Por Eugenia Velásquez

Desde el año 2020, los salvadoreños expresan que la economía es el principal problema que enfrentan. Al término de 2023, la situación sigue igual, según los datos de la última encuesta realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la UCA, sobre la economía familiar.

Si bien el 91 % de los encuestados consideran que en 2023 la delincuencia disminuyó, los datos reflejan que el 32.8 % de la población dice que la economía fue el principal desafío que tuvieron el año pasado, seguido del desempleo con el 17.3 % y el alto costo de la vida, de la canasta básica y de los alimentos con el 13.2 %.

Pese a que las cifras relacionadas al accionar de las pandillas y la delincuencia bajaron considerablemente desde junio de 2020, desde un pico de 70.4 a 3.4, en esa misma fecha, la crisis económica se disparó y ha seguido en escalada constante desde entonces.

A la pregunta que hizo el Iudop, de si en 2023 la situación económica familiar mejoró, empeoró o siguió igual, el 53.6 % de los encuestados respondió que “siguió igual”, contra un 31 % que dice que “mejoró” y un 15.4 % que dijo “empeoró”.

El Iudop realizó el sondeo entre el 9 y el 22 de diciembre del año pasado, con base a 1,280 encuestas válidas y con un error muestral de 2.7 %.

La mayoría de quienes refirieron que su situación económica mejoró, señaló que ha sido porque sus ingresos personales aumentaron. En ese rubro se ubica el 27 % de los entrevistados; y otro 26.3% manifestó que fue porque alguien de su familia pudo conseguir un empleo; sin embargo, el 30 % externó que no experimentó ningún cambio en su economía, sumado a que el 17.8 % expresó que ha sido porque no logra encontrar empleo.

El punto medular constante en las respuestas que recibió el Iudop es que la economía ha desmejorado por el aumento de los precios de la canasta básica y el alto costo de la vida. En este segmento se ubica el 47.7 % de los encuestados; mientras que el 26.4% refiere que se debe a que no hay oportunidades de trabajo.

El 90.2 % expresa que el costo de alimentos esenciales de la dieta familiar como el frijol, el maíz, el azúcar, la leche o los huevos han subido de precio. Ante esto, el 60 % de la población percibe que el costo de la vida subió en 2023, al punto que el 70.9 % del gasto de cada hogar se destina a la compra de alimentos.

A la falta de empleo y el alto costo de la vida, se añade que las familias han tenido que endeudarse más para suplir las necesidades básicas mensuales y tomar medidas drásticas como dejar de comprar algunos alimentos debido al precio de los mismos.

En el comparativo que realizó el Iudop se refleja que en 2019 el 37.4 % de las familias dejó de comprar algún tipo de producto alimenticio por falta de dinero o por el alto costo; en 2020 ese porcentaje fue del 30.9 %; en 2021 fue de 46.6 %; en 2022 del 48.5 %; y en 2023 esa cifra se elevó a 52.7 %.

Además, en el año 2019, el 31.9 % dijo que tuvo que adquirir nuevas deudas para terminar el mes con los gastos familiares; y en 2023 ese porcentaje subió a 35.9 %.