Familiares de las 32 víctimas de la tragedia en la colonia Málaga, ocurrida la noche del 3 de julio de 2008, se reunieron este miércoles en la zona para conmemorar e insistir en que los gobiernos de Arena y FMLN no tuvieron la voluntad para reconocer a las víctimas y resarcir los daños.
El pastor Mario Vega, de Misión Cristiana Elim, y funcionarios de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) han señalado, en estos once años, que el robo del dinero público destinado a obras de mitigación y los permisos de construcción en la finca El Espino, sin seguir las recomendaciones de los estudios de impacto ambiental, provocaron el desbordamiento del río Arenal de Monserrat.
Ese desbordamiento ocurrió a las 8:45pm de ese 3 de julio, cuando un autobús fue arrastrado y destruido, mientras transportaba a un grupo de 33 cristianos que regresaban a sus hogares después de un culto. Solamente sobrevivió Fabricio Montoya, quien salió por una ventana e intentó buscar ayuda para evitar que el río se llevara al autobús con los niños y ancianos a bordo. Todo ocurrió en segundos y no hubo tiempo de nada.