En un operativo del régimen de excepción, la Policía Nacional Civil (PNC) capturó a 27 personas que se encontraban en el interior de un centro de acogida llamado “Huellas de Esperanza” de la Iglesia Bautista Ebenezer, ubicado en la calle Sisimiles de San Salvador. Entre los detenidos había expandilleros que tenían años de haberse retirado de la Mara Salvatrucha o de las facciones sureña y revolucionaria del Barrio 18.
De acuerdo con testigos y habitantes de la zona, agentes de la Policía comenzaron a pasar por el lugar desde el mediodía de este miércoles 4 de mayo. Pero fue hasta las 6:00 de la tarde cuando tres vehículos policiales se estacionaron frente al centro de acogida. Uno de los encargados del albergue se mantuvo conversando con los agentes y abrió las puertas del recinto de manera voluntaria, para que los expandilleros salieran uno por uno. En ese momento, los policías esposaron a las personas y las subieron a los vehículos. El encargado prefirió no dar declaraciones públicas y se mantuvo en silencio durante todo el operativo policial.
Huellas de Esperanza es un proyecto de la iglesia La Final Trompeta, fundada al interior del Centro Penal de Izalco que luego fue trasladada al Centro Penal de San Francisco Gotera y liderada por un expandillero. El lugar funciona como centro de reinserción social para pandilleros que aceptaron la fe cristiana mientras cumplían condena en prisión y que al salir en libertad no tenían a dónde ir. También fue una de las tres iglesias que trabajaban hasta 2021 en un proyecto pionero de reinserción que funcionaba gracias a la cooperación internacional.
Las personas que estaban en el albergue tenían problemas para regresar a sus antiguas comunidades donde siguen operando las pandillas a las que pertenecían o no tenían ningún familiar que los recibiera. También es un espacio en el que exmiembros de las tres pandillas conviven sin ninguna rivalidad.
Entre los capturados hay una persona en silla de ruedas y dos amputados. Según dijo uno de los encargados del lugar a medios de comunicación, ninguno de los detenidos tiene procesos pendientes ante la ley, pero la Policía explicó que serían acusados del delito de asociaciones ilícitas.
Dos mujeres y un hombre que llegaron con preocupación al lugar, poco después del operativo, dijeron a GatoEncerrado que era injusto que la Policía se llevara a personas que ya habían cumplido su condena. Una de las mujeres agregó que “está bien que se lleven a personas que han cometido delitos, pero no está bien que se lleven a personas que no han hecho nada o que ya pagaron por sus crímenes”. También dijo que el poder de Dios puede cambiar a las personas y reinsertarse en la sociedad: “La gente quiere cambiar y se la llevan” a prisión.