A partir de ese día, cada ocasión que llegaba el encargado era un momento de alta tensión para nosotros. ¡Quedábamos mucho más cargados emocionalmente! El encargado hacía alarde de su poder y aparente superioridad, diciéndonos la supuesta etimología de la palabra cuarentena –sacado improvisadamente de Wikipedia–. Nos decía que puede ser un tiempo indefinido de hasta dos años si él así lo decidía. ¡Lo cual era completamente falso en términos tanto etimológicos como médicos!
Cuando nos dimos cuenta de que no éramos escuchados empezamos a ver qué medios de comunicación y organizaciones que velan por los derechos humanos nos podían apoyar con alguna nota, comunicado, inspección u otro recurso jurídico-legal que nos pudiera amparar ante los atropellos que estábamos viviendo para entonces. Así fue que de varias de las puertas que tocamos nos atendieron algunos medios de comunicación y algunas instancias que podían ayudarnos, en cuanto a proceder en base a nuestras leyes y exigir de forma no violenta nuestros derechos. Lo cual así sucedió, ya que algunos medios y organizaciones pusieron atención a nuestra situación, de tal forma que publicaron y apoyaron nuestro caso.
Había un grupo más grande de 28 personas, que llegó un día antes que nosotros. Ellos estaban albergados en un lugar un poco más amplio, que tenía vista hacia la calle, todos venían procedentes de Honduras por una actividad religiosa, quienes en su momento se mantenían en una actitud demasiado sumisa, enajenada e intimidada por las autoridades del centro de contención. Quisimos como grupo establecer un dialogo, pero ellos decían que solamente teníamos que pedirle a Dios que nos sacara… ¿Acaso Dios no ama la justicia y el derecho como se menciona en las Sagradas Escrituras?, ¿es un Dios que ordena que le sobemos las manos a quienes nos oprimen?, ¿avala Dios las injusticias de forma tácita?, ¿acaso la fe sin obras está muerta?
Cuando ya teníamos 38 días de cuarentena, el encargado llegó a decirnos que podíamos salir en el momento que quisiéramos, que él no iba a detener a nadie, solamente que la persona que saliera le firmaría un documento y el no entregaría la hoja que hace constar que esa persona saldría dada de alta y que dicha persona caería en una ilegalidad, lo cual implica que en su momento a esta persona la llegarían a traer a su casa o donde estuviera para ser procesada como un delincuente. Es decir, ¡iría a la cárcel! Ese día, el encargado también actuó de forma sarcástica preguntándo a los dos amigos más jóvenes del grupo si conocían Mariona. Les dijo que en ese lugar, donde estuvimos, las condiciones son mucho más cómodas que ese conocido centro penitenciario. ¡Lo cual fue completamente indignante y repulsivo escucharlo viniendo de un supuesto profesional de la salud!
Una de las señoras dijo al encargado del centro que ya había iniciado un proceso jurídico-legal en su contra, por las irregularidades y abusos de su parte. Eso lo puso en alerta e intuimos que fue la causa principal por la que se nos sacó de ese centro.
Haber estado en ese centro nos hizo constatar que tanto el presidente de la República, el ministro de Salud y el encargado del centro, manejaban una versión distinta de lo que ocurre en el interior de los centros de contención. Este variedad de discursos tendía a ser una maniobra que intentaba confundirnos, causando más tristeza, enojo, sentido de impotencia, angustia y estrés al no tener la información correspondiente, la cual cuando se brindaba era vaga, ambigua o incluso dudosa, ¡una manera demagógica de manejar el asunto! Hasta el momento, por lo visto en los medios disponibles, la situación ha empeorado, la situación con acciones que paulatinamente se han vuelto más represivas y violentas tanto dentro como fuera de los centros de contención, avalando el uso de la fuerza y coerción por parte de los cuerpos de seguridad oficiales.
Salimos el 23 de abril de 2020, ¡39 días después de haber ingresado! Antes habíamos realizado algunas gestiones desde dentro hacia afuera para dar a conocer nuestro caso a entidades y medios ¡que sí nos escucharon! El día que salimos, por la mañana, todo parecía que iba a ser igual, pero de forma inesperada y más o menos a la mitad de la mañana escuchamos un grito de alegría desde el otro lado: ¡nos vamos! Luego se nos avisó por parte del encargado que ese era el día de nuestra liberación, ¡por fin!, ¡libres al fin!, ¡qué Buena Noticia! En Mi caso había iniciado a lavar mi ropa, pero prácticamente tenía todo listo, solo arreglar algunos detalles de mi equipaje, ¡algo muy esperado e inesperado a la vez!
Al llegar a este punto es sumamente importante y hasta concluyente hacer destacar lo siguiente:
—Las medidas adoptadas por el gobierno de nuestro país, tienen su origen en la valiosa asesoría de Carlos Garzón y su equipo, quienes son representantes de la OMS –Organización Mundial de la Salud– en El Salvador. Esto es importante recalcarlo sin fanatismos religiosos e ideológico-políticos de ningún tipo, ya que si lo vemos desde el punto de vista de la fe, Dios los trajo a nuestro país para llevar a cabo todas las disposiciones y políticas que ahora vemos en cuanto a salud, las cuales han sido bastante acertadas ¡y hubieran sido acatadas independientemente por cualquier gobierno que estuviera de turno en nuestro país!
—Sin embargo, una cosa es la asesoría y otra es la operatividad de lo reflejado en las estrategias de salud y protocolos escritos hasta ahora, ya que una de las falencias es que a los profesionales de la salud, sí se les capacita pero no se les brindan en algunos casos los implementos y condiciones de infraestructura necesarias para que ejerzan con mayor efectividad su valiosa y destacada labor. Por el momento se continúa improvisando con nuestras vidas. ¿Es justo eso?
