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Nuevas Ideas y Bukele se apartan de condenar ataque a militantes del FMLN

Foto/FGR

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Por Gabriela Villarroel

Nuevas Ideas fue el único partido político que no acudió a la reunión de urgencia convocada por el fiscal General de la República, Raúl Melara, tras el ataque y asesinato de dos militantes del FMLN la noche del 31 de enero de 2021 luego de que estos participaran en una actividad de campaña electoral del candidato a alcalde por San Salvador, Rogelio Canales. Hasta ahora, el partido fundado por el presidente Nayib Bukele tampoco ha condenado el hecho.

Esa noche, el titular de la Fiscalía General de la República (FGR) convocó a los secretarios generales de todos los partidos políticos “a una reunión de carácter urgente” en su despacho, en el edificio de Santa Elena, dos horas después que se perpetró el ataque contra los simpatizantes del FMLN, que dejó un saldo de dos fallecidos y cinco lesionados. 

“Esto es grave, la contienda electoral no puede convertirse en un baño de sangre. Estamos investigando ya, procesaremos a los responsables”, publicó Melara en su cuenta de Twitter.

Hasta las 8:00 a. m., del 1 de febrero, no había una hora acordada para la reunión; sin embargo, según la Unidad de Comunicaciones de la FGR, ya habían confirmado su presencia 8 de los 10 partidos políticos que participarán en la contienda electoral del próximo 28 de febrero. 

El secretario general de Nuevas Ideas y primo del presidente Bukele, Xavier Zablah Bukele, ignoró el llamado del fiscal general. Al ser cuestionado sobre la excusa que presentó el dirigente, Melara solo respondió que “habrá que preguntarle a ellos (Nuevas Ideas) por qué no asistieron”. 

La ausencia de Nuevas Ideas fue acompañada de un silencio incómodo y más propaganda electoral a favor de sus candidatos. Ningún miembro de la cúpula ni del Consejo Político de Nuevas Ideas, incluyendo a Zablah, se pronunció para condenar el ataque armado, ni en redes sociales ni a través de espacios de entrevistas.

A las 7:32 p. m. del 31 de enero, el mandatario salvadoreño culpó al mismo FMLN de lo ocurrido a sus militantes: “parece que los partidos moribundos han puesto en marcha su último plan”, publicó a través de su cuenta de Twitter, sugiriendo que el hecho fue planeado y perpetrado al interior del mismo partido.

Minutos después, a las 7:52 p. m., escribió que la Policía Nacional Civil (PNC) ya estaba en la búsqueda de los responsables del hecho, como respuesta a su primera declaración. “Caerá sobre ellos todo el peso de la ley”, dijo, aún sin condenar la violencia política. 

Lo que sí publicó Bukele, a través de contenido patrocinado de Facebook, fue un nuevo anuncio publicitario para pedir el voto por “diputados y alcaldes que trabajen junto al Gobierno”, tan solo un día después del ataque.

Durante la reunión, según Melara, los partidos acordaron de forma unánime firmar un nuevo convenio de no agresión y abstenerse de enviar mensajes violentos.

Incluso, el partido Cambio Democrático y Gana, ambos aliados al gobierno del presidente Bukele, acudieron a la convocatoria. 

El representante enviado por Gana, el diputado Mario Tenorio, lamentó los hechos. “No podemos decir menos porque este tipo de situaciones son intolerables, son inaceptables, y lo preocupante es que se dan en el marco de la campaña. Nosotros como grupo parlamentario de Gana, como partido Gana, condenamos este tipo de situaciones y esperamos que verdaderamente la institucionalidad funcione y se puedan deducir las responsabilidades del caso”, dijo Tenorio.

Al ser cuestionado sobre las declaraciones de Bukele culpabilizando al FMLN, matizó diciendo que el ataque “no puede servir ni a un sector ni a otro, ni a ninguno de los partidos, a sacar provecho político”.

Los partidos FMLN y Arena insistieron al resto de partidos políticos en hacer llamados a la comunidad internacional para adelantar la misión electoral.

“Tenemos una preocupación por el proceso político, por la parte democrática, por la incitación de la violencia y odio. Hay que hacer un llamado general y tenemos que hacer a los organismos internacionales, a la OEA (Organización de Estados Americanos) y a las Naciones Unidas (…) yo creería que deben instalarse en el país de inmediato”, expresó el presidente del Consejo Ejecutivo Nacional de Arena (Coena), Erick Salguero.

