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Magistrado removido ordenó al MOPT no construir rampa en parque Bicentenario

Antes de ser removido, el exmagistrado de la Cámara Ambiental de Santa Tecla, Samuel Lizama,  ordenó al Ministerio de Obras Públicas que se abstenga de elaborar el proyecto de construcción de una rampa vehicular sobre parte del área natural protegida del Bicentenario. El magistrado señaló, en su resolución, que las medidas cautelares buscan evitar “afectaciones al derecho del medio ambiente sano e inclusive a la calidad de vida de la población”. De ejecutarse el proyecto, 145 arbustos y 142 árboles serían talados, entre ellos especies comunes y tres en amenaza de extinción. El ministro de Obras Públicas, Romeo Herrera, dijo que es “invento” de GatoEncerrado el proyecto de construcción. 

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Por Marvin Díaz

La Cámara Ambiental de Segunda Instancia de Santa Tecla emitió, el pasado 10 de agosto de 2021, medidas cautelares para evitar que el Ministerio de Obras Públicas y Transporte (MOPT)  deje “afectaciones al derecho del medio ambiente sano e inclusive a la calidad de vida de la población” al elaborar el proyecto de construcción de una rampa vehicular en el área natural protegida “El Espino-Bosque Los Pericos”, mejor conocido parque Bicentenario. En su resolución, con número de referencia 05-2021-AMB, el ahora exmagistrado de la Cámara, Samuel Lizama, ordenó al ministro Romeo Herrera que busque otras alternativas a la gestión del tráfico. El magistrado también advirtió a los alcaldes de San Salvador y Antiguo Cuscatlán que se abstengan de donar el terreno que el MOPT necesita para construir la rampa, ya que si lo hacen podrían cometer el delito de depredación de flora. Esta fue una de las últimas resoluciones que el magistrado Lizama emitió, antes de ser removido hacia la Cámara de lo Penal de San Vicente, por las reformas a la Ley de la Carrera Judicial aprobadas por la Asamblea Legislativa del presidente Nayib Bukele.

“En el proyecto denominado Construcción de Rampa N-W y E-S del intercambiador de la Jerusalén, municipio de Antiguo Cuscatlán, departamento de la Libertad, tal como ha sido planificado hasta el momento de la elaboración del diseño referencial del referido proyecto; es decir, la tala de árboles y arbustos, incluso especies amenazadas, es previsible la afectación al derecho del medio ambiente sano e inclusive a la calidad de vida de la población”, señaló el magistrado en el expediente 05-2021-AMB.

El proyecto de construcción de la rampa, que se encuentra en fase de estudio de factibilidad, promete mejorar el tráfico entre el bulevar Monseñor Romero y la zona sur de la avenida Jerusalén, facilitando a los automovilistas el acceso a centros comerciales y apartamentos de lujo, según el informe que el MOPT presentó a la Cámara. Para la ejecución del proyecto, el ministerio planteó talar 145 arbustos y 142 árboles, entre ellos especies comunes y tres en amenaza de extinción. El informe detalla que un área de 6,374 metros cuadrados sería la afectada en el parque Bicentenario, con una tala de, al menos, 287 especies de vegetación arbórea: “Se llegó a la conclusión que sería necesario talar 287 árboles; sin embargo, la cantidad de árboles no se conocerá hasta que se haga el diseño final de ingeniería”. 

Señalización del lugar donde se pretende construir la rampa vehicular sobre parte del terreno del área natural protegida del Bicentenario. FOTO: Informe del proyecto del MOPT

Para verificar el cumplimiento de las medidas cautelares, el magistrado Lizama dio un plazo de 15 días para que el MOPT rindiera un informe. Cuando GatoEncerrado revisó el archivo del caso, encontró que la apoderada legal del Ministerio de Obras Públicas, Alejandra María Hernández, solicitó una prórroga de 15 días más, según consta en una petición del 25 de agosto de 2021, adjuntada al expediente.

La Cámara también le hizo saber al ministro de Medio Ambiente, Fernando López, que su papel en este caso es velar por el cumplimiento, evaluar y aplicar los preceptos de los instrumentos internacionales que procedan en la materia y deberá asegurarse que las autorizaciones para la realización de actividades en el área natural protegida de “El Espino-Bosques los Pericos”, cumplan con las disposiciones necesarias de protección, según lo establece el artículo 89 de la Ley de Medio Ambiente.

