Bitácora del régimen | Día 97

Cuestionan verificación del procurador de Derechos Humanos en Mariona

El exprocurador de Derechos Humanos, David Morales, señaló que la verificación del procurador parecía una “visita guiada” por los funcionarios.

El Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, José Apolonio Tobar, visitó Mariona acompañado por el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro y el director de Centros Penales, Osiris Luna. Fotografía / PDDH

Por Xenia Oliva

Esta semana el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, realizó una visita al centro penitenciario La Esperanza, conocido como Mariona, acompañado por el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro y el director de Centros Penales, Osiris Luna.

Ante el pronunciamiento de Tobar después de su visita, el exprocurador de los Derechos Humanos y actual jefe jurídico de Cristosal, David Morales, señaló que una verificación penitenciaria completa de la PDDH puede tomar varias jornadas. “No son visitas relámpago”, dijo, añadiendo que deben realizarse por personal capacitado del Departamento de Verificación Penitenciaria y en el marco de un plan de visitas periódicas de las delegaciones departamentales.

En el video de la visita, se puede ver a Tobar conversando con privados de libertad frente a otras autoridades de seguridad. Al respecto, Morales señaló que: “si bien es necesaria la coordinación con la autoridad penitenciaria, las entrevistas con personas internas y personal del establecimiento deben realizarse en condiciones de privacidad, y nunca deben realizarse al lado de los custodios”.

Lo que dijo el procurador de su visita a Mariona

En su pronunciamiento respecto a la verificación in situ en el centro penitenciario, Tobar aprovechó para señalar que la PDDH ha sido “ha sido objeto de acusaciones subjetivas provenientes de sectores que ven en la confrontación”.

El procurador expuso que en su visita constató la forma en cómo están divididos los privados de libertad. Dijo que también recorrieron las instalaciones de la cocina y visitaron los talleres en los que privados de libertad realizan labores de carpintería, imprenta y pintura.

Además, durante el recorrido Tobar informó que entrevistaron a personas privadas de libertad que les dijeron que “reciben alimentación tres veces al día, que tienen jornadas de luz, que siguen asistiendo a procesos formativos y laborales, así como espacios recreativos”. Entre los problemas señalados solo estaban las dificultades para comunicarse con familiares y la reducción de espacio ante el incremento de población en el centro.

En su comunicado, Tobar recomendó a Villatoro promover al personal de Centros Penales la “aplicación permanente de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, mejor conocidas como “Reglas de Mandela”.  Y a Luna promover un mecanismo de comunicación de los privados de libertad con sus familias, así como una “cultura de trato digno para con cada una de las personas privadas de libertad”.

No hubo mención de las denuncias de personas fallecidas al interior de centros penales por la falta de atención médica o las sospechas de haber sido víctimas de torturas al interior de estos. Tampoco hubo mención a las denuncias de malos tratos por parte de custodios y otros reos, la entrega de alimentos en descomposición y el preocupante hacinamiento.

 

Califican verificación como un “vergonzoso montaje”

Para Morales, la forma en cómo se realizó la verificación de la PDDH además del pronunciamiento de Tobar le llevó a concluir que todo parece “un vergonzoso montaje que trata de encubrir las violaciones de los DDHH que se están cometiendo”.

Morales señaló que la PDDH debe aplicar instrumentos especializados al realizar verificaciones penitenciarias reales. Solo de esa forma se podrá registrar información integral sobre el funcionamiento del centro penal y la situación de la población interna.

Expuso que estas visitas deben ser de jornadas de varios días y que, en casos de crisis, “se gestiona la verificación con enfoque de mediación, buenos oficios con fines humanitarios o intervención directa para que cesen los abusos, según proceda”.

“La “verificación” del Procurador, en el video publicado, parece más una “visita guiada” por los propios funcionarios que implementan la política de torturas y muertes arbitrarias que impulsa el Gobierno. Menos imparcial e independiente no se puede”, consideró Morales.

Morales observó que los internos que aparecen en el video compartido por la PDDH no parecen corresponder a los detenidos durante el régimen, ya que no visten de blanco y más bien parece que hablaron con internos en la fase de confianza.

Señaló que, desde inicios de la década de 2000, Centros Penales había prohibido a la PDDH ingresar con cámaras para obstruir verificaciones, por lo que pudo haber habido una colaboración con las autoridades de Seguridad y Centros Penales para poder haber realizado este video.

“Esta legitimación del régimen ocurre, además, en medio de graves silencios, el más notable: las muertes arbitrarias. Al 25 de mayo se contaban 6 sólo en Mariona, ahora son más de 50 en diferentes penales. Sí, es muy grave que un Procurador guarde silencio ante sistemáticas violaciones de los DDHH y no escuche el clamor de las víctimas. Pero más grave será si se articula a un aparato de propaganda oficial que busca ocultar los crímenes”, sostuvo Morales.

PDDH ha recibido denuncias por tratos crueles durante el régimen

El Observatorio Universitario de Derechos Humanos de El Salvador (OUDH) dio a conocer que, hasta el 25 de mayo, la PDDH reportó 1,931 casos atendidos durante el régimen. Entre estos estaban tres casos por tratos crueles, 21 por malos tratos y 12 por uso desproporcionado de la fuerza. También atendieron 171 casos por la negativa de las autoridades de brindar información sobre la ubicación de la persona detenida.