Foto/Emerson Flores
El Banco Central de Reserva (BCR) tiene, ahora, a un tercer presidente en lo que va del gobierno de Nayib Bukele. Esta vez fue nombrado Douglas Rodríguez, miembro fundador de Nuevas Ideas, secretario electoral de ese partido y empleado de Bukele desde 2012. Antes de ser nombrado en el BCR fue viceministro de Ingresos. A pesar de no cumplir con la experiencia que exige la ley orgánica del BCR, será el responsable de regular el sistema financiero, brindar estadísticas y proyecciones macroeconómicas y gestionar las reservas de liquidez de la banca.
Douglas Pablo Rodríguez Fuentes dejó el cargo de viceministro de ingresos del Ministerio de Hacienda el 19 de septiembre. Ese mismo día fue nombrado por el presidente de la República, Nayib Bukele, como el nuevo presidente del Banco Central de Reserva (BCR).
El artículo 19 de la Ley Orgánica del Banco Central de Reserva indica que los ministros y viceministros de Estado están inhabilitados para ser parte del Consejo Directivo, que es liderado por el titular del BCR. El mismo artículo también indica que está prohibido que los directivos de partidos políticos puedan optar a este cargo.
Actualmente, Rodríguiez es el secretario de la Comisión Nacional Electoral (CNE) de Nuevas Ideas, y dejó el viceministerio para asumir la dirección del BCR.
El funcionario trabajó con Bukele desde sus inicios como alcalde del FMLN en Nuevo Cuscatlán, entre 2012 y 2015; y lo siguió durante su gestión como edil de San Salvador hasta 2018.
Tan pronto llegó a la presidencia, Bukele incorporó a Rodríguez en su gabinete económico como subdirector integral de Grandes Contribuyentes, dejando su trabajo en la alcaldía de San Salvador el 31 de agosto de 2019, según constata él mismo en su currículo entregado al Ministerio de Hacienda.
Con solo unos meses en el cargo, el 19 de noviembre de 2019, Douglas Rodríguez fue ascendido a titular de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), dependencia del Ministerio de Hacienda encargada de aplicar y hacer cumplir las leyes referentes a los impuestos, tasas y contribuciones fiscales.
Al frente del viceministerio de ingresos, Rodríguez ha protagonizado junto al ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, una campaña de avisos a la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de deudores al fisco. En total, han presentado más de 36 avisos contra evasores por un aproximado de $20 millones.
El artículo 25 de la ley orgánica del BCR indica que el presidente del Banco Central debe tener al menos una década de experiencia en materia económica y financiera. Rodríguez se graduó como licenciado en Contaduría Pública en 2010, en la Universidad Tecnológica; aunque se desempeñó desde el 2000 hasta el 2017 “desarrollando cargos de contador, director financiero, director de proyectos y gerente general” en empresas privadas. Su perfil laboral de LinkedIn señala que fue contador de La Cornucopia S.A. de C.V., una de las principales casas de empeño en El Salvador desde 1984.
Su predecesor, Nicolás Alfredo Martínez Quinteros, contaba con 22 años de especialización como economista, atendiendo la asesoría técnica para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Ministerio de Planificación de El Salvador.
Óscar Cabrera, economista de carrera y expresidente del Banco Central de Reserva (2014-2019), aseguró que el nombramiento de Rodríguez Fuentes “pone en peligro la independencia y la autonomía del Banco Central”, una institución que “debe tener principios técnicos y no políticos”, explicó.
El impacto de un perfil político dentro del Banco Central, según dijo, derivará en “un mal predicamento en los mercados financieros internacionales”, que ya están imponiendo tasas altas a El Salvador por el elevado nivel de riesgo que representa el país para los inversionistas.
De acuerdo con el artículo 20 de la Ley Orgánica del BCR, cuando exista alguna de las causales de inhabilidad mencionadas, como los vínculos partidarios y la dirección de carteras de Estado, “caducará la gestión del respectivo miembro del Consejo y se procederá a su reemplazo en la forma prevista en esta ley”.
En este caso, es la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF) quien debe declarar la inhabilidad de los miembros del consejo.
El cambio en el gabinete llega una semana después de la repentina renuncia de Nicolás Alfredo Martínez, expresidente del BCR que se salió de la narrativa gubernamental y admitió que el Gobierno tuvo más de $3,200 millones a su disposición para enfrentar la pandemia por COVID-19.
