Sin revelar datos oficiales, el viceministro de Agricultura y Ganadería aseguró que la producción nacional de alimentos en el país ha aumentado en algunos sectores y tildó de irresponsables a quienes advierten una posible hambruna. En contraste con las declaraciones del funcionario, es la ONU la que ha ubicado a El Salvador y 21 países más en puntos críticos de alerta temprana de hambre en el mundo. Asimismo ha revelado la mala condición de los cultivos en las zonas central y oriental del país. Un hecho que coincide con las pérdidas reportadas por agricultores.
Óscar Alejandro Domínguez, viceministro de Agricultura. Foto/Ministerio de Agricultura
Septiembre 4, 2023
El viceministro de Agricultura y Ganadería, Óscar Alejandro Domínguez, aseguró en una entrevista televisiva que hablar de una posible hambruna en El Salvador es irresponsable y que la producción nacional de maíz, frijol y otros cereales ha aumentado en varios sectores.
“Hemos logrado tener cosechas bastante buenas a pesar del clima (…) Dentro de esas gremiales (de agricultores) hay unos que están en activismo político. Otros que simplemente se dedican a sacar datos que no están acorde. Sería irresponsable decir, como dicen los activistas políticos, que va a haber hambruna. La producción nacional está aumentando en varios sectores”, afirmó el pasado 30 de agosto en la entrevista “Diálogo” de canal 21.
La declaración, sin embargo, encaja en la definición de “Falsa”, que es una de las categorías bajo las que Ojo De Gato hace verificaciones al discurso de los funcionarios. Contrario a lo que asegura Domínguez, es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA, o más conocida como FAO, la que afirma que El Salvador se halla entre los 22 países con puntos críticos de hambre en el mundo, según un reporte de alerta temprana vigente entre junio y noviembre de 2023, en el que El Salvador se encuentra en un “punto crítico de mayor preocupación”.
“El Líbano, El Salvador y Nicaragua se han agregado a la lista de países con focos de hambre”, señala el reporte que advierte sobre la probabilidad de que la inseguridad alimentaria aguda se deteriore aún más en los países señalados.
La coordinadora de procesos agroecológicos de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) e integrante de la Mesa por la Soberanía Alimentaria, Katia Aguilar, dijo a GatoEncerrado que “ya hay gente pasando hambre” en El Salvador, un hecho que coincide con las alertas de la FAO.
“No son datos que nos inventamos nosotros, como ellos nos dicen, los activistas. Son datos oficiales de organismos internacionales. En cambio, el Ministerio de Agricultura parece ocultar datos”, señaló Aguilar.
Asimismo, el Sistema de la Integración Centroamérica (SICA) estimó que, de junio a septiembre de 2023, cuando se lleva a cabo el periodo de Hambre Estacional, 133 mil personas de El Salvador, Guatemala y Honduras estarán en situación de emergencia por inseguridad alimentaria aguda.
Con el apoyo de imágenes de satélite, la FAO reveló que hay “malas condiciones de los cultivos en las zonas central y oriental” de El Salvador. En la última actualización sobre las condiciones de cosecha en el país, publicadas en junio de este año, la agencia de la ONU reveló que la siembra de maíz comenzó con un retraso de un mes y continúa a un ritmo lento.
“La superficie plantada con la cosecha principal de maíz se pronostica en un nivel inferior a la media, debido a la actual sequía, así como a los costos de producción persistentemente elevados, aunque inferiores año tras año”, explica el informe que prevé una mejoría en la segunda temporada de siembra, que inicia en septiembre, solo si los niveles de lluvias aumentan.
No obstante, el funcionario de Agricultura, quien en 2015 enfrentó un proceso judicial por supuestamente clonar los sitios de internet de El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, y ocho años después fue nombrado viceministro de la cartera pese a no tener estudios en el área, pidió esperar los datos del gobierno sobre las cosechas, pues con base en el monitoreo de la institución “la cosecha de maíz está saliendo”.
Las gremiales de agricultores como la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO) ya reportan pérdidas, a pesar de lo que afirma el viceministro. Recientemente, Luis Treminio, presidente de CAMPO, dijo que al menos el 18 % del maíz sembrado hasta la fecha se había perdido, lo que equivale a 545.713 quintales. Mientras que de la siembra de frijol ya se ha perdido el 15 %; es decir, unos 18 millones de quintales.
“La producción ha bajado. Hay gente que ha cultivado menos área (…) El cambio climático ha provocado pérdida de más. Y eso contribuye a que la producción sea más baja. Además, no hay una política que esté resarciendo esto”, agregó Aguilar de la UNES.
El problema al que se enfrentan los agricultores actualmente es el impacto del fenómeno “El Niño”, que ocurre cada dos a siete años y que se da tras el aumento de 0.5 grados celsius en la superficie del Océano Pacífico. El fenómeno provoca episodios de sequías o inundaciones. Asimismo, enfermedades y escasez de alimentos producto de la variación del clima.
La ONU dio por iniciado el periodo de El Niño en julio, y pidió a los gobiernos del mundo tomar medidas ante sus consecuencias. Sin embargo, para la Mesa por la Soberanía Alimentaria, integrada por 23 organizaciones de todo el país, no hay políticas que detengan una “creciente crisis alimentaria”.
En una conferencia de prensa, del 31 de agosto, la institución pidió al gobierno de Nayib Bukele que apruebe la creación de una reserva nacional de alimentos y que se actualice la Canasta Básica Alimentaria con los productos que la población requiere para alimentarse. Por el momento, según la organización, el gobierno quiere subsanar la baja cosecha de cereales con más importaciones.
Y en efecto, según los datos de importación del Banco Central de Reserva (BCR), la importación de maíz ha pasado de $87.7 millones importados en 2021 a $173 millones en 2023. Los datos abarcan periodos de entre enero y julio de cada año. Esto equivale a un aumento de hasta el 90 %.
De igual manera, el arroz es otro cereal que se importa cada vez más. Entre enero y julio de 2021, el BCR registra la importación de $15.9 millones en arroz. Para 2023, la importación llega hasta $35.9 millones en ese mismo periodo. Lo que equivale a un aumento del 125 %.