ENTREVISTA

"No hay acercamientos previos, no hay compromisos con el Gobierno": Gómez Guerrero

Fotos/Carolina Amaya

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Por Beatriz Benítez

Ricardo José Gómez Guerrero, exprocurador adjunto en la Procuraduría para los Derechos Humanos (PDDH) en la gestión de Raquel Caballero de Guevara, fue juramentado la tarde del 11 de agosto por el presidente de la República, Nayib Bukele, como el nuevo comisionado presidente del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) para un periodo de cinco años. Gómez Guerrero fue escogido por el mandatario de entre tres candidatos que fueron electos por las universidades privadas y la Universidad de El Salvador, en una Asamblea General que realizó el Ministerio de Educación el 1 de agosto. 

En el decreto ejecutivo publicado en el Diario Oficial no se explica los criterios por los que Bukele se decantó por Gómez Guerrero y no por Manuel Escalante, propuesto por la UCA, o por Eder Evelio Quintanilla, de la Universidad Gerardo Barrios. Gómez Guerrero especula que el equipo jurídico de Casa Presidencial pudo haber valorado su trayectoria profesional, pues otro punto a su favor es que durante la votación que hicieron las universidades él obtuvo cuatro de 10 votos. De lo que sí dice estar seguro es que no lo escogió por tener algún vínculo partidario o con funcionarios del Gobierno. 

La elección del nuevo comisionado en representación de las universidades se dio después de que el expresidente del IAIP, René Cárcamo, renunció el 15 de noviembre de 2019 tras una  publicación de la Revista Factum en la que se revelaba que desde el IAIP se filtraron datos personales de solicitantes de información hacia Casa Presidencial, como un enganche para recibir más presupuesto. 

Después de eso, el 29 de enero, el Ministerio de Educación hizo la primera convocatoria para la inscripción de candidatos; sin embargo, el proceso se extendió más de seis meses debido a los cuestionamientos e impugnaciones, entre ellos, a la postulación del excandidato Óscar Campos por trabajar para el Gobierno. 

Muchas organizaciones se mantuvieron expectantes del proceso debido a que no es desconocido que el Gobierno nombró a un comisionado, del sector de periodistas, que trabajaba para el Ministerio de Gobernación. Para las organizaciones, el Ejecutivo busca controlar la correlación en el IAIP, un ente que vela por la transparencia y conoce los casos de apelación cuando una institución niega información a un ciudadano.

El pasado martes 18 de agosto, Gómez Guerrero conversó con GatoEncerrado en las oficinas del IAIP y contó algunos detalles del día cuando lo llamaron de Casa Presidencial para informarle que sería juramentado, además habló de sus apuestas en la institución y del recorte al presupuesto que les anunció el Ministerio de Hacienda.

El presidente del IAIP fue elegido de una terna propuesta al presidente de la República por el sector de las universidades privadas y la Universidad de El Salvador. Foto/Carolina Amaya.

Usted fue el primero de los candidatos que propuso la Universidad Francisco Gavidia, en febrero de este año. Posteriormente, sumaron a Óscar Campos, a quien se le cuestionó su independencia por trabajar para el Gobierno y a final renunció. Cuando inició el proceso, ¿usted pidió a la universidad participar o lo buscaron? 

Yo trabajé en la Procuraduría de Derechos Humanos por 27 años. Soy fundador de la institución, con el primer procurador Molina Fonseca. Antes había estado en la Procuraduría General de la República y también en el Ministerio de Justicia, al inicio de mi carrera. Llegado el actual titular de la Procuraduría, por lógica, pues, yo ya sabía que uno termina y cierra su ciclo en ese nivel de funcionario y por lógica, tanto como él me podía pedir la renuncia, también yo anticipo a renunciar y lo tomo como un reto personal de “vamos a ver adónde apunta la vida”. 

