Las ilusiones de ver resurgir el “Reino del Pájaro y la Nube”; es decir, el Teleférico San Jacinto, se han ido apagando a través de los años.

En febrero de 2019, el ex alcalde de Soyapango, Juan Pablo Álvarez, anunció que la comuna había iniciado la compra de 7.2 manzanas de terreno ubicadas en la parte baja, que corresponde a uno de los dos inmuebles que componen el ex Teleférico. En ese momento, aseguró que entregaron la primera cuota de $25,000 al dueño del inmueble el Fondo de Saneamiento y Fortalecimiento Financiero (Fosaffi) para reservar la compra del terreno valorado en $1.1 millones, mientras se tomaba la decisión de comprarlo al contado o al crédito.

En septiembre de 2020, luego del encierro por la pandemia COVID-19, la alcaldía inauguró las obras para adecuar y convertir la zona del estacionamiento del ex Teleférico en un “parque metropolitano”, como parte de la primera fase del proyecto de rehabilitación del parque de diversiones Teleférico San Jacinto. 

El entonces alcalde de Soyapango aseguró que la comuna invertiría $2.5 millones en la adecuación del parque. Mientras que para ejecutar la segunda fase, que correspondería al funcionamiento de góndolas, dijo que podría se buscar un asocio público-privado con los dueños del terreno del cerro San Jacinto, cuya inversión rondaba los $25 millones. 

En la primera fase del proyecto, según anunció, construirían un espacio para restaurantes, un parque de patinaje y un gimnasio al aire libre. También se iba a crear una fuente luminosa y canchas. Al final, lo único que se habilitó fue un espacio para emprendedores con la venta de diferentes productos. Durante los fines de semana, también se desarrollaban festivales gastronómicos y otros actividades como la villa navideña 2020.

Las actividades continuaron en los primeros meses de gestión de la alcaldesa de Nuevas Ideas, Nercy Montano. Sin embargo, en la actualidad, el espacio que pretendió ser un “parque metropolitano” se ha convertido en un botadero de ripio, según constató GatoEncerrado en una visita al lugar. En el sector donde se encontraba el cuarto de abordaje de góndolas, también han parqueado 10 camiones recolectores de basura en desuso. 

“Ellos (la alcaldía) han venido a depositar todo esto (ripio), es de lo que han andado arreglando en las calles. Lo que no sirven lo han venido a tirar para acá, de botadero han agarrado acá. Antes todo esto estaba despejado”, dijo un ciudadano.

Algunos habitantes de la colonia Ciudad Credisa, que viven cerca y que usaban el espacio para departir y hacer ejercicio, dijeron que es incómodo realizar actividades físicas por la cantidad de ripio que se encuentra en el lugar. Además, lamentaron que no se concretara la recuperación de este parque.

GatoEncerrado contactó al exalcalde arenero de Soyapango, ahora concejal y miembro del movimiento “Poder Ciudadano”, para preguntarle sobre el estado actual de la obra y porqué se detuvo el proyecto. Sin embargo, se limitó a decir que no podía dar información por “la situación inestable en contra de la oposición política”. 

Esta revista también visitó la alcaldía de Soyapango y llamó por teléfono al despacho jurídico, pero dijeron que no tenían una respuesta y que se iban a comunicar con este medio al tener una explicación. También llamó al comunicador José López, quien contestó pero colgó al escuchar el nombre del medio y ya no respondió. 

Esta revista llamó a Fosaffi para consultar cómo finalizó el contrato con la alcaldía. La persona que atendió dijo que haría la gestión para una entrevista, pero ya no respondió.

El Teleférico fue inaugurado el 4 de noviembre de 1977. Su fundador Antonio Bonilla lo llamó “El Reino del Pájaro y la Nube”, en referencia al poema Ascensión, del escritor salvadoreño Alfredo Espino.

El sistema de góndolas, juegos mecánicos, carros chocones, carruseles, el pulpo, el gusanito, un trencito y restaurantes, entre otros, eran parte del entretenimiento que ofrecía el lugar. El “Ratón Chito Pérez”, el conejo y “Ala Perica” daban la bienvenida a los visitantes.

El parque fue cerrado temporal en1986 por el terremoto y el conflicto armado. Volvió a abrir en 1996. Luego de los terremotos del 2001, el parque cerró definitivamente y con el tiempo el inmueble fue embargado por el incumplimiento de pago de créditos adquiridos.