COVID-19 y tormentas desnudan vulnerabilidad de comunidad Vista Hermosa I

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Emerson Flores

🗓️ 8 de junio de 2020

En la comunidad Vista Hermosa I, de Soyapango, viven 60 familias. Se instalaron en el lugar por necesidad. Muchos de los habitantes no tenían otra opción. Algunos llegaron hace 30 años después de no encontrar dónde más vivir, por falta de recursos económicos o por la inseguridad de otras comunidades. Pero vivir aquí es un riesgo por la vulnerabilidad que genera el río Las Cañas. Según el Análisis de Vulnerabilidad y Riesgos de la Secretaría para Asuntos de Vulnerabilidad (SAV) cerca del 95 % de los salvadoreños vive con algún grado de vulnerabilidad ante los fenómenos naturales (SAV, 2016). Las familias de Vista Hermosa I viven en uno de los grados más altos de vulnerabilidad, en esa escala.

Aunque la COVID-19 aún no ha llegado a la comunidad, la pobreza sí se agudizó desde que el Gobierno decretó una cuarentena domiciliaria obligatoria que, después de 78 días no acaba. Sumado a eso, las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal, desnudó la vulnerabilidad de las familias frente a los amenazantes repuntes del río Las Cañas. Tras la emergencia sanitaria y climática, las familias aún no reciben ayuda de las autoridades. Un equipo de Protección Civil llegó después de que la comunidad insistió en ser visitada, instaló un plástico negro detrás de unas viviendas que están al borde de caer y luego se fue. Con las lluvias, parte del plástico se desprendió. 

 

El Ministerio de Obras Públicas (MOP) y el Fondo de Conservación Vial (FOVIAL) finalizaron la caja cuádruple en marzo de 2016, para reemplazar la estructura anterior que se había deteriorado. Pero esta obra aún no ha logrado resolver la vulnerabilidad de la zona y las familias siguen en riesgo. Foto/Emerson Flores

Algunas casas se encuentran al borde del barranco y a punto de caer al río Las Cañas. Muchos improvisan usando llantas, tierra o piedras para ralentizar el derrumbe de las estructuras. Pero el riesgo sigue, inminente. Foto/Emerson Flores

Cada invierno trae angustia y preocupación a las familias que viven en la comunidad Vista Hermosa I, ubicada sobre la carretera de Oro, en Soyapango. Cerca de 60 familias temen que sus casas sean tragadas por el río Las Cañas. Foto/Emerson Flores

Ana Martínez vive con su madre y sus dos hijos en la comunidad. “Estamos por pura misericordia de Dios, porque nadie en mi casa trabaja. Tenemos dos preocupaciones, el virus (COVID-19) y ese barranco. Cuando llueve, toda la calle se llena de lodo y cada vez se va desmoronando más el terreno. Hemos buscado ayuda para que tomen cartas en el asunto, pero nadie nos escucha”, explicó. Foto/Emerson Flores

Roxana Aguilar vive en la comunidad desde hace treinta años. Su preocupación es quedarse sin hogar. Vive con su esposo y dos hijos. Pese a que recibió el subsidio de $300 otorgado por el Gobierno, dice que ya no tiene recursos, ya que no trabajan desde hace tres meses. Foto/Emerson Flores

Personal de Protección Civil visitó la zona, para colocar un plástico en una de las casas que tienen mayor riesgo de caer y se marcharon. Con las lluvias, parte del plástico se desprendió. Foto/ Emerson Flores.

Ana Aguilar vive con su esposo y sus dos hijos en la comunidad Vista Hermosa I. Su casa se encuentra a la orilla. Se dedica al comercio, pero debido a la cuarentena, ha dejado de vender. “Recibimos el subsidio de los 300 dólares, pero eso no alcanza para tres meses (…) Aquí vivimos con el miedo de caer al barranco. Hoy está peor, porque cada vez se hunde más”, mencionó. Foto/Emerson Flores

Los habitantes de la comunidad han improvisado unos túmulos, para evitar el paso del agua en invierno. Aunque las autoridades del Gobierno se han hecho presentes, no han ofrecido mayor ayuda, dicen los habitantes. Foto/Emerson Flores

Nelson Arévalo se mudó a la comunidad hace dos años. Le preocupa la velocidad con la que el terreno se achica cediendo al barranco. “Según va corriendo eso, ya viene llegando a mi casa. Cuando yo vine se fue un pedazo de tierra y se formó un talud, después se fue otro. Yo sembré zacate, puse tierra, llantas, pero el río viene minando por debajo. Hasta la fecha no nos han ayudado en nada. Esto es de todos los inviernos”, señaló. Foto/Emerson Flores

Roberto Pérez vive con su familia en las últimas casas de la comunidad. Recién empezaba un negocio de venta de tortas cuando fue decretada la cuarentena. No ha recibido ayuda por parte del Gobierno. Tres libras de arroz es lo último que tiene para aguantar la cuarentena estricta. “No hay cómo movilizarse, para ver de qué manera se rebusca uno, porque no hay transporte”, dijo. Foto/Emerson Flores

Roberto teme que un desmoronamiento por causa de las lluvias arrastre su vivienda. Pide a las autoridades que intervengan. Foto/Emerson Flores

Las casas de la orilla del río corren el riesgo de caer al barranco. Las que están ubicadas del lado de las colonias corren el peligro de un derrumbe. Vivir en la comunidad Vista Hermosa I implica un gran riesgo, pero la gente dice no tener alternativas. Foto/Emerson Flores

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