Yo soy graduado de la Universidad Francisco Gavidia y entonces me acerco, obviamente, a la Universidad. Le estoy hablando de un periodo de octubre, que terminó mi vínculo con la PDDH, y el (28 de enero) me incorporo a la universidad como investigador asociado del observatorio de “políticas públicas”. Es un área que está dentro de la Facultad de Ciencias Jurídicas, pero es un ente propio de toda la universidad que igual trabaja en materia de derechos humanos, básicamente en lo que se refiere a vigilar o analizar cómo el Estado, en general, encamina las políticas públicas con un enfoque de derechos humanos, entonces seguimos en la misma línea de trabajo. 

Prácticamente, el 28 de enero es que empiezo con ellos. Dentro a la universidad y por esa trayectoria y por la convocatoria que se hace, la universidad, es decir rectoría, me hace la propuesta personal sobre este cargo para aspirar al mismo, que es como precisamente, de hecho, la ley lo prevé, que se haga una escogitación de parte de cada universidad, y usted sabe que ahí sí es un buen interés de cada universidad de proponer candidatos, porque como el Instituto es un ente multidisciplinario, la intención es que haya personas afines a la academia, no afines a los políticos, para proyectar ese enfoque en beneficio del mismo Instituto y en beneficio de la transparencia. 

¿Se lo propone el rector (Mario Ruiz) de la Universidad?

No directamente el funcionario como tal, sino a partir del decano de la facultad (Roberto Morán) que es en ese momento mi jefe inmediato. En esa relación que ya hay de cordialidad, de hecho de conocimiento por ser colegas y todo, pues, se me hacer ver eso. Yo lo veo como una expectativa de mejora profesional y personal, también lo veo como un reto porque conocía el Instituto y sabía que es una institución que siempre está y estará en medio de la polémica por su función, pero yo ya venía de eso, de una institución que siempre está en la polémica. Entonces, lo tomo como un reto personal. Lo primero que uno tiene que hacer es examinar la ley si cumple los requisitos, si se considera apto, porque usted sabe que involucrarse en una cosa puede ser bien penoso si después salen una serie de cuestionamientos. Y, creo que en ese sentido, la primera, aunque la ley no dice esa tan clara porque se enfoca más en los requisitos, la primera que valoré para mí y que sé que lo que es a la sociedad también le debe interesar es la apoliticidad en el sentido que a lo largo de mi vida adulta no he pertenecido a ningún partido político, nunca he demostrado una preferencia ni en el enfoque de mi trabajo decantarme por un sector político determinado, porque eso es lo que a mí se me enseñó en la misma procuraduría, que habiendo estado en distintas administraciones me ha tocado trabajar en proyectos de resolución contra distintos entes del Ejecutivo, de la Asamblea, de las instituciones en general, sin tener un enfoque de sesgo político.

¿Qué grado de conocimiento tenía de la ley de Acceso a la Información Pública y del trabajo del IAIP, como para aspirar a ser funcionario?

El nivel que los abogados tenemos de la legislación en general, sumado a un enfoque bastante conectado con la institución, porque la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos trabaja en todas las áreas de derechos humanos, entonces yo he crecido en esa institución como jurídico.

¿Usted considera que su perfil cumplía las condiciones para ser electo para el cargo?

Sí, de lo contrario, le digo, no lo hubiera hecho. Yo estaba trabajando en la universidad, me gusta mucho esa parte; que de hecho, todavía sigo vinculado a la universidad porque me nombraron docente en ese proceso también. Como se alargó, yo, en lo personal, dije “bueno, a saber qué va a pasar”. Uno tiene también su vida personal.

El proceso de elección tuvo bastantes tropiezos, hubo impugnaciones y se cuestionó la independencia de un candidato, ¿cómo lo describe usted?

Yo creo que no hay que olvidar un detalle, ahora que estamos con tanta red social y creo que la población está más pendiente y hay más entidades de sociedad civil también que están haciendo sus valoraciones y obviamente el gremio periodístico con su trabajo. De hecho, en un foro que yo participé, me cuestionan por qué estoy en el proceso si ya hubo una impugnación, entonces, yo les digo porque como también respetuosos de la ley entré en esto, la impugnación que se ha puesto si anula el proceso por supuesto que yo me retiro sin ningún problema, pero estoy ahorita por la misma razón que usted está también aquí, eso nos legitima. 