Depredación de flora protegida

Para hacer posible el proyecto, y como parte del proceso, el Ministerio de Obras Públicas también espera que los alcaldes Mario Durán, de San Salvador, y Milagro Navas, de Antiguo Cuscatlán, donen el terreno para la construcción de la rampa vehicular, ya que ambas alcaldías comparten el 50 % del territorio del parque Bicentenario. Esta donación está sujeta a la decisión que tome el Ministerio de Medio Ambiente de retirar la categoría de “área natural protegida” a ese terreno del Bicentenario y declararlo como “zona desafectada”. De momento, el parque cuenta con la categoría de área natural protegida, según el decreto número 12 del Órgano Ejecutivo, del 25 de mayo de 2009.

La Cámara Ambiental advirtió que la donación de ese terreno implicaría una contravención al Decreto Ejecutivo Número 12, artículo 48 de la Ley de Áreas Naturales Protegidas y al artículo 259 del código penal, que tipifica como delito la depredación de la flora protegida

“Cualquier infracción dentro del área natural protegida, El Espino-Bosques los Pericos, o cualquier otra normativa aplicable, será sancionada de conformidad a los capítulos VII y VIII de la referida ley. Cuando la infracción constituya delito se procederá de conformidad a lo establecido en el artículo 48 de la Ley de Área Natural Protegida; y también que el art. 259 del código penal tipifica como delito la depredación de la flora protegida”, mencionó Lizama en su resolución.

LEY

Artículo 259 del Código Penal

El delito de depredación de flora protegida en las áreas naturales es sancionado con uno a tres años de prisión: “El que cortare, talare, quemare, arrancare, recolectare, comerciare o efectuare tráfico ilegal de alguna especie o subespecie de flora protegida o destruyere o alterare gravemente su medio natural, será sancionado con prisión de uno a tres años”, señala el artículo. 

El concejo municipal de San Salvador acordó, el 11 de mayo de 2021, solicitar al MARN que retire la protección (desafectación) a un área de 17,045.86 metros cuadrados del parque Bicentenario, esto a petición del ministro Romero Herrera. 

Hasta el cierre de esta nota, el MARN no había notificado a la alcaldía de San Salvador su resolución. “A nosotros, lo que nos corresponde es esperar la desafectación y que ellos (MOPT) metan la solicitud de donación. Está totalmente parado, San Salvador no le ha donado su parte a obras públicas”, dijo a esta revista Hector Silva, concejal del partido Nuestro Tiempo. 

De igual forma, los concejales de la alcaldía de Antiguo Cuscatlán determinaron “favorable” el proyecto del MOPT durante la reunión del 12 de mayo 2021,  que quedó registrado en el documento con número de referencia DMOPT-GLI-397-2021. 

“La decisión del consejo es favorable, no encuentra inconvenientes o motivos para no acceder a lo solicitado al tratarse de un interés público; no obstante a lo anterior, dado el carácter de propiedad conjunta, evidentemente se necesita el beneplácito de la alcaldía de San Salvador para proceder para el otorgamiento de los respectivos acuerdos municipales”, cita el documento. 

Por su lado, el ministro Romeo Herrera no respondió a esta revista si acatará la medida judicial que le ordena no construir la rampa vehicular en el área natural protegida del Bicentenario. El funcionario, en un intentó por lavar su imagen ante los cuestionamientos, mencionó que existe un proyecto para cuidar el medio ambiente denominado “MOPT Verde” y catalogó de “inventos” la construcción de la rampa vehicular, a pesar de todo el trámite que el ministerio está realizando y que GatoEncerrado ha documentado.

Asimismo, los alcaldes Mario Durán y Milagro Navas no respondieron a esta revista sobre la advertencia que les hizo la Cámara Ambiental. El edil capitalino guardó silencio y se retiró cuando GatoEncerrado preguntó sobre el tema. Mientras tanto, la alcaldesa no accedió a una entrevista solicitada por este medio, después de tres intentos de solicitud.

Destrucción de un bosque de 20 años 

Según los informes del MOPT, presentados ante la Cámara Ambiental, la tala contempla un total de 20 especies de árboles comunes y 10 árboles de tres especies en amenaza de extinción: el Bálsamo (Myroxylon balsamum var pereirae), el  Caoba (Swietenia humilis) y el Cedro (Candrela Fissilis), que aparecen en el Listado Oficial de Especies y Vida Silvestre Amenazadas o en Peligro de Extinción del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), modificado en enero de 2021.

Entre las especies comunes identificadas a talar se encuentran: el Maquilishuatl (Tabebui Rosea), el Pepeto (Inga Spuria), el Guaramo (Cecropia Peltata), Madre Cacao (Gliricidia Sepium), Piton de Montaña (Erythrina berteroana), Capulin Macho (Prunus Salicifolia), Cortez Blanco (Tabebuia Donnelismthii Rose), Almedro de Río (Andira Inermis), entre otras especies. 

