Foto/Mónica Campos

Tecnología y coronavirus, la nueva normalidad en las elecciones 2021

La nueva normalidad electoral incluye equipo tecnológico y medidas insuficientes para contrarrestar la COVID-19. El año 2021 puso a prueba la organización de los centros de votación y todo el sistema electoral, con nuevo uso de tecnología y medidas de bioseguridad.

Los miembros de la Junta Receptora de Votos (JRV) 510, ubicada en el Bulevar del Hipódromo, tuvieron pequeños problemas con el equipo informático de digitalización, impresión y transmisión de los resultados electorales preliminares que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) implementó por primera vez este 28 de febrero, cuando se celebraron las elecciones legislativas y municipales. Su caso no fue el único. De hecho, pasó en casi todos los 1,595 centros de votación. 

Según expresó uno de los integrantes de la JRV, el problema principal fue con el escáner que se utilizó para realizar la transmisión del acta. “Está desfasado”, dijo. El proceso de conteo fue lento y lleno de retrasos, debido a que, después de que las mesas apilaban los bloques de papeletas debían registrar cada una de las marcas en el sistema. A pesar de la lentitud, personal del TSE mencionó a GatoEncerrado que la implementación de este proceso hizo más seguros y confiables los resultados.

El uso de equipo tecnológico fue implementado por primera vez en estas elecciones legislativas y municipales. Foto/Mónica Campos

Pero estos problemas no solo se debieron al uso del equipo informático. El retraso, en general, empezó por la mañana, cuando integrantes de las JRV de los partidos Nuevas Ideas y de Cambio Democrático no contaban con las credenciales respectivas. Ante esa situación, el TSE emitió un comunicado para que, basados en el artículo 191 inciso 3° del Código Electoral, pudieran integrarse.

La falta de credenciales hizo que en varios centros de votación el proceso empezara hasta dos horas más tarde de lo previsto. Posteriormente, esto ya no provocó otros incidentes en los centros de votación, salvo por los señalamientos del presidente Nayib Bukele, quien convocó a una conferencia de prensa para pedir el voto de forma ilegal en periodo de silencio electoral.

“Hay irregularidades no intencionales e intencionales”, dijo Bukele durante la conferencia, por la que el TSE inició un procedimiento sancionador por faltar al silencio electoral. Tras finalizar, se dirigió a su centro de votación en el Bulevar del Hipódromo, una hora antes de que cerrara.

Pasadas las cinco de la tarde, todas las JRV de ese centro de votación en el Bulevar del Hipódromo cerraron y se prepararon iniciar con el proceso de contabilización y posterior corte de papeletas inutilizadas. La JRV 525 fue la primera en comenzar, pasadas las 6 de la tarde, con el conteo de votos. El inicio del conteo en las 34 JRV de ese centro de votación, el más grande de San Salvador y en el cual habían inscritos 23,378 electores, fue desigual. Algunas mesas empezaron su proceso de conteo de votos hasta una hora y media después de la 525.

Jorge Campos, supervisor regional de capacitación del TSE, destacó el “trabajo en equipo” de las JRV. “Lograron encauzarse en lo que se realiza este día (28 de febrero)”, agregó. Sin embargo, detectó algunas problemáticas. “Por el hecho de no estar capacitados han fallado en algunas cosas sencillas”, dijo. Explicó que algunos integrantes de las JRV no siguieron el proceso debido. “Por ejemplo, en tres Juntas Receptoras de Votos se inició el escrutinio de Consejos Municipales y la ley establece que el primero es la Asamblea Legislativa”, seguido del Parlamento Centroamericano y, finalmente, los Consejos Municipales. A pesar de esto, la jornada en este centro de votación transcurrió sin mayores dificultades. A las 7:05 de la noche se les entregó el equipo informático, uno para cada JRV. 

La misma confusión fue evidente en las juntas receptoras en el Complejo Educativo Concha Viuda, donde cada una decidió la manera de organizarse para iniciar el conteo. Algunas empezaron por apilar las papeletas válidas de las abstenciones y los votos nulos. Otras empezaban el conteo con los votos del Parlacen, mientras que otras prefirieron empezar por los consejos. Los fiscales asignados no intervinieron en las distintas maneras de proceder, a pesar de lo que establece el instructivo de las JRV. 

