En el cantón Anal Abajo, de Nahuizalco, hay 80 artesanos. En su mayoría son mujeres que venden su producto en las afueras del mercado municipal. Solo el 18 % de este sector recibió el subsidio otorgado por el Gobierno, según datos de los líderes comunitarios. Las artesanas de la zona dijeron a GatoEncerrado que es vital salir a vender, porque es la fuente de ingresos para ellas y sus familias, pero igual de importante es la protección del río Sensunapán, ya que también se dedican al cultivo de tule con el que elaboran petates, cestas y otros productos artesanales, más otras plantas que les sirven de alimento.
El cierre de los caminos comunales, por parte de las hidroelécticas, ha afectado su trabajo en la tierra, ya que tienen que hacer mayor esfuerzo para trasladarse. La construcción del proyecto hidroeléctrico en la zona de los cantones Sisimitepet y Pushtan, de Nahuizalco; Loma del Muerto, de Sonsonate; y El Almendro, de Sonzacate, representa un riesgo para el cultivo de la tierra y acabaría con caminos y tradiciones ancestrales que ellas mantienen como forma de vida, según explicaron.