La imagen que gana elecciones

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Por Emerson Flores

La imagen presidencial Nayib Bukele copó la campaña electoral para elegir a los nuevos diputados de la Asamblea Legislativa, a los nuevos concejos municipales y diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen). Los candidatos de su partido Nuevas Ideas y del partido Gana, que le sirvió como vehículo para ganar el Ejecutivo salvadoreño en 2019, se colgaron de su popularidad para pedir el voto y ganar la mayoría calificada del Órgano Legislativo y más de la mitad de las municipalidades del país. Las propuestas de los candidatos se redujeron a promover la imagen y nombre del presidente: “Vota por la N de Nayib”. Lo que resultó una estrategia eficaz para ganar, a pesar de los indicios de corrupción que los periodistas han publicado del actual gobierno y de los señalamientos de académicos sobre la falta de planes reales y viables, más allá de la publicitada imagen presidencial.

El alcalde electo de San Salvador, Mario Durán, basó su campaña en la imagen presidencial. El partido, usando la imagen de Bukele, gastó más de $3.6 millones solo en enero durante la campaña, según Acción Ciudadana.

Cuando Durán llegó a votar, fue recibido por una batucada. Su estrategia de promover la imagen presidencial le valió para tener una multitud de simpatizantes de Nayib Bukele que lo apoyaron.

La imagen del presidente no solo fue una estrategia para ganar votos en las elecciones, también fue una estrategia para vendedores ambulantes.

Las camisas con la imagen del presidente o con la N de Nayib Bukele costaban entre $5 y $10, y eran vendidas a un lado del centro de votación del bulevar del Hipódromo.

Cándido Velázquez muestra orgulloso la camisa del partido Nuevas Ideas con la "N de Nayib". El hombre de 70 años dijo que no tenía dudas sobre su voto y que piensa apoyar al presidente en todo lo que haga.

Para los simpatizantes de Nuevas Ideas, el día de las elecciones fue una fiesta cívica para expulsar del poder a los "mismos de siempre" y entregarle el control de la Asamblea y de las alcaldías a Bukele, a través de funcionarios que le son fieles.

Cuando los fanáticos se enteraron de que Bukele iba a llegar a votar al centro de votación del bulevar del Hipódromo, llegaron por decenas para esperarlo y gritarle que lo apoyan y votaron por él en las elecciones 2021 -en las que el presidente no era candidato-.

Para lograr una foto de Bukele, los fanáticos llevaron sus cámaras, celulares con selfie stick y hasta encontraron maneras de sobresalir en la multitud para capturar el momento.

Al llegar, Bukele se bajó de una camioneta suburban junto a su esposa Gabriela y sus guardaespaldas. La multitud lo recibió como si se tratara de la estrella de rock de la política salvadoreña.

Bukele, antes de votar, saco tiempo para saludar a la multitud que lo aclamaba.

Tras votar y saludar a sus fanáticos, el presidente se retiró custodiado del Batallón Presidencial y de los fotógrafos de Casa Presidencial.

Al finalizar la jornada electoral, los partidos tradicionales quedaron reducidos a una representación simbólica en la Asamblea y en las alcaldías del país. El discurso confrontativo de Bukele caló en sus seguidores.

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