Patrimonio cultural

Destrucción del patrimonio cultural en San Salvador precede a la investidura inconstitucional de Bukele

Los preparativos para la investidura presidencial de Nayib Bukele, quien asumirá un segundo mandato de forma inconstitucional, han incluido la destrucción y demolición de patrimonio cultural e histórico en el centro de San Salvador. No existe evidencia de que las autoridades hayan seguido un proceso para garantizar y conservar el patrimonio cultural. Las intervenciones, según académicos, son irreversibles llegando al punto de incluso borrar parte del legado histórico de la ciudad. La pregunta que queda es: ¿Aún se le puede llamar “histórico” al centro de San Salvador?

Foto Francisco Otero
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Por Francisco Otero y Beatriz Benítez

Mayo 30, 2024

Apresurados. Así lucen decenas de empleados y obreros que trabajan contrarreloj en la “revitalización del Centro Histórico de San Salvador” y en los actos preparativos para la ceremonia de toma de posesión, el sábado 1 de junio de 2024, del presidente reelecto inconstitucionalmente Nayib Bukele. Los preparativos han incluido la destrucción de patrimonio cultural e histórico y no hay evidencia de que las autoridades siguieron un proceso que garantice la conservación del patrimonio cultural de la capital. 

Según se lee en los tuits publicados en la cuenta del Ministerio de Obras Públicas, sus empleados y personal de la Dirección de Obras Municipales (DOM), de Fovial y de la Constructora El Salvador trabajan incansablemente día y noche para tener todo listo, el 1 de junio. 

Uno de los trabajos principales es el montaje del escenario frente al Palacio Nacional para la protesta (in)constitucional de Bukele, la imposición de la banda presidencial para el segundo mandato y el discurso a la nación. En el mismo espacio suelen estar la mesa de honor y las misiones especiales integradas por los representantes de otros Estados. Al momento, han confirmado la asistencia del Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, quien encabeza una delegación que incluye al embajador en El Salvador William H. Duncan y otros funcionarios del Departamento de Estado y de Comercio. La asistencia de estos funcionarios estadounidenses contradice la postura de ese país respecto de la forma inconstitucional en que Bukele consiguió la reelección.

También asistirán la presidenta de Honduras, los mandatarios de Costa Rica, Argentina, Ecuador, Paraguay y el rey Felipe VI de España. 

Otras estructuras que resaltan en estos preparativos son cuatro pantallas gigantes distribuidas entre la fachada del Palacio Nacional y la Plaza Gerardo Barrios, cuyas dimensiones son de 6 metros de ancho por 3.50 de alto, para transmitir el acto de la investidura presidencial como si fuera un concierto. 

Foto Francisco Otero

Los preparativos para el acto de toma de posesión presidencial no se limitaron a la colocación de infraestructura desmontable. A partir del 11 de abril, el Ministerio de Cultura anunció que haría “trabajos de mejora, mantenimiento y restauración en el Palacio Nacional”. Estas obras fueron duramente criticadas por académicos, escritores y muchos salvadoreños, debido a la destrucción de pisos hidráulicos, únicos y centenarios del Palacio, cuyos restos fueron arrojados en un botadero de ripio a las orillas del río Las Cañas, entre los distritos de Soyapango e Ilopango, por personal del MOP, según una nota del periódico El Faro. No solo eso, el MOP también arrancó una de las araucarias del jardín del Palacio y la trasplantó en otra área. 

Otra obra en construcción es un corredor urbano que contempla cableado subterráneo, una ciclovía y la colocación de árboles Maquilishuat sobre la acera del mercado Hula Hula. 

“Son más de 172 árboles los que darán sombra y junto a otras plantas embellecerán aún más el Centro Histórico de San Salvador”, escribió el Ministerio de Obras Públicas. 

Según un empleado de la DOM, quien pidió no mencionar su nombre en esta nota, todos estos trabajos deben estar listos para el 1 de junio y por eso están corriendo para que sea posible.

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Al costado sur del Palacio Nacional también se construyó una plaza con una fuente y árboles trasplantados que implicó la demolición de varios edificios que, según una nota de La Prensa Gráfica, estaban protegidos por el decreto legislativo 680 del 21 de agosto de 2008, el cual declara como Centro Histórico de la ciudad de San Salvador a 141 manzanas. El único edificio que quedó en pie fue el Hotel El Palacio. 