—La información en los centros de contención la manejan y monopolizan los encargados y no profesionales de la salud de turno, quienes atienden directamente a las personas que están cumpliendo su tiempo de cuarentena. Esto es desconcertante, ya que toda persona tiene derecho a saber cómo está mientras es paciente de quienes le atienden más aún en un estado de emergencia sanitaria como el que estamos viviendo a nivel nacional y mundial. Además, al personal de salud de turno no se les brinda la información necesaria de los estados de salud, expedientes, exámenes y pruebas de cada paciente del centro de contención.
—El uso de maniobras violentas que involucran miedo, terror, intimidación, amenazas, uso de la fuerza y sanciones de más días de confinamiento en los centros de contención son completamente contraproducente, ya que todo eso atenta contra la salud integral y especialmente psicológica de quienes están pasando el tiempo de cuarentena en dichos centros, además también involucra y afecta de forma directa a las familias, amigos y comunidad de origen de las personas que salen de los centros de contención.
—En el marco jurídico-legal, al proceder de esta manera se han dado graves violaciones a la constitución de la República de El Salvador, específicamente en sus artículos 1, 2, 35, 51, 65-70, además de derechos humanos que se ven cruelmente vulnerados al no brindar la información puntual acerca de la salud, exámenes o resultados de pruebas a las personas que acatan la cuarentena, dando espacio para la apelación del recurso ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que todo ciudadano tiene de un hábeas corpus.
—La salud es un derecho humano básico, fundamental y elemental en cualquier parte del mundo, teniendo implicaciones políticas, educativas, económicas y medioambientales, mas no es un tema de seguridad pública donde se empodere en exceso a los cuerpos de seguridad para imponer y ejercer el uso abusivo de la fuerza para con el pueblo.
—Es sumamente importante que el gobierno de nuestro país sepa realizar su labor democrática con sabiduría, ya que hasta el momento ha ocurrido completamente lo contrario. Además de un desgaste con distintos sectores de la sociedad civil organizada, los políticos, los juristas, la empresa privada e incluso instancias internacionales que son garantes de los derechos humanos, para lo cual hay que manejar las cosas de manera presencial y prudente y no desde las redes que ha sido la palestra de desahogo venenoso, capricho, arbitrariedad, demagogia, desacreditar y denigrar de manera oficial a quienes piensan de forma distinta y a adversarios políticos, además de desprestigiar y tratar de manera intolerante a personas, instancias locales e internacionales que velan por los derechos humanos.
—La selección y administración de los actuales centros de contención, debe ser asumida y desempeñada por profesionales capaces y calificados que manejen con humildad, humanidad, sabiduría, prudencia, destreza y transparencia en dichas instancias. Este perfil que es sumamente útil y necesario en estos momentos, al mismo tiempo que no responda a intereses político-partidarios y económicos, sino acorde a su juramento hipocrático y la Constitución de la República y al Código de Salud de nuestro país.
—La cuarentena dentro y fuera de los centros de contención ha generado serios problemas relacionados a la violencia intrafamiliar, los cuales no se mencionan y se ocultan desde el oficialismo. Esto es sumamente preocupante debido a que no se está atendiendo como parte de una problemática e incluso no se tiene un plan integral de salud pública real y acorde a nuestro país.
—Es sumamente necesario y ¡urgente! que reconozcamos que como pueblo salvadoreño debemos apoyarnos, tener compasión, ser empáticos y solidarios. Es completamente inadecuado, falaz y denota un alto nivel de ignorancia el hecho que denigremos con insultos, desprecio y calumnias a nuestros hermanos salvadoreños que están en un centro de contención o que han sido llevados ahí de forma injusta por el endurecimiento de las leyes o decretos que atentan y abusan violentamente de nosotros como pueblo.
—En un pasado inmediato y actualmente continuar haciendo alarde de orgullo, soberbia y prepotencia desde el poder es algo que denota aún mucha más ignorancia y sobre todo inmadurez, ya que al usar un lenguaje vulgar e indigno y frases peyorativas para referirse al pueblo que se preside es algo de lo que como pueblo tenemos que estar atentos y vigilantes, ya que estas acciones han tenido graves repercusiones en discusiones y debates estériles, propios de conductas maquiavélicas que lejos de unirnos nos han enfrentado, cumpliendo el objetivo perverso de fragmentarnos y evitar organizarnos para la unidad.
—Se han radicalizado más las cosas. Al parecer desde un inicio de este periodo presidencial se está en una especie de campaña electoral disfrazada y envuelta por medios inoportunos que han erosionado el tejido social por estar en desacuerdo con el oficialismo. Esto se ha transmitido incluso a través de los medios popularmente usados por ciudadanos que no tienen algunas veces ni la más mínima idea de qué está ocurriendo, en cuanto a validar un sistema opresor que vulnera de forma oficial los derechos humanos y constitucionales de nosotros los salvadoreños.
Finalmente, cada una de las 37 personas del centro de contención, fuimos llevadas hasta la puerta de nuestras casas, después de 39 días de estar en cuarentena: ¡9 días después del tiempo que había impuesto por decreto ejecutivo! Entre los nuevos amigos más cercanos hemos mantenido comunicación diariamente, muy agradecidos con Dios por estar de vuelta en nuestros respectivos hogares, en cuarentena domiciliar, ¡pero en casa con quienes amamos!