Juan Aguilar Carrillo de 48 años es uno de los sobrevivientes de la masacre El Calabozo, ocurrida en el cantón Amatitán Abajo de San Esteban Catarina, San Vicente. Hace 40 años, en ese lugar más de 200 personas fueron asesinadas por el Batallón Atlacatl de la Fuerza Armada, acusándolos de ser colaboradores de la guerrilla.
Parado sobre una roca del río Amatitán, donde ocurrió la masacre un 22 de agosto de 1982, Juan recordó ese día en el que varios de familiares fueron asesinaron, mientras que él tuvo que correr para sobrevivir. “Yo perdí a más de 35 miembros de mi familia aquí. Mi mamá, Orbelinda Carrillo, mis abuelos y algunos de mis hermanos también”.
A José Armando Hernández también le asesinaron a sus padres durante el mismo operativo llamado “Tierra Arrasada”, en donde el ejército salvadoreño mataba de manera indiscriminada y tenía la orden de no dejar vivo ni a los animales.
José aseguró que ni él ni su familia eran parte de la guerrilla, como se les acusaba; sin embargo, después de lo ocurrido, él y algunos de sus hermanos optaron por tomar las armas y unirse a la lucha para “proteger lo que todavía les quedaba”.
“En aquel momento el ejército aseguraba que toda los campesinos eran de la guerrilla, pero era mentira. Muchos nos unimos pero después, como respuesta a lo que el Ejército había hecho”, expresó.
Para José hay similitudes entre lo que ocurría en aquel momento y el contexto actual del Régimen de Excepción, donde policías y soldados capturan a las personas por supuestos vínculos con pandillas, sin investigar.
“Era delito ser joven y mucha gente se aprovechaba por cuestiones de odio y señalaban a otros sin conocer, sin saber y sin tener pruebas de lo señalado. Por eso aparecía muerta la gente”, rememora José de 57 años.
Cada año, el Comité de víctimas y memoria histórica de San Esteban Catarina organiza una conmemoración para recordar a las víctimas y exigir justicia al gobierno salvadoreño.
El 14 de enero de este año, la Fiscalía General de la República (FGR) ordenó la detención de cinco ex jefes militares involucrados en la masacre de El Calabozo.
David Morales, abogado de Cristosal, dijo a GatoEncerrado que espera la colaboración del Estado salvadoreño para poder llevar justicia a este caso que ha permanecido en la impunidad.
“Encontramos un patrón sistemático de la información. Y están en los planes militares en concreto, son documentos que han sido ocultados. Esta posición política de la Fuerza Armada y del actual gobierno que, al igual que los anteriores, no entrega estos documentos, es totalmente una posición que favorece a los militares. Sin embargo, creemos que la prueba testimonial sí es fuerte, han habido inspecciones en este lugar. Aún están declarando algunos sobrevivientes que esperamos sean programadas nuevas audiencias en los próximos días y creemos que la existencia de la masacre está muy clara”, explicó Morales.