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¿San Salvador ya no tiene un “centro histórico”?

De acuerdo con académicos, no hay evidencia de que las autoridades hicieron las intervenciones y demoliciones siguiendo un proceso para garantizar y conservar el patrimonio cultural histórico. 

Para la escritora Jacinto Escudos, con esas y otras intervenciones, ya no se puede hablar de “centro histórico”, porque su concepto ha sido distorsionado y provocado un daño irreparable al patrimonio nacional.

El académico e investigador del Departamento de Organización de la UCA, Carlos Ferrufino, coincidió en que se causó una alteración completa de la imagen y de los valores arquitectónicos históricos patrimoniales de las estructuras, con lo cual también altera la historia de la ciudad.

“Lamentablemente ya son intervenciones que no pueden ser revertidas. Cuando ya hacemos una intervención de esa magnitud estamos alterando completamente esa edificación, esa estructura, y por lo tanto sí tenemos una pérdida que podemos considerar permanente. Y como hablamos de estructuras oficialmente ya declaradas patrimoniales es un patrimonio de toda la sociedad; por lo tanto toda la sociedad es afectada por ese tipo de intervenciones”, dijo en la entrevista de radio YSUCA, el 29 de mayo.

El investigador sostuvo que las intervenciones deben pasar por permisos de las autoridades correspondientes y desarrollarse con criterios y orientaciones técnicas, urbanísticas, arquitectónicas y patrimonial para preservar los valores de estos espacios y generar una nueva dinámica en la ciudad que no sea excluyente. 

Dijo que se observa que el Ministerio de Obras Públicas es el protagonista de todos estos trabajos, pero no está claro quiénes son los equipos técnicos responsables.  

Recordó que todo el perímetro que se denominó por decreto legislativo en 2008 como “Centro Histórico” tiene un valor especial para el país y cualquier intervención en esa zona debe ejecutarse con cuidado. Agregó que también existen determinados sitios y edificaciones con declaratorias de bienes culturales. Entre esos está el Palacio Nacional declarado como monumento nacional o las plazas como sitios históricos, que fueron definidos así por el actual Ministerio de Cultura y sus predecesores. 

“Eso nos indica que cuando se va a intervenir esas edificaciones, pues, tiene que existir un reconocimiento de todos esos valores arquitectónicos históricos y que no es un tema de un profesional que lo va a intervenir sino que, en principio, nos llama a que hay un equipo multidisciplinario que se encarga de proyectar esas intervenciones para no poner en riesgo el valor patrimonial”, explicó. 

Ferrufino añadió que el Palacio Nacional siempre estuvo sujeto a intervenciones por decisiones de funcionarios, pero posteriormente a la declaratoria se lograron revertir algunos cambios. Sin embargo, consideró que ahora es una “intervención masiva que lo está alterando de una manera crítica”.

La Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural indica que el Ministerio de Cultura tiene la obligación de conservar y proteger los Bienes Culturales. Según el artículo 26, los propietarios o poseedores de bienes culturales están especialmente obligados a no realizar trabajos que puedan afectarlos o dañarlos sin previa autorización del Ministerio.

El centro histórico también ha experimentado otras destrucciones como la demolición del antiguo edificio de la Biblioteca Nacional para construir la biblioteca donada por China. 

Logística para la investidura

Para la realización del evento denominado “investidura presidencial”, el Viceministerio de Transporte planifica cerrar tres cuadras a la redonda del Centro Histórico de San Salvador, desde la 3ª hasta la 8ª calle oriente y desde la 5ª hasta la 8ª avenida sur, además del establecimiento de otras áreas denominadas de circulación restringida y de restricción vehicular. Asimismo, miembros del partido oficialista Nuevas Ideas y funcionarios han invitado a la población para que asista al evento utilizando los autobuses que estarán a la disposición en distintos puntos del país.

Un turista que miraba con detenimiento los diversos trabajos que se realizan simultáneamente por las distintas instituciones dijo a GatoEncerrado que la infraestructura es positiva para la atracción de más turistas; pero también señaló que el gobierno debería invertir más en educación, salud y agricultura.