Ilustración/ Leonel Pacas
Las candidaturas a diputaciones de la Asamblea Legislativa tienen un común denominador: falta de equidad de género. La mayoría de las mujeres han sido elegidas como candidatas a la sombra de los hombres, bajo la categoría de suplentes. Tras las cifras, se refleja el problema estructural de violencia política en la sociedad salvadoreña y, específicamente, en las estructuras de los partidos políticos, según organizaciones civiles.
Las elecciones internas para escoger las candidaturas a la Asamblea Legislativa para las elecciones 2021 reflejan que los partidos políticos siguen sin garantizar una mayor participación de las mujeres en cargos de toma de decisión. Muestra de ello es que los resultados dejaron planillas que incumplen el requisito legal de incorporar un mínimo del 30 % de mujeres entre los candidatos. Además, evidencian que la mayoría de las mujeres permanecen a la sombra de los hombres: en puestos de suplencias.
GatoEncerrado revisó las listas de candidatos electos en las elecciones internas de los partidos Nuevas Ideas, Arena, FMLN, Nuestro Tiempo, PCN, PDC y Vamos. El análisis no pudo realizarse en candidaturas de los partidos Gana, Cambio Democrático (CD) y Democracia Salvadoreña (DS), porque sus resultados no estaban disponibles en sus sitios web y tampoco los proporcionaron cuando esta revista los solicitó.
En las listas de candidatos de Nuevas Ideas, FMLN y Vamos se encontró que la elección dejó planillas que incumplen el requisito del artículo 38 de La Ley de Partidos Políticos, el cual exige a los institutos políticos que cada una de las planillas deben componerse por al menos el 30 % de participación de mujeres, tanto para elección de diputaciones a la Asamblea Legislativa, Parlamento Centroamericano y Concejos Municipales.
Esta revista encontró que las planillas que quedaron conformadas después de las elecciones de Nuevas Ideas, el 19 de julio, y que no cumplían con la cuota de género son: La Unión, Morazán, San Vicente y Ahuachapán. Según las autoridades electorales del partido, en la elección participaron más de 7 mil precandidatos para las tres elecciones, pero se desconoce cuántas eran mujeres, porque ese nivel de detalle no fue proporcionado por el partido.
GatoEncerrado buscó una entrevista con Karen González, presidenta de la Comisión Nacional Electoral de Nuevas Ideas (CEN), para conocer más detalles sobre la participación de las mujeres y qué mecanismo usarían para subsanar el incumplimiento a la cuota de género en las planillas. Pero González respondió que devolvería la llamada y nunca lo hizo.
Según el artículo 34 de los estatutos de Nuevas Ideas, la CEN es la máxima autoridad en materia electoral y tiene a su cargo la supervisión de los procesos electorales internos, “cumpliendo con la cuota de participación de mujeres que determina la Ley de Partidos Políticos”.
En el partido Vamos se constató que la planilla de San Vicente no cumplía con el 30 % de participación de mujeres. Claudia Ortiz, candidata de Vamos y secretaria de asuntos políticos, dijo que el partido tendría que subsanar ese problema; pero, explicó que esto responde a que muchas mujeres no están dispuestas a participar y que el partido tampoco lleva personas solo de relleno.
“Todas las personas que están es porque desean participar. Yo no estoy en contra de las cuotas ni mucho menos, pero las cuotas no son suficientes”, señaló Ortiz.
El artículo 38 de la Ley de Partidos Políticos también consigna que, para el caso de elecciones internas de autoridades partidarias y candidaturas a cargos de elección popular, cada partido deberá prever en sus reglamentos los mecanismos que garanticen la cuota de género en sus procesos electivos internos.
El reglamento interno FMLN, en el artículo 44, establece que “los y las votantes a la hora emitir su voto deberán marcar obligatoriamente en la papeleta por un porcentaje no menor al 35 % de mujeres”. No obstante, se encontró que la planilla de Sonsonate no cumplía ni con la cuota del 30 % que establece la Ley de Partidos, mientras que en la planilla de Morazán y La Unión no lograron el porcentaje mínimo establecido en su reglamento interno.
La jefa de fracción del frente, Nidia Díaz, dijo que cuando no se cumple con un requisito legal, los partidos o el mismo Tribunal Supremo Electoral (TSE) pueden hacer ajustes a las planillas. Díaz alegó que su partido lleva más del 46 % de mujeres candidatas y que muchas ocupan las primeras posiciones en las papeletas de votación legislativa en varios departamentos. GatoEncerrado corroboró en las planillas que ese porcentaje corresponde con la cantidad de candidatas que lleva el partido.
