El general retirado Rafael Bustillo, uno de los 18 militares acusados de participar en la masacre de El Mozote, aprovechó su declaración para desligarse, asegurar que es inocente y reconocer que el coronel Domingo Monterrosa es el principal implicado en el caso.

Por Gabriel Aquino

El general de la Fuerza Aérea retirado Rafael Bustillo llegó a paso lento al Juzgado de Instrucción de Morazán, para rendir su declaración, este 24 de enero de 2020. Alguna vez fue un alto mando de la Fuerza Armada Salvadoreña y ahora está sentado en el banquillo de los acusados frente a un juez, testigos y sobrevivientes de la masacre más cruel del siglo pasado en América Latina, ocurrida en diciembre de 1981, en El Mozote. La Fiscalía General de la República (FGR) lo señala como uno de los autores de la masacre de 988 personas.

En su declaración, el general Bustillo no titubeó al reconocer la masacre, que hasta ahora ningún alto mando militar había admitido, y agregó: “fue iniciativa del coronel (Domingo) Monterrosa”.

La acusación en contra de Bustillo y los otros 18 militares está sostenida sobre los testimonios de más de 40 testigos, 200 víctimas identificadas, los peritajes del equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) e información del Ministerio de Defensa.

Para responder ante las acusaciones, el general Bustillo tomó la palabra y empezó pidiendo disculpas a los familiares de las víctimas. Luego dijo que las guerras no tienen sentido y que ningún bando logra ganar algo. Además, dijo que él comprendía perfectamente el sufrimiento de las familias al perder sus hijos.

“Lamento lo que pasó, se lo digo a las víctimas. Malditas guerras no sirven para nada. ¿Cuántas vidas se perdieron inútilmente? A mí me mataron a mi hijo los policías nacionales y a los pocos meses salieron libres”, dijo Bustillo.

Bustillo también aseguró que no era culpable y apuntó al coronel Monterrosa como el principal autor de la masacre de El Mozote.

“Yo no creo que el jefe del Estado Mayor haya ordenado que eliminaran personas, lo que yo pienso que es que la guerra hace que no se valore la vida de otros. Pienso que fue iniciativa del propio coronel Monterrosa, quien hizo esa grosería porque le habían matado a unos soldados unos días antes”, declaró Bustillo, como parte de su testimonio.

Bustillo se desligó del operativo. Dijo que camiones de la Fuerza Armada y Obras públicas habían trasladado a unos 1,200 soldados del batallón Atlacatl hacia Morazán.

“Yo no tuve conocimiento de qué hizo el Batallón Atlacatl, no sabía que el BIRI estaba en Morazán. Me di cuenta hasta que la masacre salió en los periódicos”, afirmó.

El general pidió que la Fuerza Aérea sea excluida del caso El Mozote. Su argumento es que no es mencionada en un informe de la masacre que leyó el juez Guzmán.

Bustillo añadió que no podía dar una orden directa a un comandante de Infantería y aseguró que solo autorizó la salida de dos helicópteros, los cuales fueron solicitados para apoyo.

David Morales, uno de los defensores de las víctimas y representante de Cristosal, cuestionó al general, después de su declaración:

—¿Quién era el superior del general Monterrosa?—, preguntó Morales.

—Ustedes quieren que diga que es el ministro de Defensa o el jefe del Estado mayor. Cuando estén aquí ellos pueden contestarle— respondió Bustillo, quien ya no recibió más preguntas y la audiencia culminó.

Con el testimonio de el general Bustillo, se marca la primera declaración en un proceso penal de parte de un militar de alto rango militar, durante el conflicto armado. Su declaración también confirma los testimonios sobre la veracidad de la masacre del caserío El Mozote.