Pero, ¿cree que fue legal el proceso?

Sí, por lo siguiente. Como le dije al inicio, en la primera fase son tres candidatos que quedamos. Por la impugnación y renuncia del candidato, se vuelve a abrir el proceso, se hacen convocatorias. Al inicio pareciera que no hay asistencia de otras universidades, pero después llega un mayor número de candidatos y baja, de una u otra manera, el cuestionamiento, porque creo que sí hay una apreciación en general, pues, de que ya iba más ordenado, desde el momento de que ya no hay impugnaciones… 

El presidente del IAIP, Ricardo José Gómez Guerrero, asegura que no tiene ninguna vinculación con partidos políticos ni con funcionarios del actual gobierno. Foto/Carolina Amaya.

Cuatro universidades votaron por usted. El 11 de agosto el presidente de la República, Nayib Bukele, lo juramentó en Casa Presidencial, algo que no se divulgó y algunos conocimos la noticia en redes sociales ese día por la tarde.  ¿Nos puede contar cuándo le informaron que fue escogido de entre los tres candidatos y quién le notifica?

Un sábado termina la Asamblea General (de la elección de candidatos)  al medio día. Yo, al menos desde mi vivienda que participé en la misma. Pasan los siguientes días ya de la vida personal. Realmente uno ahí está a la espera de saber cómo va a ser esto. Si mi juramentación fue el 11 (de agosto), mire, yo quizá, dos días antes ya en el plano familiar lo platiqué y todo, bueno, aquí quizá esto va a ser sorpresivo, de un momento a otro. Le digo mi reflexión muy personal. Yo como adjunto (de la PDDH) tuve la oportunidad de estar en el día exacto que eligieron al Procurador Apolonio Tobar y me di cuenta cómo lo pueden dilatar a uno las cosas. Es decir, ese mismo día le dijeron que llegara temprano que lo iban a juramentar, después lo llaman y le dicen que no. El señor vivía lejos, vuelve a llegar, tres veces le hicieron eso, hasta la noche que ya levanta la mano. Pero, había un componente de la Asamblea que es una cosa más grande. Conmigo no pasa de esa manera, sino que yo hasta les digo en mi casa: “miren, aquí cuando esto pase, cuando menos sintamos y yo ande menos preparado si todo va bien”, porque al ver la expectativa de cuatro votos, al ver la expectativa de que no había habido en todo lo largo un cuestionamiento directo que me pusiera, que ya la gente estuviera preocupada, que todo aparenta que quedó en primer lugar y lo más seguro es que pase esto y lo otro. Que dicho sea paso que para mi los otros candidatos están en un nivel similar, cada quien con su experiencia, conozco a uno de ellos, a Manuel de la UCA. Y dicho y hecho. Yo ando en mi vehículo en la calle y me cae una llamada de Casa Presidencial, efectivamente, y me dicen “licenciado fulano, se le avisa que usted va a ser juramentado por el presidente, que se apersone este día a Casa Presidencial…” Fue un día agitado porque uno tiene, literalmente, hasta que ir a buscar el saco que tenía guardado. Entonces, me avisan, voy a mi casa, yo aviso también, comento, me preparo para en la tarde. Yo llego a Casa Presidencial, me identifico y todo y, pues, este proceso se da, aproximadamente, voy saliendo de ahí como a las 6 de la tarde, quizá.

Después de que lo juramentó el presidente Bukele, ¿conversó con él?

No, no, en lo absoluto. Bueno, yo no lo conocía. Ese es un acto corto, es sumamente corto. Ni en ese momento ni previamente. Eso es bien sano poderlo decir. Entiendo y conozco que para muchas candidaturas de entes estatales de la Asamblea, por ejemplo, hay procesos de pláticas.

Sí, los candidatos hacen cabildeo o negociaciones para obtener votos, en su caso…

Eso no ha habido. Primero, porque como le digo yo no conozco ahí. De verdad, cuando uno está metido como empleado público tantos años en su trabajo no tiene esa oportunidad. Yo no me puedo jactar de codearme con funcionarios de alto nivel de ninguna corriente, porque ya le dije que no soy político, entonces no tiene uno esa línea de padrinos.