Caos en Santa Marta

Si en el Bulevar del Hipódromo no se dieron mayores incidentes, en el centro de votación de Santa Marta, en San Salvador, la jornada fue distinta. Según relatos de los electores, aproximadamente a las 3:30 de la tarde ya no los dejaban ingresar al espacio. Media hora después, expresaron, cerraron el centro. Es decir, una hora más temprano del cierre oficial, dejando sin votar a más de 200 personas que esperaban afuera. 

Irma Rivas, quien iba a formar parte de una JRV pero no tenía su credencial, dijo que por la tarde “todo fue un caos (…) Dijeron que la tinta se había acabado, que ya no se podía votar y los ciudadanos que esperaban votar se enojaron” y comenzaron a acusar de cometer fraude a los del centro de votación. “Se hizo lo que se tenía que hacer”, explicó Rivas.

Las personas se manifestaron y hasta la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) de la Policía Nacional Civil (PNC) hizo acto de presencia. “Estuvimos gritando, corriendo de un lado para otro, exigiendo que queríamos votar. Hasta una caravana vino”, dijo Vanessa Canizales, quien, al igual que Rivas, esperaba sentada en una silla de plástico frente al centro de votación, a la espera de resultados. “Vino la UMO. Pero solo entró (al centro de votación) y volvió a salir”, agregó. Al lugar también llegó el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, quien asumió el mando de la situación y garantizó a la multitud que a todos los tenían que dejar votar. Marroquín ha sido mencionado en investigaciones sobre negociaciones de pandillas que ha hecho la gestión de Nayib Bukele desde que era alcalde de San Salvador.

Según un informe de la Fiscalía General de la República (FGR), hubo ocho capturas en el marco de las elecciones de este domingo 28 de febrero. De estas, cinco fueron por el delito de fraude electoral y tres por otro tipo de delitos. Hasta el cierre de esta nota, las autoridades policiales y del TSE no brindaron detalles sobre lo ocurrido en el centro de votación de Santa Marta y por qué fue necesario llevar hasta elementos de la UMO y de la División Policial de Investigaciones Oculares.

Agentes de inspecciones oculares afuera del centro de votación en Santa Marta, San Salvador, tras el cierre del espacio antes de la hora estipulada. Foto/Emerson Flores.

Finalmente, pasadas las 9 de la noche, las personas que esperaban votar, entre ellas Canizales, pudieron hacerlo. “Entramos de 25 en 25”, explicó Canizales. Justo durante la conversación con Canizales un vehículo de La Prensa Gráfica se retiraba del lugar. Al verlo, la gente comenzó a gritarles: “Váyanse, no los queremos”. GatoEncerrado también prefirió terminar la cobertura que estaba realizando en el lugar para evitar problemas con los simpatizantes de Nuevas Ideas, quienes estaban esperando votar y decían constantemente que no querían a periodistas de medios que son críticos con el presidente Bukele.

Sin protección contra la COVID-19

Las elecciones borraron el temor al contagio. Personas de todas las edades, incluso adultos mayores, que hace solo un año abastecieron sus alacenas para una larga cuarentena de 7 meses, se agolpaban en los centros de votación como si la crisis por la COVID-19 no hubiera sucedido y como si el virus no siguiera presente y letal. La tardanza en abrir las puertas de los centros acrecentó la aglomeración. 

En el centro de votación del Centro Escolar Antonio Najarro, en el municipio de Mejicanos, había una larga fila antes de las 7:00 de la mañana, hora en la que los centros debían abrir sus puertas. Media hora más tarde, la fila llegaba hasta la calle principal y la gente, desesperada, se agolpaba cada vez más. Cuando abrieron la puerta, la gente ya estaba bastante molesta y el distanciamiento social era lo menos importante. Los encargados del centro pidieron que entraran primero las personas con discapacidad. 

Johanna Recinos, de 25 años, había llevado a sus abuelos de 94 y 89 años a votar, a pesar del riesgo de contagio. “La verdad pensamos que iba a ser diferente para los adultos mayores, pero nos costó bastante, no nos pasaron rápido, tratamos de no acercarnos mucho porque no hay distanciamiento”, comentó desde una esquina de la cancha, que desinfectó con amonio cuaternario antes de sentar a su abuelo. 

