Explicador: No basta aumentar las Áreas Naturales Protegidas si no hay recursos para conservarlas

A pesar de que el número de Áreas Naturales Protegidas de El Salvador ha aumentado en el último año, el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente ha sufrido recortes desde 2019. Sin los recursos necesarios, la conservación de estas áreas no está garantizada.

Fernando López, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) Foto/Archivo GatoEncerrado

Fernando López, ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) Foto/Archivo GatoEncerrado

Por Karla Arévalo

Abril 24, 2023

El titular del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), Fernando López, afirmó que su institución está comprometida con las declaratorias de Áreas Naturales Protegidas (ANP) en El Salvador y por eso las ha aumentado durante la gestión del Gobierno de Nayib Bukele. Sin embargo, diferentes biólogos, que aplauden la medida, también están preocupados de que las declaratorias de áreas protegidas no estén acompañadas de un plan y un presupuesto para garantizar la conservación de esos lugares.

“Nosotros hemos aumentado la cantidad de Áreas Naturales Protegidas. De las últimas que declaramos fue el lago de Coatepeque y eso es algo importante. (…) Seguimos con declaratorias de protección”, aseguró el funcionario el pasado 18 de abril, en la entrevista matutina de televisión “Frente a Frente” de Telecorporación Salvadoreña. 

En efecto, en el último año, el número de ANP en El Salvador aumentó de 185 áreas a 193, según dos listados de inmuebles publicados por el MARN mediante información pública actualizada hasta el 31 de diciembre de 2022. Sin embargo, pese al aumento en el número de ANP, a los biólogos les preocupa que el porcentaje del presupuesto asignado a Medio Ambiente ha disminuido desde que el Gobierno de Bukele se instaló. 

“Declarar Áreas Naturales como protegidas siempre es beneficioso, pero estas decisiones tienen que ir de la mano con un plan de conservación. Es decir, el Estado debe destinar recursos tanto materiales, como equipo humano, infraestructura y políticas para resguardarlas”, explicó a esta revista el especialista en estudios de impacto ambiental, Douglas Recinos. 

Las Áreas Naturales Protegidas, por las condiciones propias de sus ecosistemas, deben ser conservadas con el mayor empeño; de lo contrario se amenaza la perpetuidad de los sistemas naturales, agregó el especialista Recinos: “El principal recurso para proteger las áreas es el guardarecurso. Si hay pocos guardarecursos, es imposible un control eficiente de las áreas. Sobre todo cuando hay incendios”, dijo. 

En marzo de 2022, la iniciativa Red Institucional para Desarrollo Territorial publicó un informe en el que detalla que El Salvador tiene 259 guardarecursos para la conservación de las ANP. De estos, 150 son contratados por el gobierno, el resto son de iniciativas sociales o autónomas. Con base en el número de guardarecursos y el número de áreas protegidas, el país ha dispuesto 1.3 guardarecursos por cada ANP. Dicho de otra manera, hay un guardarecurso por cada 281 hectáreas declaradas protegidas. Eso es insuficiente para garantizar la conservación.

El biólogo Vladlen Henríquez también es de la idea de que la declaratoria de Áreas Naturales Protegidas es positiva para el país, pero que deben ir de la mano con un plan para conservarlas. 

“Hay muchas cuestiones sobre lo que necesitan las ANP: Una es que el Instituto Salvadoreño de Transformación Agraria (ISTA) transfiera las tierras, que actualmente son bosques, al Estado para que estas áreas puedan ser protegidas; también que el Estado disponga de más guardarecursos en las ANP y que trabaje también en concientizar a las comunidades alrededor de las áreas dándoles mayor conocimiento sobre el tema”, puntualizó.

El Salvador tiene un Sistema de Áreas Naturales Protegidas cuya extensión territorial, hasta el 31 de diciembre del año pasado, era de 73,598 hectáreas. Esa extensión representa el 3.5 % del territorio nacional. 

El biólogo Néstor Herrera añadió que el plan del Convenio sobre Diversidad Biológica (CBD) para 2030, del que forma parte El Salvador, pide que los países aliados declaren al menos el 30 % de su territorio como áreas protegidas. 

“En torno al territorio protegido, el porcentaje en El Salvador ya subió bastante porque hace 20 años rondaba el 0.2 %. El ministerio dirá que ha cumplido con el porcentaje del convenio porque han declarado sitios RAMSAR (humedales) y sitios de la UNESCO como sitios protegidos”, señaló.

Que haya más declaratorias de más áreas protegidas garantiza que los salvadoreños, en el presente y en el futuro, tendrán más tierra estatal donde se pueda tener acceso a recursos naturales, “aunque todavía la deuda sea grande”, agregó. 

Gobierno recorta fondos a Medio Ambiente

 De acuerdo con tres informes del Ministerio de Hacienda sobre “Gastos por áreas de gestión del Presupuesto General del Estado” de los años 2019, 2020 y 2021; así como los presupuestos asignados en 2022 y 2023, el Ministerio de Medio Ambiente ha tenido cada vez menos dinero respecto del Presupuesto General para operar.

En 2019, el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén asignó $18.9 millones de dólares al MARN. Esto equivale al 0.28 % del Presupuesto General. 

Bukele, en 2020, bajó el porcentaje asignado a 0.23 %, luego a 0.19 % y en 2022 a 0.16 %. Hasta 2023, el presupuesto al MARN aumentó a 0.21 %, pero la asignación sigue siendo inferior a la del 2019.  

Según Herrera, el Ministerio de Ambiente, a diferencia de otras carteras de Estado, tiene como fuente de recursos las compensaciones ambientales para intentar nivelar la falta de fondos: “Puede que se reduzca el caudal de dinero, pero si hay carreteras o nuevas construcciones, también tiene que haber una compensación por la pérdida de infiltración de agua, por la pérdida del paisaje y por la afectación a la vida silvestre”, dijo.

A criterio del especialista Douglas Recinos, la visión del gobierno debería ser preventiva y no solo sancionatoria por los impactos que se generen posterior a los daños ambientales. De modo que para “prevenir la degradación del medio ambiente, se necesitan recursos propios, asignados desde el Presupuesto”.