Por Carlos Hernández

Durante todo el año que ha transcurrido desde esa afirmación, GatoEncerrado intentó documentar y crear una base de datos con —al menos— las 365 obras municipales que deberían existir hasta este 27 de octubre, pero a pesar de que la cantidad de obras puede parecer abrumadora y fácilmente visibles por la suma millonaria de dinero que supuestamente se ha invertido en beneficio de la población capitalina, no hay forma de comprobar dónde están ubicadas ni cuánto se gastó en cada una.

La alcaldía no permitió, a esta revista en tres ocasiones distintas, el acceso a ese tipo de información, a pesar de que el artículo 10, inciso 15, de la Ley de Acceso a la Información Pública obliga a las municipalidades a brindar de forma oficiosa —es decir, sin necesidad de que los ciudadanos lo pidan— los listados de obras en ejecución o terminadas que se hayan financiado con fondos públicos o provenientes de préstamos. Asimismo, están obligadas a transparentar la ubicación exacta, el costo total de la obra, la fuente de financiamiento, el tiempo de ejecución, número de beneficiarios, el nombre de la empresa o entidad ejecutora, nombre del funcionario responsable de la obra, el contrato y sus modificaciones y hasta la forma de pago y desembolsos.

Aunque la alcaldía de San Salvador ha inaugurado algunas obras durante el periodo 2021 – 2022 y mantiene otras en ejecución, no hay suficiente evidencia disponible y pública para confirmar que cada día se invierte $100 mil en una nueva obra. De hecho, la misma alcaldía en sus reportes de prensa ha consignado cantidades inferiores que se han invertido en distintas obras del plan. Esta incongruencia entre el discurso público y la falta de pruebas o datos contradictorios hace que la afirmación del alcalde Mario Durán encaje en la definición de Engañosa, que es cuando un funcionario dice algo que es cierto —en este caso: inaugura obras— pero omite información —falta de pruebas sobre la cantidad de dinero y obras por día— para crear una impresión exagerada e imprecisa de la realidad.

Un plan con nombre exagerado

El plan “Una Obra por Día” del alcalde Mario Durán fue lanzado oficialmente el 19 de julio de 2021 con la remodelación de una cancha de fútbol rápido, en la comunidad Corazón de María. En su discurso agregó que entre los proyectos a realizar en el plan estaría la iluminación en diferentes puntos de la capital, la construcción de muros de contención, parques y canchas de fútbol. 

El 10 de agosto de ese mismo año, una nota de prensa de la alcaldía especificó que hasta esa fecha ya había una inversión de $699,875.63 en el plan y que eso había logrado que 21,190 personas fueran las beneficiarias. Aunque eso no consta específicamente en el presupuesto y ejecución de la alcaldía. Ese día, el alcalde inauguró la intervención de una calle en el barrio El Centro, donde explicó que su gestión tenía 21 obras en ejecución. Implícitamente, el edil reconoció sin quererlo que no todos los días desde el lanzamiento, 19 de julio, hubo obras y que el nombre del plan es exagerado. Además, el comunicado de la alcaldía también detalló que la intervención de la calle en el barrio El Centro requería de un poco más de $37 mil, lo que también significa que las pocas obras consignadas por el equipo de comunicaciones de la municipalidad tenían una inversión de menos de la mitad de los $100 mil diarios.

El plan de Durán se inspiró en el plan del mismo nombre que lanzó Nayib Bukele cuando era alcalde de San Salvador, en el periodo 2015 – 2018. Ese plan fue tan publicitado y popular que Durán lo retomó como una de sus promesas de campaña para el periodo actual 2021 – 2024.

En la realidad, más allá del discurso público del alcalde Durán, el plan sería complicado e incluso inviable de ejecutar por los requerimientos establecidos en la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP). Según esta ley, los proyectos del plan “Una obra por día” deberían estar clasificados en la categoría de “libre gestión” por su rapidez y ejecución inmediata, sin necesidad de pasar por el proceso completo de “licitación”. El problema para ejecutar las “obras por día” es que el artículo 40 establece que este tipo de proyectos no pueden exceder los 80 salarios mínimos urbanos, que equivalen a casi $30 mil. En otras palabras, el monto que podría ser permitido por ley para cada obra diaria es apenas el 30 % de lo que el alcalde afirma que se está invirtiendo.

Héctor Silva, concejal de la Alcaldía de San Salvador, dijo a GatoEncerrado que no ve factible que dentro de las obras aprobadas por la alcaldía se gaste un monto cercano a $100 mil en obras por día.

“Ni por cerca se está gastando $100 mil. Son obras que precisamente por la rapidez con la que se quieren hacer no pueden sobrepasar el límite de libre gestión que establece la LACAP. Pero sucede algo, la alcaldía invierte en ciertos momentos del año en contratos para temas de recarpeteo y pavimentado. Entonces, si él (alcalde Durán) te dice que gasta $100 mil al día y le sumas el recarpeteo, pavimentado y obras en comunidades podés llegar a un número que ronda los $80 mil, pero solo una obra por día es demasiado”, explicó Silva a esta revista.

José Marinero, abogado especialista en derecho administrativo y políticas públicas, también describió que es complicado comprobar una cifra exacta por cada proyecto al día, debido a que muchas de estas obras se realizan con personas o materiales que ya forman parte de la alcaldía y que, por lo tanto, no se pueden entender como unidades separadas de gasto. 

“El problema de este presupuesto es que no tiene un enfoque de proyecto, sino que está estructurado por rubros de ingresos y egresos y así es dificilísimo determinar cuál es el desglose de cada uno de los rubros. Supóngase que el alcalde dice que ha hecho una obra nueva en una colonia con terracería, cancha, pero si fue realizada con mano de obra de la alcaldía propia eso no va a aparecer más que en remuneraciones y queda sin identificar. El truco del empaquetamiento es que nos venden unidades claramente diferenciables. Por ejemplo, venden una pavimentación, pero eso lo pueden hacer con el presupuesto ordinario porque lo pueden hacer con su propio material que ya han adquirido con anterioridad, entonces no se va a poder distinguir obra por día en el presupuesto”, explicó Marinero.