
Las representantes del Sindicato de Mujeres Trabajadoras del Hogar exigen que la actual Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas, ratifique el Convenio 189 de la OIT, para que sus derechos laborales sean reconocidos y garantizados. Mientras tanto, el oficialismo sigue ignorando las peticiones de las mujeres que representan a este sector, a pesar de que tienen mayoría para ratificar el convenio.
Más de 170 mil mujeres que se dedican al trabajo del hogar remunerado en El Salvador siguen sometidas a una situación laboral precaria. Aún no tienen acceso a sus derechos más básicos como salarios estipulados, carecen de horarios establecidos, no reciben remuneraciones por horas extras, ni vacaciones ni aguinaldo. También están excluidas del derecho a una pensión digna y a tener seguro por invalidez o accidentes en el trabajo.
Para enfrentar esta situación, el Sindicato de Mujeres Trabajadoras del Hogar (SIMUTHRES) realizó, el pasado 14 de diciembre, un foro denominado “Realidad de las Trabajadoras del Hogar Remunerado Salvadoreñas”, con el fin de buscar soluciones y hacer un llamado a la Asamblea Legislativa, dominada por el partido oficialista Nuevas Ideas, para que ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Ese convenio, en resumen, ofrece protección específica a las trabajadoras domésticas y exige que los Estados tomen una serie de medidas para garantizar los derechos laborales de este sector.
La secretaria general de SIMUTHRES, Erika Regalado, destacó que las mujeres que se dedican al trabajo doméstico no disponen de un salario que se adecue al alto costo de la canasta básica, lo que les impide satisfacer las necesidades básicas de sus familias. Las trabajadoras domésticas, en promedio, reciben un salario mensual que va desde los $170 hasta los $200; mientras que el precio de la canasta básica en El Salvador ronda los $247 mensuales. En otras palabras, la remuneración que reciben no es suficiente para comprar la comida del mes para sus familias y tampoco alcanza para pagar servicios básicos como la electricidad y el agua potable.
Al foro fueron invitadas las diputadas de todas las fracciones legislativas, pero la única que faltó fue la representante del partido oficialista. La diputada del FMLN, Anabel Belloso, explicó que en 2011, en el Gobierno de Mauricio Funes, el Convenio 189 de la OIT fue llevado ante la Asamblea Legislativa de ese entonces, pero no fue ratificado.
“El Convenio 189 fue llevado a solicitud de ratificación ante la Asamblea Legislativa, pero dentro de la Asamblea no se encontró una correlación favorable para su ratificación. Sin embargo, como FMLN, en un inicio acompañamos la solicitud, acompañamos en el momento previo del sindicato SIMUTHRES, luego también acompañamos cuando ya obtiene su personería jurídica como sindicato. Para este proceso se les escuchó en algunas ocasiones por la comisión de Relaciones Exteriores (…) Sin embargo, no encontró voluntad política para poder aprobar”, dijo Belloso.
En mayo de 2022, los diputados de la actual Asamblea ratificaron cinco convenios de la OIT, entre ellos el Convenio 102 que garantiza la seguridad social, el Convenio 183 enfocado en la protección de maternidad y el Convenio 190 que reconoce el derecho de toda persona de vivir libre de violencia y acoso. El 189 quedó sin ratificar.
Las sindicalistas de SIMUTHRES señalan que el Convenio 189 sigue siendo una necesidad para garantizar derechos específicos de las trabajadoras domésticas, ya que muchas de las mujeres de este sector son sometidas a malos tratos como gritos, humillaciones, jornadas de trabajo abusivas, descuentos injustificados en sus salarios, atrasos en sus pagos, sin seguridad social obligatoria y despidos injustificados.
“En este periodo legislativo, aunque hay un partido político que pudiera decidir por sí solo, si tuviera un compromiso real, no ha existido la posibilidad ni siquiera de escuchar al sindicato, a las trabajadoras del hogar. Ahora con la solicitud no se ha tratado el tema. El año pasado cuando se ratificaron cinco convenios insistimos en que era la oportunidad para poder incorporar la ratificación del Convenio 189 y no ha sido posible”, lamentó la diputada Belloso.
La legisladora también resaltó que a pesar de los esfuerzos como oposición y colaboración con organizaciones de mujeres, las iniciativas presentadas no han sido incluidas en la agenda legislativa y tampoco han sido debatidas. De hecho, esta ha sido la dinámica de trabajo de la actual Asamblea dominada por el oficialismo: no se escucha a la oposición, se rechaza a la sociedad civil, no hay debate público y se aprueba todo lo que viene desde la Presidencia de la República sin ningún tipo de estudio.
