Organizaciones de estudiantes de la UES que apoyan a las víctimas de acoso exigen una reforma al reglamento interno de la Universidad de El Salvador. Dicen que un protocolo de atención no es suficiente.
Por Ezequiel Barrera
El Centro de Estudios de Género de la Universidad de El Salvador (UES) y la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales propusieron, este lunes 10 de septiembre, un instructivo o protocolo de atención a las víctimas de acoso sexual. Eso, según dijeron, como respuesta ante los señalamientos por no atender adecuadamente a las víctimas de los docentes Boanerges Osorto y Miguel Ángel Serrano.
Las organizaciones que fueron invitadas para discutir dijeron que ese instructivo o protocolo no tiene dientes. Es decir, es un instrumento que no logrará combatir la situación de acosos sexuales de parte de docentes en contra de estudiantes. La razón es que no contempla sanciones para los agresores. Las organizaciones señalaron que un protocolo no tiene sentido sin el acompañamiento de una reforma al reglamento interno de la universidad.
“Este protocolo servirá para atender de inmediato a las víctimas, que es lo que nos interesa. Una reforma al reglamento tiene que pasar por la burocracia de nuestra universidad, es un proceso en el tiempo. Pero este protocolo es importante para atender a las víctimas de inmediato”, dijo, en la reunión, la defensora de derechos universitarios, Claudia Melgar de Zambrana.
Lissania Zelaya, de la colectiva feminista Amorales, insistió en la reunión en que algunas autoridades universitarias no deben conformarse con decir que “no les compete” sancionar o procesar disciplinariamente a los docentes acosadores y agresores.
“Aquí lo que falta es voluntad política de las autoridades universitarias. Estamos de acuerdo en esto de la burocracia de la universidad, pero lo que se necesitan son acciones urgentes y no actuar hasta que de aquí a unos años se haga la reforma. Si es necesario, hay que reinterpretar las leyes a la luz de nuevos enfoques, como el de género. Pero hacerlo ya, con voluntad política”, dijo Zelaya.
Durante la discusión, la defensora Zambrana propuso que para buscar una reforma también se debería procurar la creación de un Tribunal Disciplinario Universitario, independiente de las Juntas Directivas de cada facultad, que actualmente funcionan como gobiernos locales y que están conformadas por compañeros y amigos de los acosadores y agresores.
El rector de la UES, Roger Arias, explicó que las leyes que rigen la universidad no le dan margen de maniobra en los casos de docentes acosadores. Esa fue su excusa para desligarse de los señalamientos públicos que ha recibido por no actuar en los casos que han trascendido a través de las redes sociales, en la revista GatoEncerrado y en otros medios de comunicación.
“Ese es un error que se debe corregir con una reforma, pero estamos a punto de terminar de elaborar el protocolo de atención a las víctimas. Con ese protocolo, que es un primer paso, vamos a poder prevenir la violencia de género, detectarla y acompañar a las víctimas, mientras no haya una reforma”, dijo el rector.
Gonzalo Montano, de la Asociación de estudiantes LGBTI bachiller Douglas Salazar, dijo que la discusión sobre el protocolo no terminó ayer, así que habrá una nueva reunión para que las autoridades escuchen más sugerencias de las organizaciones.