¿Es el Estado salvadoreño tan efectivo para poder identificar en seis horas —sobre todo si estas son horas de la madrugada—, primero, la veracidad de un video en relación a quiénes son vistos en él; y segundo, los datos sobre dónde ocurrió?
¿Imaginan ustedes al director de la policía llamando al jefe de cada una de las las 14 delegaciones departamentales a la una, dos, de la mañana para decirles: “Anda un video en Twitter, vean si conocen a los agentes”? ¿Cómo lo confirmó el gobierno con tanta rapidez? ¿Pueden seguir el rastro de un video y en seis horas conocer dónde y cuándo sucedió y no pueden encontrar archivos militares de violaciones a Derechos Humanos durante el conflicto armado? Algo aquí no está bien.
Veamos contextos. Luego de los penosos sucesos ocurridos el 9 de febrero, en los que Nayib Bukele militarizó la Asamblea Legislativa y se llevó la reprimenda de organismos internacionales y varios países, ha comenzado una campaña para limpiar la imagen de la Fuerza Armada; sobre todo cuando trascendió que la Asamblea Legislativa valora la posibilidad de realizar una interpelación tanto al ministro de la defensa, René Francisco Monroy, como al director de la Policía Nacional Civil, Mauricio Arriaza Chicas. Eso sí, la campaña es solo para lavar la imagen del ministro de defensa; el cual, según la Constitución, no puede ser destituido como resultado de una interpelación. El director de la policía, sí.
Desde que asumió el poder, la narrativa de seguridad del gobierno de Nayib Bukele es convertir a la Fuerza Armada en los héroes nacionales por combatir la criminalidad arriesgando incluso su vida. El papel que ha pasado a jugar la PNC se ha vuelto secundario. En defensa de ellos no aparece el presidente como sí lo hace con los militares. En ese contexto, de alabanza para la FAES y despreocupación por la policía, aparece un vídeo que mancilla aún más la credibilidad que la población puede tener en la institución policial.
Si en algo ha sido bueno el gobierno de Bukele es en montar escenarios idóneos para fotos y videos. Hasta que la crisis del agua demostró que su capacidad de reacción ante verdaderas crisis es nula, las comunicaciones del gobierno se movían como pez en el agua reaccionando a cada tuit viral que aparecía. Justo como ahora con el video del policía que maltrata a un menor de edad. No solo por las seis horas que le tomó a Bukele compartir que ya conocían lugar y el cuándo del mismo, sino también porque el propio director de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, escribió su propio tuit del tema a las 12:37 de la madrugada. Si es que acaso es él mismo quien maneja la cuenta.