Asistente de Investigación del Área Macrofiscal del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Las carreteras y los caminos en óptimas condiciones son esenciales para el dinamismo económico de los países.
Por César Melgar*
La inversión en carreteras es un factor clave para el desarrollo de los países. Por ello la inversión para creación de nueva infraestructura y mantenimiento es de vital importancia. Si no se da el mantenimiento debido a la infraestructura existente puede ser catastrófico. El descuido del presente, será el desastre del futuro. Esto es motivo de preocupación en varios países de Centroamérica. Por ejemplo, en Costa Rica ya se tiene esa discusión por el abandono en el mantenimiento de las carreteras; mientras que en Guatemala tramos carreteros importantes para el comercio que realiza el país se han visto afectados durante 2022 por las lluvias.
Las carreteras y los caminos en óptimas condiciones son esenciales para el dinamismo económico de los países. Promueven el acceso a los servicios sociales y económicos, teniendo efectos positivos sobre el empleo agrícola y no agrícola, así como en la productividad en las áreas rurales y urbanas (Dash y Sahoo, 2010). Si las carreteras permiten una mayor movilidad en menor tiempo, estas se encuentran más cerca de lograr dicho objetivo. En mayo de este año el Fondo Monetario Internacional publicó el estudio titulado “Calidad Vial y Puntuación de la Velocidad Media”, en el cual se muestra la medición de la velocidad promedio de la mayoría de países del mundo. Para hacer la comparación, se dividen los países por la velocidad media en la cual se puede recorrer sus carreteras: La velocidad más alta está en el rango de 90-110 kms/hora, luego le sigue el rango de velocidad media de 75-90 kms/hora, después entre 60 y 75 kms/hora y el más lento se encuentra entre 30 y 60 kms/hora. Cinco países de la región centroamericana se encuentran entre los países que muestran las velocidades más lentas, mientras uno está en el siguiente rango de velocidad. Nicaragua tiene un promedio de desplazamiento de 46 kms/hora en sus carreteras, y Panamá 72 kms/hora. El resto de países oscila entre 53 y 56 kms/hora.
Lo anterior denota que se debe hacer un esfuerzo para mejorar el uso de las carreteras. Uno de los desafíos es mantener la red vial en óptimas condiciones. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo, cerca del 50% de la red vial pavimentada de Costa Rica y El Salvador, se encuentra en malas condiciones; en el caso de Honduras cerca del 40% y para Guatemala es el 20%; en Panamá y Nicaragua, la red vial en malas condiciones oscila en torno al 10%.
Aunque para algunos países de la región los porcentajes anteriores pueden ser alentadores, hay que tomar en cuenta que la red vial pavimentada es un porcentaje de la red vial total, (lo cual reduce el porcentaje de una red vial óptima). Según los últimos datos, en el caso de Costa Rica, la red vial pavimentada es del 68% tomando en cuenta únicamente la Red Vial Nacional (Consejo Nacional de Vialidad, 2018), para El Salvador representa el 62.6% (Fondo de Conservación Vial, 2018); para Guatemala es el 43.5% del total (Dirección General de Caminos, 2018); en Honduras representa el 23% (INE, 2020); para Nicaragua es el 19.5% (Ministerio de Transporte e Infraestructura, 2020); y para Panamá el 44.2% (INEC, 2020).
Según lo anterior, se puede observar lo necesario que es invertir en nueva infraestructura como en mantenimiento. Entre las propuestas de estrategias para realizar dicha inversión, se tiene la proporcionada por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) contenida en el documento de la Agenda Fiscal Centroamericana 2021-2030 (Vol. 3) “Una propuesta para encaminar a Centroamérica por la ruta del desarrollo y la democracia” disponible en este link. La inversión base calculada como porcentaje del PIB (que según el gráfico 3, sería la realizada en 2020), son montos muy parecidos a los ya realizados por los países centroamericanos entre el año 2018 y 2019, según datos del Infralatam. La propuesta es que esta inversión vaya aumentando cierto porcentaje del PIB en cada uno de los años que restan para llegar a 2030, y de ese modo en ese último año podrá lograse la meta de duplicar la inversión dirigida al rubro analizado. Para el caso de Costa Rica sería 0.145%, para El Salvador 0.072%, Guatemala 0.705%, Honduras 0.108%, Nicaragua 0.235% y para Panamá 0.183%.
Si bien es cierto que la inversión propuesta debió iniciarse en el año 2020, la idea podría replicarse e iniciarse en otros años, y así al menos avanzar por una ruta hacia la disminución de brechas y la obtención de una adecuada red de carreteras. Así, la existencia de estos bienes públicos de calidad, duraderos y en condiciones óptimas, podrían ser herramientas para, según la meta establecida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) “apoyar el desarrollo económico y el bienestar humano, haciendo especial hincapié en el acceso asequible y equitativo para todos”.
Asistente de Investigación del Área Macrofiscal del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).