 ¿No hubo reuniones entre usted con algún funcionario?

No, y peor con el presidente en ese sentido, porque le digo si eso así fuera qué ratos quizá me hubiera puesto de ministro, pues, verdad. Si usted va a poner en un ente de estos a una persona de su conocimiento mejor que sea parte de su equipo hasta cierto punto, porque aquí usted sabe que quiera si o no esta institución es de cuestionamiento para los entes estatales, entre ellos el Ejecutivo. Así es que no, no se dan esas pláticas,  de ninguna manera, no hay acercamientos previos, no hay compromisos. Yo quiero, en ese sentido, valorar positivamente y sostenerlo que creo que ha sido muy bueno que se dé eso, porque yo lo denomino un silencio de análisis de la administración, en este caso el Ejecutivo, media vez se va la terna creo que hubiera sido feo y equivocado si por el contrario ya ahí nos llamen a uno por uno. Uno se estuvo una hora, otro se estuvo dos, se genera una polémica equivocada de ¿qué le dijeron?, ¿qué le ofrecieron?, ¿qué va hacer?, ¿qué no va hacer? Mejor que no lo vean así a uno y se siente profesionalmente que lo que tomaron en cuenta y que la misma ley así lo prevé.

Claro, lo que no vamos conocer son los criterios publicados de por qué se escogió a este candidato.

Yo en buena fe personal quiero mantener ese esfuerzo, porque yo mismo me estaría cuestionando y no voy a entrar en esa línea para contra mí mismo. Yo en buena fe considero que se tiene que hacer un análisis de un equipo jurídico que diga mire presidente este tiene estas virtudes, estas otras…

¿Especulando?

Sí, sí, pero creo que eso debe de ser, porque ¿qué otra línea pudiera haber?: “¿Este está inscrito al partido?”.

Es decir, no hay ninguna relación o vínculo con el Gobierno para que usted haya sido elegido para presidente.

No, no, no hay ese vínculo, eso sí está totalmente claro.

¿No tiene amigos funcionarios?

No, no puedo decir eso que tenga amigos funcionarios. Definitivamente no. Sino de un solo me voy probablemente a Capres, después de salir de la Procuraduría, o pido ayuda a mis conocidos y me ponen en el ministerio de no sé qué, de colaborador, cualquier cosa. Yo sí tuve que adaptar mi vida personal al hecho de salir de la institución.

En el Instituto usted tendrá que conocer diferentes casos de diferentes instituciones del Estado, no solamente del Gobierno. ¿Existe alguna institución en la que pueda tener un conflicto de interés a la hora de conocer un caso?

No, personalmente con ninguna. Ni con el Órgano Ejecutivo ni con el Órgano Judicial ni con la Asamblea Legislativa. Ni autónomas, ni entidades descentralizadas, ni sociedades de economía mixta…

 

El presidente del IAIP asegura que su gestión estará marcada por la independencia. Foto/Carolina Amaya.

Varias voces coinciden en que existe interés del Gobierno en controlar el Instituto de Acceso a la Información Pública. Ya se vio el caso del excomisionado Juan Carlos Turcios, quien fue nombrado en representación del sector de periodistas y también renunció. ¿Usted actuará con independencia, no cederá a presiones políticas y amiguismos?

Lo primero. Mire, lo que pasa es que en los sistemas jurídicos lamentablemente la organización que hay, las distintas formas de elegir a quienes representan las instituciones, pues, obviamente la que puede ser menos sujeta y aún así lo es a cuestionamientos es el voto popular, que se supone que es la libertad expresa de todas las personas de elegir a un funcionario y en todos sistemas estatales siempre ha estado sujeto hasta cuestionamientos de fraude y cosas por el estilo. No obstante, aquí un funcionario es el que elige al otro. Eso es una cosa incómoda precisamente para uno, porque uno sabe que si quiere entrar y que si pretende aportar o si quiere destacarse en su vida profesional también tiene que someterse a eso. Por eso es que la sociedad civil insiste en baremos, entre otras cosas, para estar expectantes a que no pasen esas cosas. El Instituto nace con una legislación que prevé que sea el Ejecutivo el que elija,  esa es la naturaleza y la línea que le han dado. Entonces, es natural y lo comprendo, pero no significa que sea así (que el Gobierno controle al Instituto).