En el Diario Oficial del 22 de septiembre de 2020 se publicó el Acuerdo Ejecutivo No. 350, firmado por el presidente Bukele, que nombra a Douglas Rodríguez como presidente del Consejo Directivo del Banco Central. El mismo documento también contiene la aceptación de Bukele a la renuncia de Nicolás Martínez al frente del BCR a partir del 18 de septiembre. Ese mismo día, Douglas Rodríguez presentó su renuncia a Hacienda, que se hizo efectiva, según el acuerdo No. 349, el pasado 19 de septiembre.
Rodríguez llega al Banco Central días después de que el antiguo titular de la autónoma rindiera cuentas a la comisión especial de la Asamblea Legislativa que investiga la emisión de bonos durante la emergencia sanitaria, y presentara su renuncia “por motivos de fuerza mayor”.
En su exposición ante los diputados y la revelación de los datos, el 16 de septiembre, Martínez contradijo el discurso del presidente Bukele sobre la disponibilidad de fondos del Gobierno para hacer frente la pandemia por COVID-19. Reveló que el BCR recibió más de $3,200 millones en deuda externa, interna y donaciones, de los cuales más de $2,600 millones ya fueron gastados por el Gobierno.
Un día después, el 17 de septiembre, el personal del Banco Central fue notificado a través de un correo electrónico de la renuncia de Martínez, firmado por él mismo, según confirmaron dos fuentes a GatoEncerrado.
“Por medio del presente les comunico mi renuncia al cargo de presidente del BCR por motivos de fuerza mayor. (…) Me despido orgulloso de haber ayudado a mantener la mística institucional, disciplina, orden e integridad”, se lee en la carta enviada a los trabajadores.
Después de que los medios retomaron el informe que Martínez presentó a los diputados, trascendió que autoridades del Gobierno pidieron su renuncia. Esto fue negado por el secretario jurídico de la presidencia, Conan Castro, quien reiteró que “él presentó su renuncia, tengo entendido, que por tener otra visión particular”.
Las declaraciones del presidente del Banco contradijeron la versión del presidente de la República y de sus funcionarios de que los diputados no les han dado un solo centavo partido por la mitad.
Estas declaraciones de Bukele fueron etiquetadas como engañosas por economistas consultados por GatoEncerrado, y contrastan con la información expuesta por el Banco Central de Reserva, que confirma cómo el Gobierno recibió un total de $3,251,276,257.37 hasta el 31 de agosto pasado, sumando créditos, deuda de corto plazo y donaciones extranjeras.
El Gobierno de Bukele recibió $1,643 millones a través de préstamos autorizados por la Asamblea Legislativa y colocación de títulos valores en el mercado internacional, unos $12,584,400 reportados como donaciones, y $1,595 millones a través de Letras del Tesoro Público (Letes) y Certificados del Tesoro (Cetes), conocidos como la ‘tarjeta de crédito’ del Gobierno.
El expresidente del BCR aclaró a los diputados que “no todos estos fondos están disponibles, porque todavía están pendientes de la asignación presupuestaria” en la Asamblea Legislativa, pero ya se gastaron al menos $2,643.58 millones de estos durante la emergencia por COVID-19.
Además de estos ingresos adicionales, el Gobierno recaudó impuestos por $3,228 millones entre enero y agosto de 2020, dejando $5,871.58 disponibles en el erario público.
Martínez reconoció, además, que “no sabemos cómo se gastaron, lo que sí sabemos es que unos ingresaron y otros egresaron, pero cómo lo usó el Ministerio de Hacienda, no sabemos”.
A pesar de que Douglas Rodríguez no fue juramentado públicamente por el presidente de la República, ya comenzó a participar de las decisiones internas del Consejo Directivo del Banco Central. Una fuente del BCR confirmó a GatoEncerrado que ya participó en al menos dos comités distintos dentro del banco; uno de ellos es el Comité de Normas que emitió nueva normativa el pasado lunes 21 de septiembre.
Las “normas técnicas temporales para el cálculo de la reserva de liquidez” entraron en vigencia el mismo día que Rodríguez llegó al cargo. Con esta normativa, se reduce temporalmente el requerimiento de reserva de liquidez, un porcentaje que depositan los bancos y cooperativas en el BCR para respaldar los ahorros de sus clientes.
La nueva decisión de Rodríguez coincidió con la colocación de $645.8 millones en Certificados del Tesoro (Cetes), que fueron adquiridos, en su mayoría, por instituciones financieras locales a una tasa de interés del 7.5 %.
El Ministerio de Hacienda recurre a estos instrumentos financieros conocidos como ‘deuda flotante’ cuando hay deficiencias de caja, y usualmente son comprados por bancos que operan en el país.