La cuota del 30 % es un requisito que deben cumplir los institutos políticos al presentar las planillas de candidatos ante el Tribunal Supremo Electoral, un proceso que, según calendario electoral, se desarrollará del 1 de octubre al 22 de diciembre de 2020.
Para Silvia Juárez, coordinadora del Programa por una Vida Libre de Violencia para las Mujeres de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa), el ejercicio de las elecciones internas evidencia qué tanto prepararon o no las estructuras partidarias a su militancia para votar por las mujeres y de cómo asumen el valor de la igualdad y de la paridad.
El artículo 5 de la Ley de la Igualdad, Equidad y Erradicación de la discriminación contra las Mujeres resalta que la paridad es un valor y un fin para la garantía de la democracia. Se considera como paridad la promoción de la participación de representación equitativa de mujeres y hombres en todos los ámbitos: sociales, económicos y políticos.
En ese sentido, Juárez interpretó que las mujeres deben ser representadas de forma equitativa; es decir, “de acuerdo al número de población, las mujeres somos el 53 % de la población, en esa calidad deberíamos de estar representadas”, dijo.
La abogada también cuestionó cuánto ha trabajado el TSE y el Isdemu, durante estos tres años, con los partidos para hacer un diagnóstico e identificar las razones por las cuales las mujeres no se motivan a participar o desisten de hacerlo.
Según la experta, en esa “ruta crítica” podrían identificar todos los obstáculos que enfrentan las mujeres y que limitan su participación para acceder a un cargo público; por ejemplo, acoso sexual, exposición de su vida privada o falta de opoyo financiero partidario.
De hecho, un informe de “Mujeres, financiamiento y elecciones en El Salvador”, del Centro de Monitoreo de Transparencia y Democracia de Acción Ciudadana, en la campaña electoral para cargos legislativos 2018, reveló que el financiamiento partidario para las mujeres no es equitativo y desincentiva a las mujeres.
El magistrado del TSE, Noel Orellana, dijo que el Tribunal siempre se reúne con todos los partidos y les hace ver los requisitos que tienen que cumplir.
Pese a que los partidos contemplan en sus reglamentos internos o estatutos la igualdad de género y hasta tienen secretarías de la mujer o sector femenino, en la revisión de las listas de candidatos, GatoEncerrado constató que los partidos tienen un común denominador: relegar a la mayoría de mujeres en suplencias.
Este fenómeno no está alejado del resultado de las elecciones legislativas de 2018. El Órgano Legislativo quedó conformado por 26 diputadas propietarias versus los 58 diputados propietarios. Arena cuenta con 12 legisladoras y 25 legisladores; el FMLN con 13 mujeres y diez hombres; la fracción de Gana tiene diez hombres propietarios y ninguna mujer; el PCN solo tiene una diputada propietaria y ocho hombres; el CD tiene un diputado y el PDC, tres. El diputado no partidario también es hombre.
Para María Teresa Hernández, consultora e integrante de la junta directiva de Asociación de Regidoras, Sindicas y Alcaldesas Salvadoreñas (ANDRYSAS), los partidos cumplen por obligación la cuota del 30 % y llevan a la mayoría de mujeres en cargos de suplencia o de “relleno”.
Hernández consideró que, generalmente, los hombres que dirigen los partidos políticos tienen poca sensibilización con el tema de género y cree que las mujeres aceptan participar en cargos de suplencia. Recomendó avanzar en la eliminación de prácticas de violencia política y preparar al electorado para que voten más mujeres.
GatoEncerrado preguntó a las dirigencias y a candidatas de diferentes partidos políticos sobre la poca participación de las mujeres.
Stephenie González, directora de asuntos jurídicos del Coena y diputada suplente de Arena, dijo que el partido realiza campañas de promoción a través de las directivas municipales y talleres para preparar a lideresas, pero la baja participación está relacionada con el machismo, ataques personales y falta de empoderamiento de las mujeres.
“Hay personas como Walter Araujo que se dedican a desprestigiar a las mujeres y tratarlas de manera denigrante. Hay campañas negativas que se dedican precisamente en denigrar a la mujer”, dijo.
Arena realizó elecciones internas el 25 de julio con precandidatos únicos: cinco equipos coordinados por la Comisión Electoral del partido se encargaron de depurar las solicitudes y escogieron a quienes serían los candidatos. Al final, la cúpula decidió y los afiliados únicamente ratificaron y definieron la posición de cada candidato en la papeleta de elecciones de 2021. Según el reglamento interno de Arena, la cuota mínima de participación de mujeres es del 50 %; sin embargo, al ver los datos ellas destacan en puestos de suplencias.
