El Salvador permaneció bajo cuarentena obligatoria durante tres meses. El gobierno de Nayib Bukele prometió que abastecería de alimentos a todas las familias afectadas económicamente por las medidas para contener la propagación de la COVID-19; pero en muchas zonas la ayuda nunca llegó. Una de esas zonas está en San Julián, Sonsonate, donde las mujeres lograron sobrevivir al hambre y sostener a sus familias gracias a la comida que ellas mismas cultivan. Contaron a GatoEncerrado que al verse encerradas en cuarentena, sin la posibilidad de salir a ganarse el sustento diario y sin transporte público para movilizarse a los mercados, las mujeres se metieron en cuerpo y mente a trabajar en sus huertos caseros.
Estas mujeres, apoyadas por organizaciones como la Unidad Ecológica Salvadoreña (Unes), son la prueba de que los huertos caseros son la alternativa viable y necesaria para sobrevivir a la crisis económica y a la agudización de la desigualdad que dejará el impacto de la pandemia por COVID-19. Economistas han señalado que las medidas gubernamentales ante la pandemia en El Salvador dejará a más de cien mil personas sin empleo y que la desigualdad incrementará.
Uno de los informes más recientes de Oxfam, titulado “¿Quién paga la cuenta?“, señala que el impacto de la pandemia es tan grave que los países de América Latina y el Caribe (incluido El Salvador) tendrán un retroceso económico de 15 años. El informe también explica que entre los más golpeados están los más vulnerables y pobres de la región, pero no los ricos y multimillonarios. Entre los más vulnerables, como suele ocurrir en las crisis, están las mujeres. Por eso, la experiencia de mujeres que cultivan sus huertos caseros, como en San Julián, es valiosa para plantearse como una alternativa ante la crisis y desigualdad, según Jennifer Guzmán de Unes.
El informe de Oxfam también detalla que mientras los más vulnerables y pobres tienen que recurrir a medidas extremas para sobrevivir ante los impactos económicos de la pandemia, hay ricos que en medio de la crisis sanitaria se han hecho más ricos. Oxfam logró determinar, por ejemplo, que desde que iniciaron los confinamientos en la región hay ocho nuevos multimillonarios con un patrimonio mayor a los mil millones de dólares. Mientras tanto, hay mujeres en zonas como San Julián que lo único que tienen es su huerto casero.