Las medidas en ese centro se enfocaron en el uso del alcohol y mascarillas. En la entrada de una de las aulas que servía como JRV, Romelia de Flores, una mujer de 65 años vigilante identificada con una camisa de Arena, dijo que las medidas eran estar a dos metros de distancia, aunque evidentemente nadie guardaba la distancia en ese lugar. Romelia, aseguró que no le daba miedo exponerse, “porque si queremos ver el cambio, lo tenemos que hacer”, expresó en relación al evento electoral.

Los votantes hacen fila sin respetar el distanciamiento social fuera del Centro Escolar Antonio Najarro, en el municipio de Mejicanos. Las personas se aglomeraron debido al retraso de media hora con la que abrió el centro. Foto/Mónica Campos

En el Centro Escolar Walter Soundy, en Santa Tecla, las votaciones también fueron masivas. Las filas se alargaron y esto dificultó implementar el distanciamiento social entre los electores, al solo haber 14 juntas receptoras de votos. Las personas debían esperar entre 30 minutos hasta una hora para ejercer su derecho al sufragio. A pesar de la aparente multitud que se acercó a los distintos centros, se abstuvo casi el 50 % de las personas habilitadas para hacerlo.

Heinrich Haupt, observador internacional independiente, dijo a esta revista que “hubo una participación limitada. Me dicen los que están contando los votos que solo un 50 % de los votantes acudieron a las urnas. Es un poco triste porque votar es un deber cívico y sería importante que la gran mayoría participe en este esfuerzo para fortalecer la democracia”. 

Las aglomeraciones se repitieron en todo el departamento de San Salvador. En el centro de votación Concha Viuda de Escalón, la zona destinada para el uso de las juntas receptoras de votos, estaba abarrotada. Los fiscales asignados mencionaron la falta de distanciamiento social como la única irregularidad en cuanto a los protocolos que deberían seguirse para la realización de estas elecciones, pero no tenían las competencias para intervenir. 

La multitud crecía cada vez que un funcionario o político hacía su aparición en el centro. En este lugar, Ernesto Muyshondt, actual alcalde y candidato capitalino, hizo la fila para emitir su voto, pero no lo hizo solo. Aún con el riesgo de contagio, se hizo acompañar de una batucada y más de una veintena de militantes que, sin guardar la distancia, gritaban su nombre. 

Uno de los encargados de Junta Electoral Municipal, Beat Scmidt explicó que la medida no se estaba cumpliendo porque la infraestructura no daba abasto para la cantidad de electores inscritos en ese centro. “Son 16 mil personas que tendrían que votar en las 24 juntas receptoras de votos”, señaló. 

Un grupo de militantes del partido Arena, sin respetar la distancia social y generando aglomeración, gritaban consignas en apoyo al alcalde Ernesto Muyshondt cuando hacía fila para emitir el voto. Foto/Mónica Campos

Otro funcionario público que alteró el orden de las votaciones fue Ernesto Sanabria, secretario de prensa de la Presidencia. Se presentó a las 7:30 de la mañana en el centro de votación ubicado en el Colegio Bilingue Español Liceo Castilla, en el municipio de Lourdes Colón, La Libertad. Mientras se encontraba marcando las papeletas en la casilla de votación, la delegada de la JRV observó que Sanabria sacó su teléfono celular y le advirtió que no lo hiciera. A pesar de ello desobedeció, según explicó la encargada a GatoEncerrado.

La JRV llamó a un agente policial para que abordara al secretario de prensa, pero antes de que llegara, ya había emitido sus votos en las urnas. “Dejen de bloquear el proceso electoral. Deje que la gente elija democráticamente”, expresó Sanabria, quien negó la acusación. El agente argumentó que nadie estaba bloqueando el proceso, y volvió a preguntar si era cierto que había sacado su teléfono celular, y le pidió que respetara la ley.

Según el artículo 78 de la Constitución de la República, el voto es secreto. Por tanto, el instructivo de las JRV contempla “la prohibición del uso de celulares, cámaras u otros dispositivos para captura de imágenes, desde el momento de emitir el sufragio hasta después de haber depositado las papeletas en las urnas”.

El vigilante de esa JRV explicó a esta revista que el voto de Sanabria no fue anulado porque ya había colocado la papeleta en la urna. El funcionario aseguró en sus redes sociales que “fue la representación del matrimonio ARENA-FMLN en la JRV que envió al policía a vigilar con extraño énfasis mi sufragio. No tome ninguna foto porque yo si respeto la ley electoral”. También insinuó que la periodista de GatoEncerrado construyó una “noticia inexistente”.

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