Por Ezequiel Barrera

Diferentes organizaciones ambientalistas, líderes comunitarios y representantes de pueblos indígenas de Centroamérica se reunieron esta semana en San Salvador para participar en un taller sobre “los desafíos y alternativas para la soberanía alimentaria  frente a la crisis ambiental y climática” que afecta a la región. Como resultado de la reflexión, los activistas elaboraron un decálogo de propuestas y demandas para que “los Estados garanticen los derechos de las mujeres y de las poblaciones históricamente vulneradas”. 

Uno de los eventos climáticos que más les preocupa actualmente, según dijeron en la conferencia de prensa, es el fenómeno de El Niño, que se traduce en ausencia de lluvias que puede provocar una agudización de la crisis alimentaria e hídrica, aumento en la temperatura, pérdida de los cultivos y movilización o migración por razones climáticas.

“Según los datos del Ministerio de Medio Ambiente de El Salvador, en la década de 1960 hubo un evento climático, pero a partir del 2000 hemos visto que hubo hasta diez eventos climáticos (…) Esto afecta principalmente a las mujeres y en lugares como Guaymango hemos observado que hubo pérdidas de cultivo de hasta el 75 %”, explicó Carolina Amaya de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES). 

El fenómeno de El Niño, de acuerdo con especialistas, podría mantenerse al menos hasta 2027: “Pero eso no quiere decir que no haya huracanes que también afecten los cultivos”, agregó Amaya. 

Por esta preocupación sobre la situación regional es que las organizaciones elaboraron diez propuestas y demandas a los Estados, aunque también lamentaron que los funcionarios públicos de cada país no muestran voluntad política para acompañar y ejecutar las propuestas para enfrentar la crisis climática.

“Si nos abren la puerta, nosotros nos sentamos y proponemos a las autoridades, pero lo que hemos encontrado es rechazo al diálogo”, señaló Amaya. 

Parte de esas diez propuestas y demandas son la implementación de un plan de contingencia para la cosecha 2023-2024 que incorpore subsidios por pérdidas, que se elimine el Impuesto del Valor Agregado (IVA) a la canasta básica y se incrementen los salarios de los trabajadores.