Bitácora del régimen | Día 198

Familias rotas por el régimen: Siete miembros de una familia de agricultores siguen detenidos

José Alfonso, de 66 años, y su nieta, de tres años, observan el café que sacaron en la finca de la que él estaba encargado. Fotografía / Cortesía.

Por Xenia Oliva

Los llantos del niño que unos minutos atrás había acompañado a su abuelo y tíos a trabajar en sus cultivos alertaron a las mujeres de la familia Sandoval que seguían en la casa.

Ese lunes 23 de mayo de 2022, José Alfonso Sandoval García, de 66 años, había madrugado como de costumbre. Salió de la casa, ubicada en El Jícaro, del municipio de Tacuba, Ahuachapán, junto a su hijo, Hugo Ernesto Sandoval García y su sobrino, el hijo mayor de este, Hugo Edgardo Sandoval García. Los acompañaba su yerno, Manuel de Jesús Ramírez Mateo y su nieto de nueve años.

Aún no habían llegado a su destino cuando fueron detenidos por un grupo de policías. No era la primera vez que aparecían y los revisaban. Por ello, José Alfonso y sus parientes no se asustaron. Ellos no tienen tatuajes y en la zona saben que son una familia de agricultores. Pero en esta ocasión, sus herramientas de trabajo, los machetes, fueron parte de las excusas de los policías para llevárselos. Después de esposar a los adultos, los policías obligaron a que el niño cargara las cinco mochilas de sus parientes, que llevaban la comida y las tortillas para esa jornada, y que los dirigiera a su casa.

Elsa Sandoval García la madre del niño fue quien abrió la puerta solo para encontrar la escena de su hijo llorando y rodeado por los policías. Sin mediar palabras, Elsa también fue agarrada por los policías, quienes le exigían que dijera “dónde estaba su marido”. Elsa es madre soltera, además de cuidar a su hijo dedicaba el resto de su tiempo a apoyar a sus padres. Cuando ella vio que también sus hermanas corrían el riesgo de ser detenidas, medió por ellas. Al final los policías solo se llevaron a Elsa, dejando la sombra del terror en la casa.

El hijo de Elsa Sandoval tiene 9 años. Además de ir a la escuela, le gustaba acompañar a su familia a los cultivos. Presenció el arresto de su madre, abuelo y tíos.

A los 15 días, Gloria Daysi Sandoval García y su pareja intentaron pedir información sobre su padre José Alfonso y el resto de sus parientes, pero también fueron detenidos.

Desde entonces la familia Sandoval se encuentra sumergida en una ola de incertidumbre, tanto emocional como económica. Al impacto de perder a quienes se encargaban de llevar el sustento a la casa, se suma la necesidad de pagar paquetes para llevar a los centros penales y que sus parientes no queden completamente desamparados.

Hugo Ernesto tiene siete hijos, aunque la mayoría son mayores, cuatro son menores de edad. Hugo Edgardo tiene cinco hijos, todos menores de 10 años. Manuel de Jesús dejó a su bebé de un mes, quien actualmente padece de desnutrición severa. La pareja de Manuel ya no pudo producir leche materna. Su familia cree que fue por el shock el arresto.

Hugo Ernesto Sandoval García tiene siete hijos. A través de la agricultura sostenía a su familia.

Elsa también tenía sus cultivos, incluyendo uno de lechuga. Tras su arresto, su hijo pasó varias semanas sin ir a la escuela. Su familia ha notado un deterioro en su estado emocional.

Elsa Sandoval trabajaba para su hijo y sus padres, tanto en cultivos como en proyectos de apoyo a las personas de la zona.

Además de las siembras familiares, José Alfonso era el encargado de una finca de la zona que cultiva café. Tenía años de trabajar ahí y era conocido por su responsabilidad.  

José Alfonso también era la única figura paterna de su nieta de tres años. El impacto ha dejado en una situación emocional grave a la niña, quien a veces se pone a gritar por las noches. Su condición preocupó tanto a la familia que la han llevado al Hospital de Ahuachapán donde la ha visto un psicólogo.

La niña de tres años es muy apegada a su abuelo, José Alfonso. Él es su única figura paterna.

La esposa de José Alfonso también está delicada. Su padecimiento de la presión se ha exacerbado, junto a otras enfermedades.

El bebé, que ya tiene cinco meses, padece desnutrición y ha tenido que estar ingresado en el hospital. De Salud le dieron un bote de leche en polvo especial, pero la familia no ha podido comprar más por su cuenta.

Las hijas de José Alfonso aseguran que nunca lo vieron tocar una cerveza o un cigarro, siempre se dedicó solo a trabajar o ir a la iglesia. Contaron que los mismos valores les inculcó a sus hijos y nietos. Les preocupa mucho la situación vulnerable en la que está. Antes de ser detenido estuvo yendo a pasar consultas, ya que tiene problemas del corazón y seguramente necesita un marcapasos. Además, no sabe leer ni escribir.

Actualmente, la familia ha comenzado a vender parte de sus pertenencias para encontrar de dónde subsistir. Las mujeres intentaron recuperar una de las milpas que estaba a medio trabajar, pero el maíz se llenó de gusanos.

Lo único que piden es que en las audiencias se reconsidere la situación de sus familiares, para que ellos puedan volver a casa.

“Este Salvador da miedo, porque nosotros nunca pensamos pasar por esto. Nosotros todo el tiempo cultivábamos maíz, frijoles. Nunca hemos tenido una ayuda de nadie, ni siquiera tenemos agua en la casa. Pero para perjudicarnos bien vinieron. Esto le ha dado duro a todos los del de escasos recursos”, lamentó una de las familiares.