Olivier García Murillo, estudiante de la carrera Gestión Empresarial del Turismo Sostenible de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA). Colaborador de REDIA El Salvador. Ha presentado 4 investigaciones en países de turismo como España, Portugal, Argentina y México. Es gestor de un proyecto de turismo sostenible en una comunidad de Liberia, Guanacaste, y ha desarrollado varias publicaciones en revistas turísticas electrónicas.
Costa Rica continuará siendo un país líder en la actividad turística, pero en consecuencia al impacto del nuevo virus se demorará un poco más de lo estipulado para llegar a cifras históricas.
Por Oliver García Murillo*
La industria turística ha venido trabajando en los últimos años por la protección y mejoramiento de la actividad, en un entorno social, ambiental y económico, tal como se estipula en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Las Naciones Unidas (ODS), los cuales son adoptados por la Organización Mundial de Turismo (OMT), con el fin de profesionalizar la actividad turística con un énfasis sostenible y sustentable.
En el 2019, la Organización Mundial del Turismo (OMT) reportó un total de 1.500 millones de viajeros en todo el mundo, esta cifra equivale a un 3,8 % más de lo reportado en el 2018. Cifras alentadoras para los inversionistas en el gremio. Esto pone en evidencia que el crecimiento de la actividad turística ha estado en ascenso a nivel mundial, generando oportunidades de crecimiento económico y desarrollo de nuevos emprendimientos.
Pero, ¿cómo se verá el turismo a nivel mundial afectado con el nuevo SARS-Cov2 o mejor conocido COVID-19? Indiscutiblemente el turismo sufrirá una baja en sus operaciones, disminuyendo hasta un 3 % el turismo global desde el momento que se declara pandemia el COVID-19, esto según los primeros datos emitidos por la Organización Mundial del Turismo (OMT). Es ahí donde pone el foco la OMT, en el momento que se supere la pandemia, y es para ese momento donde se pide todo el apoyo por parte de las administraciones nacionales e internacionales con el fin de dinamizar la actividad turística.
El centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anahuác (CICOTUR) declara que la pandemia de la COVID-19 puede provocar la caída entre un 3 % a 5 % del producto interno bruto (PIB) en los destinos turísticos del mundo, lo cual se estipula una afectación económica negativa que se prolongue hasta principios del 2021, esto según la naturaleza de cada destino turístico. En total, se pronostica una pérdida de US$22.000 millones correspondientes a los turistas chinos que están dejando de viajar según datos de la presidenta del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC). Por otro lado, Oxford Economics apunta que si la crisis dura tanto como la del SARS de 2003, esa cifra puede elevarse a un total de US$73.000 millones en divisas por concepto de turismo.
¿Está el turismo preparado para afrontar una nueva crisis económica mundial? El turismo ha enfrentado altos y bajos, desde los primeros registros de la actividad con Thomas Cook en 1841, hasta en la actualidad, se han visto diversas caídas de la industria, la más reciente y con un declive pronunciado fue la del 2011 con el ataque terrorista de las torres gemelas, lo cual produjo pérdidas considerables para el turismo, esto debido al temor del viajero por los ataques terroristas. Este caso sirve como ejemplo de la capacidad que tiene la industria turística de resurgir ante una crisis desde una óptica económica.
Gracias a los esfuerzos realizados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y organizaciones con fines turísticos, el turismo será una de las principales industrias en aflorar su estabilización económica y generación de oportunidades para la continuidad del desarrollo económico y social.
¿Cuáles empresas turísticas son más susceptibles a la crisis? Las aerolíneas son las empresas que sufrirán los peores estragos y se enfrentarán a mayores retos dentro de la industria turística, esto revelado por estudios de CICOTUR 2020, ante dicho contexto las aerolíneas han decidido tomar medidas de contención urgentes para mitigar el impacto de la COVID-19, una de ellas es la flexibilidad de fechas con sus clientes; es decir, les permite a sus usuarios cambiar las fechas de viaje sin ningún costo adicional. Otras aerolíneas han generado ofertas con planes vacacionales con el fin de motivar al viajero con precios llamativos.
Los micro empresarios turísticos y sus emprendimientos son los subsiguientes que tomarán del trago amargo del atildamiento que contrae una pandemia al mundo económico del turismo, ya que estos dependen de la afluencia de turistas, turistas que han dejado de viajar por cierres de fronteras y cancelación de rutas aéreas.
¿Está Costa Rica preparada para afrontar la crisis? ¿Continuará siendo un país líder en la actividad turística? ¿Costa Rica podrá retomar la meta de 3,94 millones de visitantes para el 2021? Los destinos turísticos en el país se han sometido a una cuarentena obligatoria, con el fin de minimizar el impacto social y económico que puede contraer la pandemia del SARS-CoV2 en territorio nacional, esto pone a prueba la elasticidad de la industria turística y de las medidas que han ido adoptando instituciones como el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) y la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) a lo largo de los años.
Medidas que tienen como objetivo aumentar la visitación turística, mediante promoción del producto turístico en el extranjero, como la que se realiza cada año en la Feria Internacional de Turismo (FITUR), feria en la cual Costa Rica ha sido galardonada en la última edición 2020 al “Mejor Stand”, esto y muchas más hazañas que realiza el gobierno para promocionar el país a nivel internacional.
Costa Rica tiene buenas bases para afrontar una crisis como la de la COVID-19, cuenta con un turismo que se ha ido fortaleciendo y posicionando ante los principales destinos turísticos del mundo, con una marca país llamativa e indiscutiblemente única en la cual se destaca la esencia del ser costarricense y la conservación de sus recursos culturales y naturales, ESENCIAL COSTA RICA.