La tala de estas especies significaría desaparecer un bosque de 20 años de vida. Esa área de bosque es hogar de aves y de especies, quienes utilizan los árboles como “corredor biológico” para conectarse con el área natural protegida, según explicó a esta revista un especialista forestal, quien pidió mantenerse en anonimato para este reportaje. 

El área a intervenir, según explicó el experto, es un bosque “secundario temprano”; es decir: los árboles que se encuentran en la zona son producto de semillas que cayeron y que las condiciones del clima las hizo germinar. Ese lugar se recuperó luego de dos deforestaciones ocurridas entre 2002 y 2007. De igual forma, sufrió talas por la construcción de la carretera Diego de Holguín, hoy Bulevar Monseñor Romero, que fue construida entre los años 2006 Y 2012, bajo las administraciones de los expresidentes Elías Antonio Saca y Mauricio Funes. 

“Esa área que se logró recuperar es la que estaría siendo afectada nuevamente”, dijo el experto forestal a GatoEncerrado.

De concretarse la tala de árboles en el Bicentenario, el bosque tardaría otros 20 años  para llegar a ser “bosque secundario temprano”, eso dependerá de las especies que siembre, comentó el especialista. 

La construcción de la rampa no solo afectaría la vegetación en el área natural protegida, sino que pone en riesgo el hábitat de la Rana Arborícola de Ojos Negros, la Tepelcúa, la Salamandra Lombriz, la Lora Nuca Amarilla y la Cotorra Frente Blanca. Las primeras tres son especies anfibias que están en la categoría de “amenazadas”, mientras que las dos especies de aves están en la categoría de “en peligro de extinción”, según investigó GatoEncerrado. 

El Plan de Manejo de Manejo del Área Natural Protegida El Espino-Bosque, los Pericos, de la organización SalvaNatura (que administró por 10 años el parque Bicentenario), identificó como zona de uso intensivo el área donde el MOPT pretende construir la rampa vehicular. El informe recomienda mantener el ambiente natural con el menor impacto humano que sea posible, ya que en ese lugar habitan diversas especies de animales y árboles. Asimismo, en ese sector solo está permitido el acceso para fines educativos y recreativos.

Plan de Compensación a medias

Dentro de los planes de compensación ambiental, el ministerio tiene contemplado sembrar un total de 1,715 árboles en los islotes de los tréboles que se encuentran a las orillas de la avenida Jerusalén. El informe del MOPT plantea reforestar 10 árboles comunes por cada uno talado, y 25 por cada especie en peligro de extinción.  

Las especies de árboles comunes que están dentro de los planes del MOPT son: Almendro de Río, Pepeto, Ceiba, San Andrés, Marañón, Maquilishuatl, Madre Cacao y arbusto de Bambú. En total, el ministerio solo sembraría 8 especies de las 20 que talaría del parque. Para los 10 árboles en amenaza de extinción, no existe ningún plan de compensación

Plan de reforestación en los islotes de los tréboles que se encuentran a las orillas de la avenida Jerusalén. Foto: Informe del MOPT

El especialista forestal concluyó que una reforestación en la zona de los islotes estaría desconectada del Bicentenario y no tendría la misma función ecológica como lo tendrían las siembras de árboles dentro del parque. Afirmó que los planes solo se están “viendo en función del número” de vegetación a recuperar. 

“Mi lógica: yo trato de intervenir la compensación dentro del parque. ¿Cómo lo hago? Hay diferentes opciones. Dentro del parque o cercanos se puede reestructurar la vegetación. Uno puede ser la compensación plantando o podría ser mejorando la situación del parque”, dijo el especialista. 

El analista forestal identificó que los árboles a reforestar son de rápido crecimiento y que pertenecen a bosques secundarios. Para el caso de las especies en amenaza en extinción, no recomendó sembrar el Caoba y Cedro porque están catalogados como árboles de “valor comercial”; además, son más propensos a plagas y podría afectar a la vegetación cercana. 

Sin embargo, el especialista consideró importante que dentro de los planes de reforestación se contemple la siembra del Bálsamo u otras especies en amenaza en extinción, esto con el fin de cumplir un rol biológico en el Bicentenario. 

“Bálsamo sí se puede. El objetivo de la compensación tiene que ser claro para qué estoy compensando. Si ellos (MOPT) están pensando reforestar para fines de ornamentación, por eso no están seleccionados ese tipo de especies amenazadas. Si yo reforesta aquí adentro (en el parque), ellos podrían enriquecer especies como bálsamos, pero dentro del mismo parque”, mencionó. 

El pasado 20 de septiembre, el MOPT desarrolló una reforestación en el Bicentenario, acto que fue coordinado con el MARN y La Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL). En la cuenta oficial de twitter del ministerio se observa a empleados sembrando Maquilishuatl.  

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