
Los mercados de El Salvador no tienen suficiente fruta, verdura y hortalizas para abastecer la demanda nacional: Guatemala, país desde donde se importa la mayoría de estos productos se halla en paro nacional debido a tensiones políticas. Un hecho que aprieta la economía nacional y que pone al descubierto lo riesgoso del modelo de importación alimentaria.
Octubre 16, 2023
La escasez de verduras y legumbres en los mercados de El Salvador tiene dos razones: los recientes bloqueos en las carreteras de Guatemala derivados de las tensiones políticas que vive ese país y la dependencia de El Salvador a la importación de la comida. Un hecho que no solo impacta la economía nacional sino que deja al descubierto la vulnerabilidad alimentaria a la que se enfrenta El Salvador tras apostarle a la importación y no a la producción.
La sección OjoDeGato —que verifica el discurso público de los funcionarios en El Salvador — te explica por qué las tensiones políticas en Guatemala han impactado el abastecimiento de verduras y legumbres en los mercados nacionales y qué hay detrás del hecho de que El Salvador no produzca sus propios alimentos.
Los tres países a los que más les compra El Salvador son Estados Unidos, la República Popular China y Guatemala. El país vecino es uno de los importadores de gran peso en la economía salvadoreña: solo en 2022, el país gastó $1.6 billones en productos importados desde Guatemala. Entre estos las grasas y los aceites animales, los combustibles minerales, el plástico y sus manufacturas, las verduras y las frutas, además de otros artículos. Actualmente, con los bloqueos en al menos 180 puntos viales en ese país, el paso de la mercadería hacia El Salvador se ha complicado.
La falta de alimentos como los tomates, las papas, las zanahorias, entre otros, es uno de los impactos mayormente notados por los salvadoreños. Según datos del Banco Central de Reserva (BCR), el mayor importador de frutas y hortalizas a El Salvador es Guatemala. En 2022, El Salvador compró $62 millones en hortalizas y $24.8 millones en frutas y otros productos comestibles. En 2023, las compras ya superaron los $41.8 y $16.3 millones respectivamente en ambos rubros.
Guatemala se encuentra en paro nacional indefinido desde el 2 de octubre luego de que la ciudadanía organizada exigiera la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras y de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso bajo cuyas órdenes se allanaron las oficinas del Tribunal Supremo Electoral recientemente, para revisar los resultados que dieron como ganador al ahora presidente electo, Bernardo Arévalo. Los manifestantes bloquearon desde entonces el paso por las principales vías del país en señal de protesta dejando a merced a países como El Salvador que dependen del alimento producido por los guatemaltecos.
Según Adalberto Blanco, miembro de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, los modelos de desarrollo económico en El Salvador no han incluido una apuesta por la agricultura.
De acuerdo con Blanco, en la presidencia de Alfredo Cristiani, el país le cerró la puerta a la agricultura y la abrió a los servicios y a la banca. Entonces, el Ministerio de Agricultura y la Escuela Nacional de Agricultura comenzaron a debilitarse. En la época del expresidente Armando Calderón Sol, El Salvador se convirtió en un país de maquila y de servicios. Con la llegada de la dolarización, en la presidencia de Francisco Flores, la apuesta fue la importación, y finalmente, en los gobiernos del FMLN, aunque hubo un intento de recuperación de la agricultura no fue suficiente pues la estrategia no era “sostenible” en el tiempo.
“Ahora estamos cometiendo los mismos errores del pasado. Tenemos un modelo extractivista que le apuesta otra vez a los servicios. Ahora es el Bitcoin y no la agricultura. Antes fue la dolarización y no la agricultura. Las maquilas y no la agricultura. Los programas de ajuste estructural y no la agricultura. Continuamos con los modelos fracasados”, explicó Blanco a GatoEncerrado.
Ante el desabastecimiento de alimentos en el país, el presidente de la Defensoría del Consumidor, Ricardo Salazar, dijo que los esfuerzos del Gobierno de Nayib Bukele están enfocados en abastecerse del mercado hondureño y nicaragüense para solventar la crisis actual. Así lo dijo en la entrevista AM del canal 10, del pasado 10 de octubre.
Para Katia Aguilar, coordinadora de procesos agroecológicos de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) no es una opción buscar otros proveedores cuando en El Salvador hay agricultores: “Más bien lo que debería hacer el Estado es promover políticas públicas a favor de la integración del campesinado. También darles incentivos para que la misma cosecha que se da aquí en el país pueda abastecer la demanda nacional”, explicó a GatoEncerrado.
Tanto Aguilar como Blanco consideran que El Salvador sí tiene la capacidad de producir la demanda nacional agrícola, pero el monocultivo ha quitado la posibilidad de diversificar la agricultura: hay tierras fértiles y un clima favorable, pero “las mejores tierras están dedicadas a la caña”, señaló Blanco. Mientras que Aguilar agregó que hay un mal uso del recurso del agua y un mal presupuesto asignado para la asistencia técnica.