Otras muertes desconocidas
José Luis Cornejo recibió una llamada en el cuarto de su habitación en el hotel Alicante, donde guarda cuarentena desde hace casi dos semanas. Esa mañana del sábado 28 de marzo, su hijo le comunicó que había recibido información de una funeraria que se ponía a disposición para brindar los servicios por el fallecimiento de su madre María Ramos, y esposa de José Luis. Sabía que hasta hace unas horas su esposa se encontraba en el hospital Saldaña, en los Planes de Renderos, recibiendo atención médica luego de que días antes presentara una descompensación por la diabetes que padecía.
El hijo había confirmado el fallecimiento y envió a José Luis el acta de defunción emitida por el hospital. En ella —según un interno que pidió la reserva de su nombre— se leía que su esposa había fallecido a las 10:15 p. m. del viernes 27 de marzo, la noche anterior.
Una semana atrás, el sábado 21, a la esposa de José Luis le realizaron la prueba de COVID-19. Estaba en el centro de cuarentena Alicante para entonces. Ese mismo día, presentó fiebre a causa de una posible infección que estaría padeciendo. Ella, de 55 años y diabética, todo lo que tomó esa tarde fue acetaminofén, pero la fiebre no bajaba. En la madrugada fue trasladada al Saldaña.
José Luis se comunicaba a diario. Recibía mensajes de su esposa, muchos eran sobre quejas en las que ella le decía que se sentía mal, con problemas de presión y que no le atendían. Su esposo aprovechaba para hacerle ver al personal médico de Alicante que ella necesitaba ayuda y que si ellos podían hacer algo desde ahí. La única respuesta que obtuvo fue de un enfermero que le decía que ella no tenía por qué tener celular.
José Luis, el sábado por la mañana, al terminar la llamada con su hijo, reclamó a todo el personal por la muerte de su esposa. José Luis pudo acudir al funeral por un par de horas, la madrugada del domingo. Luego volvió al centro donde guarda cuarentena.
Ese 27 de marzo, también se conoció del fallecimiento de Julio, un adulto mayor que se encontraba hospitalizado en el Saldaña. La muerte se hizo pública luego de que su nieto, Luis Márquez, difundiera un video en Twitter en el que describía el haber ingresado a cuarentena de forma voluntaria, tras haber llegado de viaje con su abuelo. Márquez, quien guarda cuarentena en el Injuve de la Zacamil, en Mejicanos, sostuvo que el 14 de marzo, cuando llegaron a El Salvador, su abuelo se encontraba en buen estado.
Fue el 20 de marzo cuando su abuelo empezó a presentar síntomas de calentura, “siendo esto un resfriado común”. Fue trasladado al hospital Saldaña bajo protocolos de seguridad y salud.
El nieto aseguró que en ese momento se le practicó la prueba de COVID-19. El resultado fue negativo, según dijo. “De ese momento para allá, mi abuelo no recibió las atenciones médicas necesarias en dicho hospital y lo dejaron morir. Él murió de un proceso respiratorio y de descompensación de azúcar, siendo una persona diabética de 82 años”, expresó Marquez.
El pasado 1 de abril, GatoEncerrado también documentó el fallecimiento de un adulto mayor, de alrededor de 90 años, en el hospital Saldaña. La semana pasada, el paciente habría presentado un poco de fiebre y tos. El señor había llegado con su hija al Saldaña, tras someterse a cuarentena, era ella quien se encargaba de sus cuidados. El martes, las complicaciones de salud obligaron al personal a mover al señor a un área de máximo cuidado. La hija fue notificada en horas tempranas sobre el fallecimiento.
De estas muertes, el Gobierno no ha dado información de lo ocurrido.
Confianza versus desinformación
El presidente del Colegio Médico, Milton Brizuela, recalcó la importancia de que haya personal especializado, como médicos internistas, para evitar que más adelante sigan ocurriendo muertes como las de las personas que no dieron positivo de COVID-19, en los centros de cuarentena. “La idea para adelante es dar condiciones, para que puedan hacer un análisis clínico de estas personas todos lo días”, aseguró con respecto a la atención a pacientes que tienen cuadros crónicos o en riesgo que se encuentran en los centros de cuarentena. Sugirió que, incluso, esa atención debería darse como mínimo dos veces al día.
“Les hemos dicho que debemos darle un mejor control a estas personas”, mencionó en general sobre todas las personas que se encuentran en resguardo.
El Colegio Médico intentará que pronto se instale un canal de comunicación más directo con las autoridades. “El vacío de información está generando mucha incertidumbre y desconfianza en las autoridades. Eso, para el manejo de una pandemia, es algo delicado, porque nosotros como ciudadanos queremos confiar en lo que las autoridades están diciendo y las decisiones que toman”.
Por esa desconfianza, que aún no ha sido resuelta por las autoridades, es que se propagan rumores e incertidumbre de parte de la población, según Brizuela. “Esperamos que a corto plazo se genere una mesa, donde nosotros podamos tener esa información y transmitirlo también a la población, para ir generando esa confianza que, desgraciadamente, el Gobierno no la tiene en este momento. Así, lo siento”, aseguró.
Lamentó que en los dos casos de las personas que se han registrado de muerte por COVID-19, también es poca la información brindada, lo que solo propicia que haya duda y preocupaciones, incluso, dentro del mismo personal que labora en hospitales.
Brizuela recalcó que han sido muy críticos con respecto a la metodología que se implementó en un inicio en los centros de contención. “Al inicio se ingresó a todo el mundo con las mismas condiciones, sin importar el origen ni nada”. Para el médico, la mezcla inicial “podría haberse convertido en un foco de infección para algunos que no habían estado en contacto con el virus en su lugar de procedencia”, generando contagio directo en el centro de contención.
El Colegio Médico espera que se establezca una mesa con el Gobierno, porque tienen todo el interés de colaborar, pensando que no solo beneficie a la población, sino también a los médicos que están en primera línea atendiendo la crisis.
“Queremos tener la seguridad de que estén bien protegidos y no se vayan a contaminar nuestros compañeros”, dijo.
Otro punto que buscarán tratar es que se puedan hacer pruebas a todas las personas que cumplen cuarentena en los centros de contención.