El Instituto no ha estado alejado de eso. El excomisionado presidente René Cárcamo se vio involucrado en el caso de filtración de información hacia Casa Presidencial, estuvo tentado a ceder a presiones por el presupuesto del IAIP.

Justamente, lo que acabamos de mencionar, sucede ese hecho y es la razón por la que la comisionada Cristina Pérez lo suple en funciones. Entiendo que ese caso está en la Fiscalía, pero más allá de la explicación que yo le doy, que lo que quiero decir es, mire, un cómo ni modo ese es el proceso, pero su inquietud es válida y a lo ojos de la sociedad también de que después de eso y sabiendo que esa es la forma, pues, es en uno que recae la responsabilidad de demostrar.

Por eso le pregunto, ¿Usted actuará con independencia, sin presiones políticas?

A uno le tocará demostrar después de eso y después de la expectativa que no es la razón por la que uno está y que efectivamente le toca y le tocará actuar con esa línea de trabajo, con esa valentía que el Instituto requiere como con la valentía que requiere el trabajo en defensa de los derechos humanos, apartando, eso sí, la parte política, porque también hay que hacer un diferendo ahí de que no puede prestarse uno también a una especie de juego político en afán de cumplir sus labores, porque ahí lo desnaturaliza. Yo creo que el Instituto ha ido trabajando correctamente en la aplicación de la ley.

¿Cuál es su visión y apuesta de trabajo para que el acceso a la información pública sea una herramienta contra la corrupción?

Yo sé que ya hay un ejercicio amplio, como lo dijimos al inicio, de la ciudadanía de comprensión y todo, pero creo que debe de ir más allá, en el sentido de que la ciudadanía en general comprenda el por qué es importante darle validez a este derecho. Y ustedes como periodistas que son investigativos, quienes hemos trabajado en investigaciones, ciudadanos que tienen algunos casos particulares, creo que están ejerciendo este derecho, pero no es toda la ciudadanía. Y, por eso, decimos muchas veces: “¿y por qué ocupan mal los impuestos?, ¿por qué voy a las unidades de salud y no hay tal cosa?, ¿por qué no tienen horarios de atención de esta forma?, ¿por qué hay tan poco personal?”. Recordemos que este es un derecho tan amplio, un derecho fundamental desde los estándares de derechos humanos de Naciones Unidas y de la Comisión Interamericana que no está sujeto a cuestionamientos. Entonces, creo que hay que proyectarlo más allá. Si usted pide la información el 15 de enero no puede ser posible que ese caso todavía esté complicado en un trámite en una Cámara lo de lo Contencioso allá por marzo, por ejemplo. Las razones por las que se ha pedido no están dentro de nuestras consideraciones, pero se sobreentiende que hay una necesidad de esta información. Bueno, porque ya he visto casos concretos donde uno dice que esto demuestra la necesidad, la urgencia. Para poner un caso, sin nombre o algo, de una persona que ha sufrido una agresión por parte de una autoridad pública, de la Policía, la necesidad inmediata que tiene para plantear su denuncia penal, de conocer los onis, la delegación a que pertenecen los agentes y todo. Si una institución está basada en la protección y el secretismo obstaculiza eso, y eso hay que impedirlo.

¿Cree que las instituciones todavía ponen trabas para que la gente no pueda acceder a la información?