Costa Rica continuará siendo un país líder en la actividad turística, pero en consecuencia al impacto del nuevo virus se demorará un poco más de lo estipulado para llegar a cifras históricas como las que se contemplan dentro del Plan Nacional de Desarrollo Turístico de Costa Rica (2017-2021), con una estimación de 3,94 millones de turistas para el 2021, con un crecimiento anual del 6 % tomándose como base desde el 2016. El 2021 será un año clave para que de forma sinérgica las instituciones del Estado a nivel nacional y regional generen mesas de trabajo para la continuidad del desarrollo turístico y con ello apalancar la economía nacional.
¿Cómo se verá afectada Guanacaste sin turismo? ¿Qué esperar con el alto desempleo en Guanacaste? ¿tendremos turistas de nuevo? ¿Podré seguir con mi emprendimiento turístico? Estas son algunas de las incógnitas que se formulan las personas Guanacastecas en torno a la COVID-19.
Guanacaste es una de las provincias con mayor desarrollo turístico en Costa Rica, con polos sumamente atractivos, tal como es el “Golfo de Papagayo”, uno de los generadores de fuente de empleo en la provincia. Otra fortaleza de Guanacaste es que cuenta con el aeropuerto internacional Daniel Oduber Quirós, en donde se reportó el pasado mes de marzo del 2019, una cifra récord de 166 mil 240 turistas, cifras que no se daban desde el 2012, según informó CORIPORT (empresa encargada de administrar el aeropuerto).
El alto índice de desempleo es un tema que se aqueja en todo el territorio nacional, problemática que es arrastrada desde administraciones pasadas, el 2019 cerró con un total del 12, 4 % de desempleo según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Esto sumerge la tranquilidad de los Guanacastecos, al abismo de incertidumbre en referencia a la estabilidad económica de sus familias, siendo una región que ha visto su desarrollo en las faldas del turismo, permitiendo aflorar la situación económica del país y la provincia.
Desde que se iniciaron los planes de contingencia en el país, Guanacaste reportó una baja en sus operaciones hoteleras y turísticas en general, hasta el momento la cifra asciende a más de mil colaboradores despedidos por el cierre de fronteras y la poca demanda de servicios turísticos.
Los emprendedores turísticos han sido uno de los más afectados, ya que ellos dependen de la afluencia de turistas a grandes complejos hoteleros en la zona o visitación de destinos turísticos ya posicionados en Guanacaste, tales como: Parque Nacional Rincón de La Vieja, Tamarindo, Playa Samara, Parque Nacional Marino Las Baulas, Llanos del Corte, etc.
Estos son algunos de los principales destinos que proveen a los pequeños emprendedores de turistas y de esta manera se sostienen económicamente en el tiempo, pero ¿qué pasará ahora?, el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), en conjunto a las universidades públicas del Estado como la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA) han venido trabajando en la provincia de forma sinérgica para unificar los esfuerzos en materia de desarrollo turístico rural comunitario, mediante las estrategias empleadas por ambas instituciones se podrá mitigar el impacto que contrae la COVID-19 a la provincia, con talleres y charlas de mercadeo, finanzas y estrategias administrativas con un enfoque turístico, de esta forma podrán defender sus emprendimientos y crear proyectos apegados a la realidad nacional.
Los primeros datos de aliento para la industria nacen a partir de lo que depone Tourism Industry Data and Research (SRT), en la siguiente gráfica publicada el 26 de marzo del 2020, en donde se evidencia la movilización del turismo en el epicentro del virus COVID-19, el país asiático (China), reporta cifras positivas en la ocupación hotelera, lo cual da confianza al sector turismo, en referencia a la incertidumbre que se tenía con respecto al comportamiento del turismo post- COVID-19.
Esto demuestra el dinamismo del turismo, y que con el tiempo se ha ido adquiriendo experiencia, que a pesar de la cancelación de eventos masivos de relevancia esperados cada año como es Mobile World Congress en Barcelona o el ITB en Berlín se ha podido ir regenerando la movilización de turistas en países afectados por el virus, tal es el caso de China. Con el tiempo, estos eventos que generan visitación e inversión de turismo (eventos antes mencionados), se irán reformulando para siguientes ediciones y con medidas sanitarias adecuadas.
La industria turística es de las pocas que tiene una facilidad de volver a su estado habitual luego de una crisis, por su naturaleza de necesidad al ocio y negocios, en donde a partir de campañas de viajes se podrá retomar la confianza del turista, campañas lideradas por los gobiernos de cada país e información verificada que otorga la Organización Mundial del Turismo (OMT), al empresario turístico y al viajero.
A los futuros profesionales en turismo: ver este virus como una escuela de enseñanza en donde se puedan aportar ideas frescas e innovadoras, para la protección y posteridad de la “Industria sin Chimeneas”, la cual es responsable de alimentar a este mundo de experiencias únicas y bellas, intensificando el sentir de cada uno de los viajeros, dándole un respiro al alma y corazón.
Olivier García Murillo, estudiante de la carrera Gestión Empresarial del Turismo Sostenible de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA). Colaborador de REDIA El Salvador. Ha presentado 4 investigaciones en países de turismo como España, Portugal, Argentina y México. Es gestor de un proyecto de turismo sostenible en una comunidad de Liberia, Guanacaste, y ha desarrollado varias publicaciones en revistas turísticas electrónicas.