El pasado 27 de julio, la tala de 10 árboles alertó a las comunidades indígenas que residen en Cuisnahuat, municipio de Sonsonate. La tala era parte de un plan de la alcaldía para construir un mercado municipal en el área de un parque que por más de 20 años ha servido para el sano esparcimiento de abuelos indígenas y lugareños. De inmediato, la Asamblea Popular de Cuisnahuat se activó para vigilar de forma permanente el parque y así evitar el ingreso de maquinaria.
Habitantes, en su mayoría del casco urbano y de la zona baja del municipio, iniciaron una protesta pacífica en el parque. 24 días de protesta después, exactamente a las 3:00 a. m. de este miércoles 19 de agosto, un pelotón de agentes policiales y militares cercaron el lugar e iniciaron el desalojo de los activistas y lugareños que hacían turno esa madrugada.
“Metieron a policías, a los de la UMO y nos fueron a sacar a la fuerza de donde estábamos cuidando. Agredieron a mujeres, hombres, adultos mayores. Nos botaron los canopis, todo lo que teníamos ahí”, narró Melina Moisés, habitante de Cuisnahuat.
El alcalde de Cuisnahuat y del partido PCN, Ernesto Gustavo Sierra, dijo a GatoEncerrado que la protesta tenía “tinte político”, ya que, según él, fue impulsada por los candidatos a alcaldes. El edil también aseguró tener todos los permisos para iniciar la obra.
“Toditos, la orden de inicio, permisos ambientales, todito. Como le digo, todo lo han politizado, ahí anda el candidato a síndico, el exalcalde y candidato a alcalde de ARENA y anda la exalcaldesa del Frente. Ellos son los coordinadores (de la protesta)”, dijo el alcalde.
GatoEncerrado revisó en el sitio web del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) y encontró que la solicitud del permiso de construcción del mercado de Cuisnahuat ingresó el mismo día en el que inició la obra, es decir, el 19 de agosto. Por lo que la alcaldía estaría construyendo sin una resolución de permiso ambiental extendida por el MARN.
De acuerdo con el registro en el MARN, el mercado se construirá en un terreno de 385.10 metros cuadrados, tendrá área de cocina, salas de belleza y diversos negocios. Todo en un edificio de dos plantas.
Al consultarle al edil sobre ese permiso que está en proceso dentro del MARN, argumentó que “si tuviéramos una montaña o un conacaste o una ceiba ancestral, entonces se ven los permisos; pero a nosotros nos lo dan en coordinación con la oficina regional que tienen las alcaldías. Yo creo que con eso basta, porque según el lugar no ameritaba, según los estudios y jurisprudencia. Pero para que sea más oficial todo, sí, el otro está pendiente”, explicó escuetamente Sierra.
La Ley de Medio Ambiente establece que para iniciar un proyecto como el mercado, la alcaldía necesita un permiso de construcción. Una vez finalizada la obra, tiene que gestionar otro permiso de funcionamiento en el MARN.
A pesar de que el proceso para obtener el permiso ambiental ha iniciado, los trabajos de la alcaldía ya se están realizando sin la resolución del MARN.
“Siguen trabajando, no han parado la obra y la resolución del Ministerio de Medio Ambiente no se las han dado, no tienen ningún permiso”, expresó Melina Moisés.
Para la activista de la Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador, Adela Bonilla, es preocupante que se utilice a la policía en este tipo de actos que considera represivos en contra de la población, que ni siquiera ha sido llamada a una consulta pública para la construcción del mercado.
“Sabían que a esa hora se quedaron entre 10 y 12 personas vigilando a que no entraran, pero llegaron a las tres de la mañana. Cuisnahuat no es un municipio delincuencial, no está ni siquiera en estadísticas por delincuencia para que usen ese tipo de reacción. Es uno de los municipios de Sonsonate que encabezan a los municipios más pobres del país”, reclamó Bonilla.
Rosa Isabas, quien estuvo en el momento del desalojo, dijo a GatoEncerrado que este 20 de agosto se trasladó con un grupo de habitantes hasta la Asamblea Legislativa para poner una pieza de correspondencia, con el fin de que la comisión de Medio Ambiente “cite al consejo y al alcalde, para que muestren todos los permisos que tienen para la construcción de este mercado”.
Según lo que las activistas contaron a esta revista, la comunidad no rechazaba la construcción del mercado, lo que no quería era la destrucción del parque. Para ello recomendaron al alcalde comprar otros lotes que están disponibles en el caso urbano. Las comunidades hicieron una comisión para dialogar con el alcalde, pero sin llegar a acuerdos.
“Han habido tres reuniones y no se ha llegado a acuerdos, porque él no enseña nada que tenga legalmente, ni los planos que tiene ni los permisos, no quiere entregar nada a la comisión”, recalcó Isabas.
Este 20 de agosto, los habitantes también interpusieron una denuncia verbal en el Juzgado Ambiental de Santa Ana, en la que pidieron medidas cautelares para suspender la obra.