Juan Valiente, presidente del partido Nuestro Tiempo y exdiputado de Arena, dijo que para las mujeres es un reto adicional involucrarse en política, no solo por la exclusión social, sino también debido a que actores políticos atacan a las mujeres que deciden participar.
“Nosotros hicimos todo el esfuerzo para tratar de tener el mayor número posible de mujeres. Nuestro consejo directivo tiene mayoría de mujeres, y esa fue la intención en las candidaturas”, dijo a esta revista. Valiente afirmó que el partido creó un espacio llamado “Mujeres creando cambios”, para entusiasmar y motivar a más participantes.
En tanto, Sulen Ayala, candidata a diputada propietaria por el PDC, aseguró que intentó acompañarse de una mujer como su suplente, pero que no encontró. “Las mujeres que yo busqué me dijeron que no. Me dijeron que por miedo, o porque no era su prioridad o porque no estaban interesadas”, explicó a GatoEncerrado.
“No es fácil que, desde el Gobierno, se den instrucciones claras de atacarnos. Una se encuentra contra todo ese aparataje del Gobierno, y me imagino que no todas tienen el interés suficiente como para aguantar esta persecución”, dijo Ayala.
También opinó que las mujeres no son evaluadas a partir de los mismos estándares que los hombres. “La vara que nos ponen a nosotras siempre es más alta. Todas, sin excepción, por lo menos en la planilla de San Salvador, son mujeres profesionales; pero los hombres no”, sostuvo la candidata.
Nuria Melara, candidata a suplente por el PCN en San Salvador, concordó en que la mayoría de mujeres participan como suplentes debido a la violencia política contra las mujeres.
“Una persona puede tener mucha capacidad, pero a parte de eso, debe tener carácter para poder sobrevivir a un mundo que está inmerso en las redes sociales, que están descontroladas. Obviamente, hay libertad de expresión y libertad de prensa, eso lo defiendo, pero hemos pasado de libertad a libertinaje”, dijo la comunicadora a esta revista. Opinó que las mujeres prefieren ocupar los puestos de suplentes porque no estar tan expuestas como los propietarios.
La violencia política no está contemplada en la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres. La Comisión de la Mujer de la Asamblea Legislativa presentó el 22 de enero de este año propuestas de reformas para incluir la modalidad, así como incorporar responsabilidades al TSE, al Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer, entre otras instituciones públicas. La comisión ha priorizado el tema y pretende agregar la modalidad al artículo 10.
Audelia López, diputada presidenta de la comisión de la Mujer, dijo a GatoEncerrado que la violencia política se manifiesta especialmente en las redes sociales, no solo contra las mujeres que participan como diputadas, ministras, concejales y alcaldesas, también las que participan en Adescos y cooperativas.
“Estamos planteando hacer una reforma en un capítulo para que se considere. No está considerada (en la ley). Conforme se va avanzando en la tecnología, ahí empezás a ver expresiones de violencia contra la mujer que se ponen en el centro”, informó.
GatoEncerrado intentó obtener las planillas de Gana, pero hasta el momento no ha sido posible. Esta revista se comunicó con el coordinador de prensa de Gana, Ernesto Landos, quien dijo vía WhatsApp que las solicitaría al Tribunal Electoral Nacional (TEN). Al no obtener respuesta, se llamó a la sede nacional, pero respondieron que no había un oficial de acceso a la información nombrado y que enviarían los listados por medio de correo electrónico.
Se intentó hacer la solicitud de manera presencial en la sede nacional, pero tampoco respondió la autoridad competente. Esta revista también llamó a Rodil Gómez, quien era el presidente de la comisión electoral de Gana y responsable de la organización de las elecciones internas, sin embargo manifestó que ya no está fungiendo en el cargo.
Esta revista también intentó tener acceso a las planillas del partido Cambio Democrático a través de la comunicadora Lea Ayala, a quien se envió reiterados mensajes a través de WhatsApp. Respondió que se debían solicitar a través de la unidad correspondiente, en la oficina de acceso a la información pública.
Así como con Gana, esta revista también intentó hacer la solicitud presencial en la sede nacional, pero no se encontraba el secretario de comunicaciones Aldo Álvarez u otra persona encargada. Al llamarle, ese mismo día, respondió que se debía hacer la solicitud de acceso a la información en la sede nacional. En la fracción legislativa volvieron a remitir a Ayala.
Asimismo, GatoEncerrado buscó a Manuel Rodríguez, secretario general del PCN, en la sede nacional, para obtener el listado de candidaturas suplentes de San Salvador. Hasta el momento, no ha respondido los correos electrónicos.
En otras palabras, partidos como Gana, CD y PCN guardan con tanto celo las planillas como si se tratara de información secreta que no debería estar disponible para la población.
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