Yo sí creo que a nivel general, estatal, falta todavía mucho justamente una conciencia y comprensión de lo que significa esto y quizás por esa misma incomprensión todavía hay trabas y resistencia; de lo contrario, las audiencias que tenemos justamente van en esa línea, es decir, las audiencias de apelación. ¿Qué es una audiencia de apelación? Una audiencia de apelación es obviamente cuando el funcionario determinado y el oficial de información denegó la información. El usuario reclama, impugna ese acto, pero ahí tenemos que ver por qué lo hizo, conforme a la ley, porque era información reservada o confidencial o por qué buscó una traba para no darla. Sí creo que hace mucha falta todavía, porque más que pensar que el Instituto tiene fuerza ejecutiva para darle cumplimiento a algo que pueda activar a la Fiscalía, creo que como democracia a lo que debemos de apostarle, y eso lo veía yo en la Procuraduría y todavía falta, es que usted tiene como funcionaria que entender basada en simples preceptos qué es lo bueno y qué es lo malo. 

Durante la emergencia por la pandemia, el Gobierno ha manejado millones de dólares, solo en deuda le han aprobado $3 mil millones; sin embargo, se ha negado a transparentar la información que le han solicitado los ciudadanos, la Asamblea Legislativa y la Corte de Cuentas de la República. ¿Qué Opina?

Mire, yo creo que la pandemia nos puso a todas las instituciones de una u otra manera en un reto nuevo, por las mismas limitantes que supuso. Algunas limitantes que supuso creo que han sido bien enfocadas, otras no. El mismo Instituto se vio limitado por lo de los plazos que se hicieron, hubo una exigencia del mismo Instituto de mantenerse. Y al caso concreto que usted me está preguntando de esto, sí, creo que la situación de la pandemia tanto por el COVID y la tormenta Amanda, sí, es cierto, ha requerido una serie de actos del Ejecutivo de adquisición, de generación de construcción de hospitales y todo, que efectivamente deben de estar bajo un examen correcto de las instituciones y todo y se deben de ordenar los procesos. Se evalúan obviamente por parte del Instituto cuando eso se requiere de una manera racional, si por el mismo motivo de la pandemia de una u otra manera la información no pudo ser dada en tiempo, digamos. Pero, eso está más allá de que si la información es legalmente procedente facilitarle se tenga que dar. Usted no puede todo el tiempo estar aludiendo a la pandemia o a otra situación para no facilitar una información, de hecho, creo que es un momento que viene porque ya estamos saliendo de la misma. Lo que lamentablemente por los motivos que han sido legales y todo no se ha podido verificar, creo que estamos en un momento en que la rendición de cuentas se puede seguir activando.

¿Desde el Instituto como pueden garantizar eso?

Desde el Instituto se puede garantizar. Bueno, recordemos que tiene una oficiosidad también en su trabajo y desde el punto de vista de los casos que hayan sido presentados o que vengan a ser presentados. Lo que yo no le pudiera decir ahorita obviamente, porque eso ya es un análisis concreto del caso, es que se tiene que ver cada solicitud, qué es lo que se pidió ante la autoridad. El ejercicio de este derecho en primer lugar, dejando lo oficioso, viene de la ciudadanía que lo plantea ante estas instituciones. Si hay un interés, si hubo un interés creo que lo seguirá habiendo ¿cómo lo podemos proteger en ese sentido? Verificar si en esos procesos las entidades no lo siguen dando, a partir de las apelaciones y todas las determinantes respectivas para poder establecer esta información si es de la que se tiene que facilitar y proporcionar. Ahí viene el proceso de aplicación de la ley del Instituto.

El Gobierno ha bajado información de los portales de transparencia…

Ese es otro punto de la información oficiosa, a parte del proceso durante la pandemia de la información que se pide, he visto que el Instituto ha tratado de hacer y ha estado en curso, de hecho, una investigación, no ha tenido el tiempo todavía de ver eso, una investigación oficiosa, es lo que me acaba de preguntar, sobre cómo se mantuvieron los portales de transparencia en este periodo, es decir, las páginas web y todo por medio de las cuales la información oficiosa debe de estarse alimentando periódicamente. A nivel de noticias he visto, no con amplio detalle, por ejemplo, este argumento que siempre aluden a la pandemia, que eso dificultó. Puede ser cierto en parte, pero hay que examinarlo. Esa investigación que está llevando a cabo el Instituto creo que podrá determinar, es decir, efectivamente hubo dificultad, efectivamente la dificultad se subsanó o nos seguimos excusando en esta coyuntura. 

