Denuncian que Narciso Ramírez el alcalde de San Francisco Menéndez, municipio del departamento Ahuachapán que hace frontera entre El Salvador y Guatemala, está detrás de la tala indiscriminada de árboles en el Zanjón El Chino, área protegida por el Estado. Dicen que sus intereses son económicos ya que en el lugar se cultiva azúcar de caña, y esto podría generar grandes estragos ambientales.
Por Marvin Díaz y Ezequiel Barrera
Zanjón El Chino es un territorio declarado como área natural protegida, pero se ha puesto en marcha una tala indiscriminada de árboles con el objetivo de cultivar caña de azúcar. El hombre detrás de esto es Narciso Ramírez, actual alcalde de San Francisco Menéndez en Ahuachapán, según lo denunció la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), el Foro del Agua, la Red de Ambientalistas de Ahuachapán Sur y los pobladores de las comunidades aledañas.
“Hay claridad sobre los hechos que no pueden ser negados (que los cultivos son propiedad del alcalde Narciso), la evidencia está aquí con todos estos árboles talados y este caso ya está en manos de la fiscalía”, declaró Lidia Palma, de UNES.
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Ante estos señalamientos, el alcalde Narciso respondió que esos terrenos no son de su propiedad y que “es una total mentira” decir que él está detrás de la tala de árboles y el cultivo de caña. Afirmó también que romperá relaciones con UNES porque considera que se ha gestado tras él una persecución que ya no soporta. Manifestó que ha solicitado una reunión con la Ministra de Ambiente para explicar su versión.
Para Narciso esta no es la única vez que lo señalan de un delito, ya que en 2002 fue capturado por “tráfico ilegal de personas hacia Estados Unidos” y tuvo que pasar dos años en el centro penal de Mariona, luego fue liberado por falta de pruebas. En 2010 fue capturado nuevamente cuando la Fiscalía lo acusó de homicidio en un hecho confuso donde resultaron 3 tres personas asesinadas por una supuesta riña de apuestas en carreras de caballos, pero dos días después la Fiscalía abrió una investigación en su contra por narcotráfico ya que en la escena del crimen había droga y eso llevó a pensar que estos asesinatos se dieron en medio de un negocio que salió mal. Y luego también fue liberado y continuó de alcalde, incluso ha sido reelegido con amplia ventaja para el periodo 2015-2018 bajo la bandera del partido Arena.
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Zanjón El Chino es un canal de agua dulce que al parecer es el último reducto en el país del pez machorra o pez lagarto, al que los paleontólogos llaman “un fósil viviente”, debido a que guarda sus características casi inalterables desde hace 80 millones de años. Zanjón El Chino es área natural protegida junto a Santa Rita, que forman parte de un antiguo asentamiento precolombino. Está ubicado al sur del departamento de Ahuachapán, que hace frontera entre El Salvador y Guatemala.
Hace un año este lugar contaba con 120 manzanas de árboles que enriquecían la flora, la fauna y la vida silvestre que existía en la zona. Este 27 de marzo, aproximadamente doscientas personas de diversos caseríos y comunidades que pertenecen a San Francisco Menéndez se concentraron para pronunciarse ante la tala de árboles en al menos 25 manzanas, y denunciaron que las comunidades más afectadas por la deforestación son El Chino, El Porvenir, Los Monjes y caseríos aledaños al río Zanjón El chino.
Francisco Villeda, un habitante del sector, considera que la destrucción de los arboles afecta al ecosistema. “Se está matando el cangrejo, se está destruyendo los nidos de las aves y los mantos acuíferos, esta tala de árboles está afectando en gran manera a toda la humanidad”, dijo.
Para el sector de mujeres organizadas de la Red Ambientalista, estas acciones obedecen a intereses económicos por parte de las autoridades municipales. La Red considera que en materia de salud los más afectados serían los pobladores, “la comunidad está siendo afectada con problemas respiratorios, esto por el madurante de la caña ya que el glicerato es dañino; también los problemas de insuficiencia renal que hay en la zona baja es incontrolable”, manifestó una representante de la Red. Gregorio Villanueva, de UNES, mencionó que las manzanas deforestadas vendrían a ocasionar altos índices de vulnerabilidad y riesgo a las comunidades.
Ante la situación, las comunidades interpusieron una denuncia escrita ante la Fiscalía General de la Republica (FGR) y el Ministerio del Medio Ambiente y Recursos naturales (MARN) con el fin de detener todas estas acciones. Ante lo cual estas autoridades dieron órdenes de cerrar el perímetro deforestado para que no se siga con los trabajos de siembra de caña de azúcar.
El problema también tiene incidencia en el agua
La deforestación en el lugar también amenaza con la desaparición del hogar del pez lagarto y otras especies, y además se corre el riesgo que el río Zanjón pierda su caudal y no logre abastecer de agua los caseríos aledaños.
Juan Francisco Serrano, originario del cantón La Hachadura, dice que “sin agua nosotros no somos nada, no hay vida para nosotros. El agua se ha profundizado y por eso en nuestra comunidad se ha escaseado el agua debido a lo que ha hecho el señor alcalde en este lugar”.
Para la UNES, el impacto del cultivo de caña generaría un uso intensivo y abusivo del agua, ya que requiere 650 mil litros de agua para regar una manzana un día a la semana.