No obstante, el secretario general del PCN, Manuel Rodríguez, dijo que “tanto la FGR como la policía están demostrando su imparcialidad” y no es necesario involucrar a organismos internacionales. 

“Nuestra confianza está en el sistema, que está funcionando, no está fallando. No hay problemas de que se ponga en tela de juicio el actuar del Fiscal y de la PNC. Esto es agrandar un problema que no es necesario agrandar”, opinó.

Por el contrario, el secretario general del FMLN, Óscar Ortiz, dijo que hay una persecución a las víctimas y una operación para tratar de desinformar sobre el ataque a militantes de su partido. Ortiz también aseguró que no confían en la cúpula de la Policía.

“No confiamos en la cúpula de la Policía, nosotros creemos que la cúpula de la Policía está al servicio de una persona, de un partido político, privativo de una sola persona que está en la Presidencia y que no nos merece ninguna confianza”, reprochó Ortiz.

Minutos después de lo ocurrido, Bukele insinuó que se trató de un autoatentado. Minutos más tarde, el presidente aseguró que ya habían dos capturas, entre ellos, un herido de bala, y confirmó otra captura de un agente de Protección a Personalidades Importantes (PPI), quien supuestamente también resultó herido. A partir de este tuit, Bukele desechó la teoría del autoatentado del FMLN y sugirió un enfrentamiento. 

Ortiz llamó a Melara a medianoche para decirle que no confían en la investigación de la PNC y “la única versión que vamos a seguir y procesar es la de la Fiscalía”. 

“Nosotros descartamos absolutamente cualquier tipo de veracidad de las cosas dichas por este manipulador, desquiciado, que es el que está en la Presidencia de la República, tratando de hacer el papel de fiscal, como que él va a establecer cómo fueron los hechos”, añadió. 

El fiscal general no se atrevió a calificar el atentado contra militantes del FMLN como un acto de violencia política; si no como un “hecho de intolerancia”. “Nosotros hoy por hoy lo estamos catalogando como un hecho de intolerancia (…) Obviamente estamos bajo una época de campaña política pero lo queremos ver como un hecho de intolerancia que no debe de pasar a más”, dijo el Fiscal.

Las contradicciones

Los funcionarios del Gobierno y candidatos de Nuevas Ideas no manifestaron su rechazo al atentado, pero sí inundaron las redes sociales con hipótesis contradictorias del hecho, sugiriendo un enfrentamiento armado, un auto atentado y hasta un complot en contra del presidente.

El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Federico Anliker, se apegó a la narrativa del auto atentado diciendo que “huele raro que este lamentable hecho de ahora, este (sic) orquestado con el mismo discurso y ciertos medios de comunicación replicando lo mismito. Esperemos (que) la verdad salga pronto”.

La comisionada presidencial Carolina Recinos contestó el tuit del presidente y sentenció a quienes responsabilizaron a Bukele de difundir mensajes de odio. “Cuidado se llevan sorpresas con el resultado de la investigación a fondo”, dijo. 

El asesor de seguridad del Gobierno, Alejandro Muyshondt, también cuestionó los señalamientos contra Bukele. “¿Quienes van bien abajo en las encuestas? ¿A quienes les conviene (sic) actos de violencia? ¿Al Gobierno le conviene actos así? ¿Entonces?”, publicó.

Algunos también trataron de minimizar el ataque contra el FMLN. El candidato a diputado por Nuevas Ideas, Carlos Hermann Bruch, envió un tuit con una pancarta vandalizada de Mario Durán, candidato a alcalde de San Salvador, diciendo “estos también son actos de violencia”.

Lo que omiten los candidatos y funcionarios afines a Bukele, es que el ataque armado fue perpetrado por un agente de la División de Protección a Personalidades Importantes (PPI), un guardia de seguridad y un motorista, los tres empleados del Ministerio de Salud (Minsal).

Según el fiscal General, se han capturado a cinco personas: los tres trabajadores del Ministerio de Salud, y dos militantes del FMLN. El fiscal catalogó el hecho como “confuso” porque también hay heridos entre los atacantes, y se mantuvo hermético de relatar la hipótesis de la Fiscalía. “Aún estamos haciendo diligencias”, puntualizó.

Al ser cuestionado sobre los nombres de los cinco detenidos, Melara también se rehusó a revelarlos, así como los delitos que se les atribuyen. El reporte preliminar de la PNC indica que los capturados son un agente PPI, identificado como Diego Francisco Alvarado Peña de ONI 300308, y el motorista Héctor Castaneda.

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