¿El Instituto ya está preparando su presupuesto para 2021?

Entiendo que a nivel general hay una limitación presupuestaria producto de todo lo que ha sucedido y ha habido una leve reducción que para que el poco presupuesto del Instituto por supuesto que afecta. Ayer en la tarde estuvimos recibiendo y analizando las notas que hacienda mandó en ese sentido y analizando qué planes de contingencia interna mientras en su momento se tramitan o se impulsa el refuerzo presupuestario en las fechas que corresponden, lo que momentáneamente se pueda aquí hacer para minimizar ese impacto. Ya se lo digo de entrada que el enfoque ha sido más que todo en cuanto a qué cuestiones que puedan ser secundarias, obviamente, esto no tiene que ver con salarios del personal ni reducción del personal ni dejar de hacer labores que ya se hacen, sino que básicamente las proyecciones en ese sentido son de los pocos insumos o servicios básicos se puedan ver aquí adentro para el personal, agua y cosas por el estilo. Una institución bastante correcta en ese sentido, le digo, no hay sobre adquisiciones de productos extraordinarios y cosas por el estilo.

¿Cuánto les recortan el presupuesto?

El presupuesto creo que anda por el millón y medio, casi llegando a los dos millones, esto anda casi $70 mil la disminución. Se oye poquito, pero para un presupuesto tan corto… Nosotros en la PDDH, pues, nos tirábamos de los pelos por 10 millones de dólares, que 9.5 millones dan. Yo aquí vengo a ver que es un millón y medio apenas, pero ha funcionado el Instituto. 

¿Van a pedir un refuerzo presupuestario?

Sí, llegada la etapa, eso es lo que se planteó.

¿Cuánto requiere la Institución para funcionar en 2021?

Como se va a presentar en su momento una proyección presupuestaria para reforzar ahí donde los equipos ya técnicos, las áreas financieras, van a decir mire para funcionar adecuadamente la institución necesita esto. Como le dije es poco y todo, pero yo soy optimista que se logre superar ese problema, que lo recibo de entrada. Yo siento que hay suficientes elementos para mostrar que la institución trabaja con mucha responsabilidad y honestidad. Incluso, creo que son cuatro vehículos institucionales. Aquí no hay vehículos para el titular, para los demás comisionados, motoristas asignados para uno, asistentes.

Hay instituciones donde tienen privilegios los presidentes, ¿cuáles son los suyos?

Se lo llego a decir con toda honestidad que en una plática con otra funcionaria, pues, me dice mire: “hay otras instituciones donde le llevan la cartera al funcionario o la funcionaria”. Aquí eso no pasa.

¿No tiene asesores personales? 

No, no, no tengo asesores. Me he apoyado bastante en la directora ejecutiva por ahorita que muy gentilmente, no obstante su cargo de trabajo, me ha ayudado. Pero, como le digo, ese es un ejemplo bien secundario que le puedo poner, en las otras instituciones les están llegando con café u otras cosas.

Me imagino que lo vió en la Procuraduría.

Claro, en la Procuraduría lo viví y lo vi, obviamente. Es otro nivel en ese sentido me parece muy bien, hasta una de las cosas, lo pueden ver, las oficinas están abiertas, las puertas, y son transparentes… En lo personal no me afecta nada de eso, porque yo en la institución no he sido persona que necesite en la PDDH de eso. 

Al término de su periodo, ¿cómo quiere ser recordado?

Quisiera ser recordado por mantener los niveles de credibilidad, independencia y, sobre los cuales usted me preguntó al inicio, me siento satisfecho de percibir que así se han mantenido por ahorita. Es bien doloroso que al iniciar un proceso uno arranque ya con críticas o descubrimientos fuertes. Eso ya deslegitima todo lo que viene por delante y me siento bastante contento de que en ese sentido eso no ha sucedido, no por una cuestión de ego personal, sino que por el mismo Instituto, porque venir aquí a afectar a la institución sería una desgracia, por así decirlo. 

El Instituto ha sido bastante abierto con los medios de comunicación y periodistas, ¿usted mantendrá esa línea?

Aquí estamos.

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