En respuesta y desde el otro lado del parque, los simpatizantes de Nuevas Ideas, corean: “Nayib, Nayib, Nayib, Nayib…”. Silbidos, gritos y consignas se escuchaban entre ambos bandos. La ministra, atrapada en medio de los gritos, trata de controlar al público, pero fracasa.
“Si no traes gente, no tenés”, vociferan los militantes del FMLN, y la ministra se impone en el micrófono: “Compañeros de San José Las Flores y de todos los lados que nos acompañan. Quiero pedirles que sepan disculpar a los jóvenes que tienen tan envenenado el corazón”.
Al escucharla, los simpatizantes de Nuevas Ideas aplauden. Pero los militantes del FMLN no cesan de cuestionar.
—¿Por qué nos dejaste solos? ‘Patria o muerte’ era tu consigna. ¿Y qué pasó con esa consigna? —grita un militante del FMLN.
—Si esperás, vas a oír qué pasó —responde la ministra.
—No, ¿yo para qué quiero oír a una traidora?
La energía eléctrica deja de funcionar y la ministra se queda sin poder utilizar el micrófono. El grupo de simpatizantes del FMLN crece y los insultos también: “Fuera, fuera, fuera”, gritan los militantes. Por unos segundos, sin saber qué hacer, la ministra se muestra desconcertada. Así que los simpatizantes de Nuevas Ideas forman un círculo para protegerla de los insultos.
Al terminar el evento, que ha durado unos 35 minutos, uno de los militantes insiste a Chichilco.
—¿Por qué traiciona al pueblo?
—Porque así me traicionó la cúpula a mí.