dirige a la multitud que se aglomera a su alrededor. “Este día, la lista es que no va a salir nadie, así que váyanse para sus casas”, informa el agente. Es evidente que el aviso los frustra. Recorrieron muchos kilómetros, gastaron dinero o perdieron un día de trabajo.

Después de saber que nadie será puesto en libertad, la gente comienza a abandonar el lugar.  

La colonia La Chilena recibe decenas de personas cada día. Son los familiares de las personas detenidas bajo el régimen de excepción, quienes esperan saber si sus familiares serán puestos en libertad. Foto/Emerson Flores.

El acceso hacia el Complejo Penitenciario Izalco se encuentra en un desvío de la carretera que conduce hacia Los Naranjos. Foto/Emerson Flores.

Las personas llegan en taxis o en autobuses desde tempranas horas del día. Otras llegan cerca de las cinco de la tarde, que es cuando se menciona la lista de los que serán liberados. Foto/Emerson Flores.

La mayoría de personas que llegan al lugar son mujeres, esposas o madres de los detenidos . Foto/Emerson Flores

La gente permanece de pie durante horas, para tener noticias de sus familiares. Muchos viajan desde departamentos más lejanos como Morazán y La Unión.  Foto/Emerson Flores.

Habitantes de la zona han aprovechado para instalar pupuserías y otros negocios en la zona. También hay vendedores de sorbete, agua y otros productos. Foto/Emerson Flores.

En el lugar es usual observar a mujeres embarazas, con niños o con bebés en brazos.  Foto/Emerson Flores

Muchos padres de familia y personas mayores viajan a diario para tener noticias sobre su familiar detenido. Foto/Emerson Flores.

Una madre de familia consulta a uno de los agentes que custodian el lugar, sobre el paradero de su hijo. El oficial le responde que espere, porque todavía no tiene noticias. Foto/Emerson Flores.

Un grupo de jóvenes pasa a través del retén, para llegar a su domicilio. Las personas que llegan a la zona tienen que identificarse para poder ingresar y solo quienes viven en el lugar pueden pasar. Foto/Emerson Flores.

Decenas de personas hacen un círculo alrededor del agente policial que dará los nombres de la lista de quienes saldrán del penal de Izalco. Las familias esperan con ansias este momento. Foto/Emerson Flores.

Un agente policial informa a las familias nadie será puesto en libertad.  Este 3 de mayo no hay lista con nombres de personas que saldrán del penal de Izalco. La gente se comienza a retirar del lugar, tendrán que seguir esperando hasta recibir noticias o la liberación de su familiar.  Foto/Emerson Flores.

Un joven que estaba vendiendo en la zona fue detenido por agentes de la PNC que pasaban por el lugar. El arresto duró cerca de tres minutos ante la conmoción de la gente que no se explicaba las razones para su arresto. GatoEncerrado buscó información sobre el detenido, pero la gente optó por no hablar por temor. Sin embargo, afirmaron que el joven estaba trabajando mientras lo arrestaron. Foto/Emerson Flores.

La gente comienza abandonar la zona del retén. Este día no podrán reencontrarse con su familiar que fue detenido durante el régimen de excepción. Foto/Emerson Flores.

La gente abandona el lugar a bordo de taxis, vehículos propios o alquilados. Otros se van en autobuses. Muchos de ellos regresarán al siguiente día con la esperanza de escuchar el nombre de su familiar en la lista de los liberados. Foto/Emerson Flores.

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