Foto referencia/Internet
Estudiantes de la Universidad de El Salvador desarrollaron un simposio en el que se debatió sobre si las personas homosexuales nacen así o hay factores durante el crecimiento que los vuelve homosexuales. Un debate que para Jonathan es claro: “Yo nací así”
Por Xochitl Acevedo
El 29 de abril de este año, un día que pensaba ser igual de cotidiano que los demás, Jonathan Hernández un joven de 23 años, recibe una notificación en su cuenta de Grindr, una aplicación móvil para conocer personas homosexuales y bisexuales. Se trataba de un joven de 28 años de edad el cual deseaba conocerlo un poco más esa noche.
La plática que se hizo amena y que conllevó el conocerse en persona un día después, es ahora para Jonathan el recuerdo del comienzo de su relación amorosa con este joven, “No olvidaré ese día, nos citamos en el Burger King de la 75º a las cinco de la tarde, yo llegué a esa hora, él llego con media hora de retraso; vestía camisa y tenis azules y jeans”, relata Hernández mientras sonríe al recordar ese momento.
Jonathan es una persona homosexual con carácter divertido y agradable que acepta su preferencia sexual sin precepto alguno, pese a que no siempre le gustaron solo los hombres pues en su pasado tuvo dos relaciones heterosexuales que él considera que fueron serias y sinceras.
Lea también: Ser gay en las cárceles salvadoreñas
Sin embargo, para él no era nuevo el sentimiento de atracción hacia los hombres, pues con apenas 10 años de edad, comenta que le gustaba un niño de su salón de clases, “para mí era algo normal, nunca pensé que fuera algo malo, siempre existió un equilibrio entre lo que sentía y quería”, expresa.
La eterna pregunta sobre si las personas nacen o se hacen homosexuales, se abordó desde una perspectiva académica en un simposio titulado “¿Las personas homosexuales nacen o se hacen?” realizado a principios de junio en la Universidad de El Salvador (UES) en el que defensores de ambas líneas de pensamiento, debatieron al respecto..
Para Sandra Salinas, ponente de la postura psicológica, expresa que la homosexualidad no es un tema indiferente hacia esta ciencia, ya que se han identificado ciertas pautas y comportamientos que pueden influir en la determinación de la sexualidad humana, más no da una generalización de los mismos.
“En la homosexualidad aún no se tiene clara una postura dentro de esta disciplina, ya que estas influencias no siempre se encuentran presentes en el desarrollo de la vida de una persona homosexual”, explica Salinas.
Por otra parte, y desde la perspectiva genética, el ponente Xavier Torres, señala que “ha habido muchos estudios a lo largo de la historia y que aún no se ha podido comprobar si la homosexualidad en una persona nace por la genética o se hace psicológicamente en el transcurso de su vida”.
Mientras que Jonathan, expresa que esta interrogante es relativa, “pienso que yo nací así, no es algo que se me diera de un momento para otro, pero hay otras personas que a raíz de un abuso sexual o psicológico tienden a volverse homosexuales, pero ese no es mi caso”.
No obstante, aunque Jonathan siempre aceptó sus preferencias sexuales y del que no tuvo un conflicto emocional muy fuerte para reconocerlo en totalidad, comenta que si lo tiene con su familia.
“Mi familia es de esas familias antiguas en las que si te salís del cuadrado estas mal” comenta el joven, añadiendo que su mamá a pesar de no decirlo con libertad ya sabe que él es homosexual, “no creo que me tenga que sentar y decirle a mi mamá, ella lo sabe pero no dice mayor cosa”.
Hasta el momento no han pasado más de dos meses desde aquel encuentro, pero Jonathan afirma sentirse feliz con su pareja, “una relación homosexual es igual que una pareja heterosexual”, explica, ya que existen los mismos detalles, el mismo cuidado, atención, nervios al ver a la persona y cariño, y aunque muchas personas lo vean extraño infiere en que lo único que cambia es que “es una relación de dos hombres”.
Para Milagro Hernández, licenciada en periodismo, el tema de la homosexualidad ha sido muy interesante tratarlo ya que no se da por cerrado aún, sino que abre muchos espacios de debate y discusión.
Coincidiendo con esta opinión, Hernández dice que “este tipo de eventos de debate sobre un tema tabú aún para muchas personas son muy importantes, al igual que las marchas de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transexuales, Transgénero, Travesti e Intersexuales (LGTBI), ya que muchas personas que aún están “enclosetadas” en estos eventos deciden expresar sus verdaderos sentimientos y preferencias”.
Ejemplo de ello, es la Asociación Entre Amigos que asistió al simposio, y son quienes promueven el cumplimiento de los derechos de las personas (LGBTI) y en el que uno de sus miembros, Ibe Mártir, manifestó la importancia de que la temática sea tratada en planos académicos, añadiendo que la comunidad LGBTI busca como objetivo fundamental, que sus derechos como persona sean respetados en la sociedad salvadoreña.
Desde el punto de la psicología, Salinas concluye que: “una persona homosexual sea por lo que sea no elige ser así, y aun con una preferencia sexual distinta a la comúnmente aceptada, sigue siendo ser humano, por ende merece respeto, el mismo trato, amor y los mismos derechos que todos”.
Y de igual forma, Jonathan quien afirma haber “encontrado el amor de su vida”, sostiene que las personas homosexuales solamente esperan recibir el mismo tipo de respeto que como a cualquier persona heterosexual, y que sus preferencias no lo hacen diferente a los demás.