La diputada Belloso explicó que la ratificación de convenios le compete a la comisión de Relaciones Exteriores, independientemente de su contenido, por ser tratados y convenios. Es ahí, en esa comisión, donde se encuentra estancada, hasta este momento, la solicitud de ratificación del Convenio 189 de la OIT.
“En el caso de este periodo legislativo, como es bien especial, no se respeta muchas veces lo que dicen los procesos o reglamentos. Otros convenios relacionados al trabajo, como los cinco aprobados en 2022, fueron vistos en la comisión de Trabajo a pesar de que son convenios que siempre le han correspondido a la comisión de Asuntos Exteriores”, mencionó Belloso.
Por su parte, la diputada Claudia Ortiz, del partido Vamos, señaló que las mujeres trabajadoras del hogar son fundamentales porque dinamizan la economía salvadoreña y su contribución es parte de la “columna vertebral de la economía”.
“Ratificamos que el trabajo del hogar, el trabajo doméstico, también es un trabajo. No es un trabajo de segunda categoría, no son trabajadoras de segunda categoría, son trabajadoras y trabajadores con los mismos derechos que todas las demás personas que realizan un trabajo. Hay un origen bastante feudal, colonial, que todavía está permeado en nuestra sociedad. Desde la Asamblea Legislativa hemos abierto las puertas que normalmente están cerradas a sectores sociales y hemos tratado de acompañarlos también buscando los contactos incluso con los diputados del partido oficialista quienes no han querido escuchar y lamento esa falta de madurez política y esa falta de conciencia social y esa falta del deber de representar a todas las personas, a todos los salvadoreños, hayan votado por ellos o no”, dijo Ortiz.
La parlamentaria agregó que la ratificación del Convenio 189 proporcionaría un marco legal sólido para garantizar condiciones laborales justas, salarios equitativos y derechos básicos para las trabajadoras del hogar. Además, subrayó la necesidad de considerar estas medidas como parte integral de un enfoque más amplio hacia la igualdad de género y la protección de los derechos laborales en el país.
Las mujeres trabajadoras del hogar que se hicieron presentes al foro también expresaron su sorpresa y preocupación por la ausencia de la diputada Ana Magdalena Figueroa, del partido oficialista Nuevas Ideas, debido a la urgencia que tienen para que se ratifique el Convenio 189 y los derechos laborales de este sector.
SIMUTHRES y las diputadas que llegaron al foro instaron a la diputada Figueroa y a su partido a comprometerse con la discusión de este importante tema y a trabajar para encontrar soluciones legislativas que mejoren las condiciones laborales de las mujeres que desempeñan labores domésticas.
La economista Julia Evelyn Martínez también señaló que bajo la presidencia de Bukele y la gestión de su Asamblea Legislativa, el Estado sigue acumulando una deuda de décadas en materia de derechos económicos y sociales para las mujeres que desempeñan el trabajo doméstico. Martínez explicó que en 2012, el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (Idhuca) realizó un estudio denominado “Visibilizando el trabajo del hogar en El Salvador” que revela que en ese periodo existían aproximadamente 140 mil trabajadoras del hogar. Actualmente, el cálculo es que hay 30 mil mujeres más que se han sumado a este sector en los últimos años.
El estudio detalla que el 46 % de las trabajadoras de ese sector laboran 49 horas a la semana; es decir, laboran 5 horas más de las 44 horas que establece el Código de Trabajo como jornada laboral semanal. Además, evidencia que no reciben el pago de horas extras de esas jornadas laborales como lo ordena el mismo Código de Trabajo en el país.
La economista enfatizó que muchas mujeres dedicadas al trabajo del hogar remunerado empiezan a una edad muy temprana, algunas inician desde niñas, pero los grupos de edad de las que obtienen mayor oferta laboral en este rubro son mujeres entre los 40 y 65 años. Este último dato evidencia la necesidad de que las mujeres trabajadoras del hogar remunerado tengan acceso a pensiones dignas y que el Estado garantice un sistema de seguridad social para que ellas gocen de su vejez.
“Las trabajadoras domésticas representan la columna vertebral de la sostenibilidad de la vida, que son las que permiten que las empresas funcionen, para que las demás personas puedan dedicarse a un empleo remunerado en una fábrica, en una oficina, en la Asamblea Legislativa, en un gabinete de gobierno, en una Sala de lo Constitucional, etc. Si no existiera el trabajo doméstico y el trabajo de cuidado que realizan estas trabajadoras, definitivamente ni el sistema político ni el sistema social, menos el sistema económico, podría mantenerse funcionando con normalidad”, explicó la economista Martínez.
Actualmente, 35 países en el mundo han ratificado el Convenio 189 y 18 de estos países pertenecen a América Latina y el Caribe. El Salvador, Honduras y Guatemala son los únicos en Centroamérica que se han abstenido de ratificar el Convenio 189.