Parte del Centro Penitenciario de Quezaltepeque funciona como centro penitenciario de salud. Las personas que padecen enfermedades crónicas y han sido detenidas durante el régimen de excepción han sido trasladadas al lugar.
En su pronunciamiento emitido el pasado 11 de julio, tras su visita al Complejo Penitenciario de Izalco, el procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Apolonio Tobar, dijo que les habían informado que las personas con diagnóstico de enfermedades crónicas son llevadas a este centro.
Durante un recorrido en la zona, GatoEncerrado pudo ver a familiares y abogados particulares que llegaban en busca de información de detenidos con enfermedades crónicas.
Una de ellas era la madre de Luis Gabriel Escamilla, de 32 años, quien fue detenido en Chalchuapa el 12 de abril. Luis padece de ataques de epilepsia y su madre le estuvo llevando sus paquetes y medicamentos al penal de Mariona hasta hace dos meses que le dijeron que había sido trasladado al penal de Quezaltepeque.
Este día la madre de Luis hizo un gasto de $60 por la compra de Incaparina y otros suplementos. “El Ensure no se lo compré, porque no me alcanzó”, mencionó. “A mí me preocupa porque él siempre ha sido delgado debido a los ataques y ahora me imagino que está mucho más delgado”, explicó.
En la entrada del centro penal, los abogados entregaron el poder de representación de las personas detenidas y su carnet de abogados, para recibir información sobre el estado de salud de sus representados.
“Según el director del centro penal, si usted quiere saber sobre el estado de salud de algún interno, tiene que venir un familiar, cosa de la que nosotros tampoco estaríamos tan seguros. Tendríamos que venir a acompañar a algún familiar para ver si es cierto que se les da esa información, porque en realidad no es lo que está pasando”, comentó uno de los abogados.
También mencionó que hasta ahora no se tiene mayor información sobre el estado de salud de los detenidos durante el régimen, salvo lo que dicen las fuentes oficiales.